Sin residentes no hay hospital

Jueves, 13. Febrero 2020
Sin residentes no hay hospital

El 2019 se despidió con miles de residentes y concurrentes de todo el país en las calles luchando por sus derechos, en un proceso que tuvo a la CABA como centro pero que se replicó en el conurbano bonaerense, Mar del Plata, Entre Ríos, Córdoba, Río Negro y Neuquén. El 2020 arranca queriéndole dar continuidad a ese proceso.

La semana del 10/2, tanto en provincia de Buenos Aires como en CABA hay reuniones pactadas con los respectivos gobiernos, para discutir los reglamentos que “regulan” la actividad que desarrollan residentes y concurrentes. “Precarizados no vamos a trabajar” coreaba la gran columna que se desplegaba por la calle en diciembre pasado. Eso es lo que hoy está puesto sobre la mesa de negociación. 

Los residentes y concurrentes son quienes sostienen el sistema de salud día a día trabajando en jornadas extenuantes, haciendo malabares para formarse en el camino a la especialidad, con hospitales sin insumos, vaciados y muchas veces sin la capacidad de resolver la atención de la población. En el caso de los residentes, reciben una remuneración a modo de beca (que ronda las $100 por hora); por el contrario, los concurrentes no reciben retribución alguna por su labor. En ambos casos, el factor común es la precarización y las pésimas condiciones laborales: en muchas oportunidades trabajan más de 90 horas semanales y hasta realizan jornadas de trabajo continuo que superan las 36 horas sin descanso. Esto se ve agravado por la falta de aportes jubilatorios, licencias y asignaciones familiares, incluso de obra social y ART en el caso de los concurrentes.

Hace unos meses uno de los concurrentes de pediatría del Hospital Mariano y Luciano de la Vega de Moreno falleció en un accidente en la calle, luego de otra jornada laboral extenuante entre dos trabajos. Unas semanas atrás a una residente del Hospital Gonnet de La Plata la arrastraron de los pelos por la guardia y la trompearon ¿Quién cuida a los que cuidan?

La Argentina hoy se encuentra inmersa además en una gran crisis sanitaria con rebrote de enfermedades al mejor estilo medioevo, como el sarampión o la lepra en algunas provincias, sífilis y por supuesto la muerte de varios niños y niñas por desnutrición como el más crudo ejemplo de la negligencia y las prioridades de años y años de mal gobierno. 

En este marco la discusión sobre las condiciones laborales y de formación de quienes sostienen a pulmón hospitales y salitas es una pata fundamental en la defensa de la salud pública y para mejorar la calidad de atención y debe ser una prioridad en la agenda del gobierno.

Porque la deuda que importa es con el pueblo y no hay salud pública posible con sus trabajadores sin derechos. Asambleas en cada lugar para mandatar a los delegados, sobre la base de mantener el estado de movilización mientras duren las negociaciones, apostando al método que le torció el brazo a Rodríguez Larreta el año pasado.


Claudia Jalif

Publicado en: 
Jueves, Febrero 13, 2020 - 00:15

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