Declaración: Un tropiezo en el camino de la unidad

Tras casi dos meses de trabajosos preparativos, el ENCUENTRO NACIONAL DEL SINDICALISMO COMBATIVO y ANTIBUROCRATICO convocado para el 5 de marzo no pudo ser, los desacuerdos prevalecieron.

La irrupción del macrismo en el gobierno nacional impuso una política de profundización de un ajuste de la economía en beneficio de monopolios, multinacionales y banqueros, y cuyos costos recaen sobre los trabajadores y el pueblo.
El agrupamiento y unidad del combativismo sindical, junto a la izquierda y los que luchan es una herramienta necesaria y esperada por miles de compañeros dispuestos a defender el salario, el trabajo, las libertades democráticas y el bienestar popular en general. Tal cual se pudo expresar en los paros y cortes de 2014 y luego, en la solidaridad concreta a conflictos puntuales como la lucha de los aceiteros y la línea 60, en 2015.
A pesar de su público anuncio el martes 23, en la conferencia de prensa del Bauen, en CABA, incluso del acuerdo programático alcanzado luego de extensos debates, la convocatoria se frustró.
No existe una única razón para que este intento terminara en eso. Ahora llegará la hora de las acusaciones cruzadas; escucharemos denuncias sobre “irrepresentatividad gremial”, “burocratismo”, “impugnaciones”, “vetos”, etc. Lo cierto es que el peso de la unidad del combativismo para enfrentar la traición en los gremios, sindicatos y lugares de trabajo está por encima de cualquiera de los argumentos esgrimidos como motor de este tropiezo. El camino a recorrer, ahora desandado, requiere aptitudes políticas e ideológicas no existentes en las dos fuerzas convocantes mayoritarias.

Las pistas más firmes
hay que buscarlas
en la política

Entre las fuerzas sindicales y políticas que participamos de esta iniciativa la preponderante es la del FIT. Tan cierto como eso también lo es que el PO y el PTS transitan una disputa política que la llegada del macrismo y la derrota del kirchnerismo y el retroceso electoral del FIT mismo agudizaron. Los resultados de las urnas no necesariamente significaron una derrota en el desarrollo de la lucha de la clase trabajadora. Sin embargo la conducta política obstruccionista se apoya en una visión derrotista que antepone la agitación de un parlamentarismo estéril a las necesidades de afianzar y elevar la lucha y el protagonismo de los trabajadores como única opción, según la experiencia histórica, para derrotar el plan de ajuste y abrir una perspectiva distinta.
Estas diferencias afloran con regularidad en los distintos espacios unitarios, sometiéndolos a tensiones innecesarias o conducen a la división o al fracaso, como en el caso del Encuentro.
La unidad del combativismo sindical es una herramienta que no debe subordinarse ni a las opciones y necesidades del FIT ni de cualquier otra corriente política o sindical.
Convocamos a todos los trabajadores dispuestos a enfrentar el ajuste económico, la entrega y los ataques a las libertades democráticas, como también a avanzar sobre la traición y las vacilaciones de las dirigencias sindicales, superando todos los tropiezos, a construir verdaderamente la unidad de un sindicalismo heredero de la tradición de lucha y rebelión del Cordobazo.
PRML, 01/03/2016