El movimiento estudiantil, como capa de la sociedad, no es compacto ni homogéneo socialmente. Está cruzado por la lucha de clases, y a través de la confrontación de los distintos programas políticos en pugna procesa su situación material en relación a sus condiciones de estudio, sus posibilidades de ejercer una futura profesión, o el uso que le dará al conocimiento que adquiere por el esfuerzo del conjunto social.