Sobre las elecciones en Tucumán

A contramano de lo que viene sucediendo en el resto del país, en las elecciones tucumanas celebradas en junio fue alta la afluencia de votantes, con un 84% de participación.

El resultado, como sucede desde siempre, fue más de lo mismo: se consagraron electos los eternos, su descendencia o sus próximos ... Y a esto, le llaman república democrática. “Cruel en el cartel, la propaganda manda cruel en el cartel”... Y en el afiche de papel aparece así: que estas elecciones fueron "libres y democráticas". 

Detalles para analizar

Aquella mañana del domingo 11 de junio amaneció apacible, con largas colas de votantes que, esperando el inicio pautado a partir de las 8hs, soportaron con impaciencia manifiesta alrededor de hora y media a dos horas para poder emitir su voto. El motivo de la demora fue la ausencia de las autoridades de mesa: a pesar de ser remuneradas, pegó el faltazo alrededor del 40%. A la "maquinaria electoral" se le escapó este detallé de control y en ese renglón no supieron ir contra la apatía.

¡Que contraste! Apatía por una parte y largas colas de motivados votantes por otra. Aquí sí funcionaba la "maquinaria electoral". Innumerables acarreadores de votantes en vehículos de todo tipo iban y venían cumpliendo su cometido. Punteros de birome y planilla en mano llevaban el control administrativo. La urgencia de votar temprano la impone el mercado, ya que el troquel constancia del voto emitido, entregado antes de las 13hs cotizó hasta $10.000, y nadie en la pobreza se los quería perder. Los de la tarde cotizaban $5.000. También se recurrió a otros innumerables estímulos para romper la apatía del votante: entrega de mercadería, electrodomésticos, bienes informáticos, etc...

La pregunta surge sola: ¿de dónde tantos recursos, de dónde tanta plata? Se sabe que ahí están los recursos públicos; las obras que no se realizan, lo que falta en salud, educación y también la ayuda social que no llega a quienes la necesitan. Pero no termina ahí: se sabe también que hay muchos "clubes" y "kioscos" que aportan y mucho para que la administración del estado provincial en manos del oficialista Frente de Todos se mantenga, ya que es de su interés.

Son buenos cotizantes los muchos kioscos oficiales legales que funcionan al amparo del estado provincial y están los otros, quizás los más importantes en su aporte, los que por ilegales no pierden el amparo y cobijo oficial. Los "clubes" que manejan el juego, las apuestas clandestinas, los prestamistas usureros, la producción y comercio en negro, el negocio de las armas y los robos y el más lucrativo de todos: el negocio de la droga. Todos concurren generosos al aporte para el sostenimiento del elenco oficial, que es decir el mantenimiento del statu quo en los negocios, en la justicia, las leyes que provee el poder legislativo, ni qué decir del selectivo poder represivo. En fin, es el combo que garantiza los "buenos negocios". Ahí está la madre de tantos recursos y plata en la campaña electoral que tanto deslumbra en medio de la pobreza y miseria de las amplias mayorías convocadas al triste espectáculo que la Ley de Acoples ofrece. "Gran Circo Electoral Gran": ¡18.000 postulantes para 347 cargos!

Otro detalle a considerar es que si bien la ley de acoples la han hecho buena para juntar los votos para los cargos ejecutivos, esto permitió al oficialismo burlarle el cargo de intendente de la capital a la oposición; pero no pudo evitar que una tercera fuerza política apareciera en escena, clara en los cargos legislativos. El voto en blanco apareció nítido en ese lugar y en los del ejecutivo fue cuarta fuerza política. Como se suele decir, el ingenio popular no descansa, muchos cobraron por los troqueles, recibieron la mercadería o los artefactos y se las arreglaron para votar según su gusto.

Triste y deslucido el papel de la izquierda parlamentarista, que perdió votos respecto de las elecciones de 2019. Esperemos poder realizar las correcciones de análisis y salida a la crisis que nuestro pueblo necesita y enderezar en dirección correcta. Que no es otra cosa que trabajar duro en la construcción de un amplio frente antiimperialista y antimonopólico que vaya dando las batallas por defensa de la soberanía territorial, económica y política, poniendo fin a la estafa de la deuda externa, asumiendo la defensa de los recursos naturales y el ambiente, haciendo una urgente recomposición de los ingresos de la población. 

Esto no se logra en los parlamentos y la acción del actual estado. Podemos verlo en el claro ejemplo de la reforma constitucional en Jujuy. ¿De qué sirvió "cacarear" en el parlamento, si la defensa del interés popular hubo que hacerlo con la lucha en las calles?

Los cambios que nuestro pueblo y nación necesitan se logran en el nuevo parlamento y acción que bulle en las calles, en las miles de luchas que se manifiestan y recorren toda la geografía de la patria. Un nuevo Estado se impone para cumplir con la Revolución que nos dio origen como nación y caminar vigorosos al futuro de una patria Socialista que sea la felicidad de nuestro pueblo.

Diego Quintero