EMFER y TATSA: una nueva etapa

En las próximas semanas se realizará el traspaso de los trabajadores de EMFER y TATSA a Ferrocarriles Argentinos.

Este conflicto llega a momentos decisivos. La lucha de los trabajadores desenmascaró la entrega del gobierno nacional del país a capitales extranjeros. En este caso, chinos.
Randazzo acaba de firmar un acuerdo con la empresa china CSR Sifang (la misma a la que había comprado los vagones para el tren Sarmiento, entre otros ramales). El acuerdo prevé la instalación de una planta en los talleres de Liniers. “Con esta radicación se dará comienzo al proceso de transferencia tecnológica tan necesaria para la recuperación de nuestra industria de fabricación ferroviaria... Estamos cumpliendo ese objetivo trazado con absoluta seriedad, de la mano de una de las empresas líder a nivel mundial en materia ferroviaria, para poder darle sustentabilidad en el tiempo a esta política pública impulsada por el gobierno nacional”. Estas palabras del ministro, cada vez menos presidenciable, suman la cuota de cinismo habitual de los anuncios de un gobierno kirchnerista en retirada. Detrás de la “transferencia tecnológica” se evidencian acuerdos de fondo que nada tienen que ver con industrializar el país.
Por su parte, los trabajadores de EMFER y TATSA, con sus delegados, nunca dejaron de dar la lucha a fondo por la reestatización de la planta. Con su ejemplar pelea marcan el camino para las luchas que se avecinan contra cierres, despidos y suspensiones. En definitiva, el ajuste que gobierno, patronales, burocracia sindical y oposición intentan imponer a los trabajadores y el pueblo.
Pero la reestatización no está en un horizonte cercano. Lo que finalmente se acordó fue la “estatización” de los puestos de trabajo. Lo que implica en la práctica es el traspaso de los 422 trabajadores a las diferentes líneas de Ferrocarriles Argentinos y al convenio de la Unión Ferroviaria. Este proceso se iniciará en las próximas semanas y deberá ser vigilado de cerca por delegados y trabajadores.
Esto es importante a la hora de balancear el conflicto, ya que más allá de no lograr imponer la reestatización y la reapertura, se lograrían sostener todos los puestos de trabajo. Objetivo que viene siendo complejo en los actuales conflictos abiertos y que debe ser el primero en la pelea contra el ajuste.
Además de que delegados y trabajadores que han atravesado tamaña lucha seguramente continuarán la tradición de democracia sindical y combativismo en sus nuevos puestos de trabajo, en otro sindicato que hoy se encuentra alineado al gobierno nacional como la Unión Ferroviaria. Habiendo llegado a imponer una negociación en la propia Casa Rosada, enfrentado a la represión con los métodos históricos de la clase obrera y preocupado a Caló de la UOM, estos compañeros están a la altura de los desafíos que vengan.
Es posible producir trenes en la planta: eso es lo que los trabajadores sostienen con la palabra más autorizada (que la de Randazzo). Esa bandera continuaremos sosteniéndola en cada pelea de las que se vienen, sabiendo que de la mano de la rebeldía de los trabajadores y el pueblo, serán luchas a ganar.

Isabel Gómez