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Un tercio de no votos, votos en blanco y anulados
La primera vuelta en la ciudad ratificó al PRO como ganador. Sin embargo, los números completos no son tan espectaculares como Mauricio y los suyos quisieran.
De cara a las presidenciales, el PRO se jugó a fondo a consolidarse electoralmente en el único distrito en el que puede ostentar un triunfo. Ratificó así su tercio del electorado porteño (32% sobre el total de los empadronados, 45% de los votos válidos). A pesar de la distancia sensible con el segundo, se trata de una victoria discreta si se tiene en cuenta que eso es lo que ya tenía desde las PASO: el PRO sigue siendo una fuerza de la Capital a la que los escenarios nacionales le quedan grandes. A pesar de que los números a simple vista parecen implacables, tampoco consiguió mayoría legislativa, amén de haber perdido dos legisladores.
El kirchnerismo, tercero cómodo, se contenta con haber subido unos puntos respecto de la primaria. Fue su única buena noticia, ya que pasó de ser segunda minoría legislativa a tercera. Cumplido el humilde objetivo de refugiar en la Legislatura a los retirados del gobierno nacional -con Tomada a la cabeza- los K meten violín en bolsa: que ahora salga a darle a sus votantes libertad de acción “de hecho” frente a la segunda vuelta, es una confesión de parte de que la lucha contra el macrismo es poco más que una pose.
De ahora en más, la privatización del espacio público, la adjudicación a privados de cuanta cosa sea posible, los ataques a la educación y la salud públicas, etc, será negociada principalmente con los legisladores de la UCR y la CC que accedieron a través de ECO. Sería demasiado simplificado sumarlos a los del PRO y plantear que todos juntos llegarían al quorum: el propio Sanz puso en duda la continuidad de la alianza radical con el macrismo más allá de las elecciones de octubre.
La segunda vuelta entre Larreta y Lousteau estira una estafa electoral en la que desde el vamos el pueblo estaba condenado a ver perjudicados sus intereses ganara quien ganara. Ante este panorama, es correcta la posición de las listas de izquierda de no votar a ninguno de los dos, aun aunque lo hagan luego de haber avalado estas elecciones tramposas y con el premio consuelo de legisladores que se indignarán ante las decisiones tomadas contra el pueblo, con sinceridad sin dudas pero con igual impotencia.
Frente a un ballotage en donde los trabajadores no tienen nada que decidir en su favor, ratificamos nuestro rechazo a un régimen político falsamente democrático, hecho a medida de las grandes corporaciones y de los negociados con los privados. Nos apoyamos en ese 29% del padrón que no fue a votar, anuló su voto o votó en blanco, siendo este porcentaje la segunda opción electoral, lejos del 18% de Lousteau (25% sobre el total de votos válidos) y del 15% del kirchnerismo (22%). Aquí están las premisas políticas que hay que hacer empalmar con la lucha de los trabajadores del subte, de los docentes, los empleados de la salud, los estatales, los habitantes de los barrios y los estudiantes, para formar una verdadera oposición al macrismo y al resto de los proyectos gran burgueses surgida de la rebelión de los de abajo.
EN ESTE BALLOTAGE, COMO EN LAS PASO Y EN LA PRIMERA VUELTA, RECHAZAMOS A LOS CANDIDATOS DE LOS DE ARRIBA, NO VOTANDO, ANULANDO O VOTANDO EN BLANCO.
PRML - CAPITAL FEDERAL
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