Paso a paso, superando los límites y ataduras que impone la cuarentena, los reclamos de los trabajadores van ganando las calles. Tras una prolongada recesión económica, en parte heredada del... Ver más
Seguir en las calles y en marcha al paro activo
El 2018 pasó no sin duros padecimientos para las mayorías trabajadoras y populares. Y como si no hubiera sido suficiente, 2019 arrancó con nuevos tarifazos, despidos y suspensiones, cierres de empresas y el renacido intento por imponer una reforma laboral ultraflexibilizadora.
Según datos del INDEC, en noviembre del 2018 se perdieron 172.000 empleos en relación al mismo mes del 2017 (de los cuales 38.000 puestos cayeron de octubre a noviembre del año pasado). En diciembre, la industria cayó en promedio 14,7%, cerrando todo el año 2018 con una caída del 5%.
Así el ajuste acordado por Macri con el FMI funciona a pleno. Se agravan las condiciones de vida de millones de argentinos. Crecen los beneficios de un puñado de grandes banqueros y monopolios. Las grandes patronales no esperan y aplican de prepo la reforma laboral y para ello despiden y avanzan sobre el activismo sindical.
En síntesis, un ataque en regla contra el trabajo y el salario, contra las condiciones laborales y la libre discusión en paritarias, contra la propia organización sindical. Y todo cierra con la represión de las fuerzas de seguridad ante cada lucha o resistencia obrera.
Mientras todo esto ocurre, las centrales sindicales y grandes sindicatos la balconean desde su pasividad rayana con la complicidad. No se trata de reclamarles una medida de fuerza. Se trata de impulsar una movilización social, de abajo hacia arriba que, como ocurriera el 7 de marzo del 2017 (cuando el “poné la fecha la p…”), presione y arranque un paro activo y un verdadero plan de lucha. Situación cuya síntesis de masividad y combatividad se expresara el 18 de diciembre de ese mismo año.
Este planteo que no impide la necesaria unidad de acción, al mismo tiempo, generará mejores condiciones para el paro, en sintonía con las innumerables luchas que recorren el país.
La lucha es ahora porque el ataque al bienestar popular es ahora y las respuestas están en el presente. Quienes apuestan a esperar “tiempos mejores” poniendo expectativas en las elecciones de octubre de este año, desvían energías de la lucha y postergan que la clase obrera vaya por su propio proyecto, en medio de una profunda crisis estructural del capitalismo dependiente que demanda romper con las ataduras a los monopolios de adentro y de afuera.
En el sendero de potenciar esas condiciones, los docentes de todo el país deben preparar el no inicio de clases en protección de sus condiciones de trabajo y por la paritaria nacional que recupere el nivel salarial perdido. De hacerlo así darán un impulso importante al conjunto de las luchas obreras.
De igual manera, ningún despido o cierre de planta debe pasar sin su respuesta de lucha: paro, ocupación, movilización y solidaridad.
Por otro lado, acompañamos la convocatoria del Plenario Sindical Combativo de marchar a la Plaza de Mayo el 14 de febrero, el carácter abierto de la misma y que rompe con la pasividad de las burocracias sindicales.
Sabemos que una salida obrera y popular a la crisis requiere necesariamente de una nueva dirección de la clase trabajadora, como parte de ese camino, impulsamos una confluencia sindical honesta y combativa, popular y antimperialista que, junto a las mayorías trabajadoras, empuje y unifique las luchas bajo un programa que contemple entre otros puntos:
− Quebrar el ajuste de Macri y sus cómplices. No al acuerdo con el FMI
− Aumento de emergencia de salarios, jubilaciones, pensiones y planes sociales
− Basta de despidos. Ocupar cada empresa o repartición estatal si hay despidos
− Paritarias sin topes
− Resistir los tarifazos. Estatización de las empresas de servicios públicos
− No a la reforma laboral flexibilizadora. Anulación de la ley previsional
− Defensa de la educación y la salud públicas. Aborto legal, seguro y gratuito
− Por el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios
− Moratoria unilateral al pago de la deuda externa. Estatización de la banca, el comercio exterior y los recursos estratégicos
− No a la represión de la protesta popular. Libertad a los presos por luchar.
Llamamos a todos los trabajadores, activistas, luchadores populares y sectores combativos a seguir en las calles, llamamos a la movilización que canalice la bronca y prepare las condiciones para un plan de lucha escalonado coronado con la huelga por tiempo indeterminado que quiebre el ajuste de Macri y sus cómplices.
Ricardo Jufré
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