Che: economía e ideología

Ernesto Guevara, más conocido como el Che, nació en Rosario el 14 de junio de 1928. De joven emprendió viajes por Latinoamérica. Estando en Guatemala presenció el derrocamiento de Jacobo Árbenz orquestado por los EE.UU. y también estableció contactos con los cubanos que habían sido derrotados en el asalto al cuartel Moncada. Conoció en México a Fidel Castro y se unió al pequeño grupo que a bordo del yate Granma desembarcó en Cuba para iniciar la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista. Por su desempeño en la guerrilla recibió el grado de comandante. El 1° de enero de 1959 triunfó la revolución cubana. Su espíritu internacionalista lo llevo a pelear al Congo en 1965 y un año más tarde a Bolivia. Allí cayó en combate y fue fusilado en octubre de 1967.

En un nuevo aniversario de su caída, sintetizamos parte de una polémica económica que tuvo al Che como uno de los principales referentes. Lo hacemos con la intención de promocionar el estudio en los temas del marxismo leninismo.

La revolución cubana triunfó en 1959 y el carácter socialista se proclamó en 1961. Se aplicaron las leyes de reforma agraria, se nacionalizaron las empresas extranjeras y se colectivizaron gran parte de los medios de producción. Dos sistemas distintos se implementaron al mismo tiempo en la economía cubana. Uno fue impulsado por el INRA (Instituto Nacional de la Reforma Agraria) y el otro por el ministerio de Industria dirigido por el Che. La polémica sobre la construcción del socialismo se dio públicamente a partir del año 63 en las revistas "Cuba Socialista" y "Nuestra Industria". 

El Che fue defensor del Sistema Presupuestario de Financiamiento (SPF) aplicado en la industria, y Carlos Rafael Rodríguez del Sistema del Cálculo Económico, empleado en la agricultura. 

Para el Sistema Presupuestario de Financiamiento una empresa era un conglomerado de fábricas. Por ejemplo: todos los ingenios azucareros y otras unidades relacionadas con el azúcar constituían la Empresa Consolidada de Azúcar. Los consolidados no tenían permitido vender los productos a particulares: estos eran entregados a los organismos centrales del Estado. El control del plan, la gestión y la actividad de la empresa lo hacía el Estado en forma directa. En cambio, para los partidarios del Sistema de Cálculo Económico, cada unidad productiva era considerada una empresa en sí misma con personería jurídica. La autogestión financiera era la característica esencial del Sistema del Cálculo Económico. El Che se apoyaba en la concepción marxista de que había que utilizar las condiciones ya desarrolladas por los monopolios capitalistas: de allí que el nuevo poder debía mantener la centralidad.

En el SPF las empresas no poseían fondos propios ni tampoco podían obtener préstamos bancarios. Tenían en el banco una cuenta que les permitía retirar para los gastos y otra específica para el pago de salarios. Para el Sistema del Cálculo Económico, las empresas podían acceder al crédito si demostraban solvencia, similar a la forma de funcionamiento entre actores privados en el capitalismo. 

Los partidarios de la autogestión financiera sostenían la preponderancia de los estímulos materiales individuales. Para el Che, estímulo material y conciencia socialista eran términos absolutamente contradictorios. Si bien no los negaba, condenaba su uso como palanca impulsora de la economía. "Es por eso que luchamos contra su predominio, pues significaría el retraso del desarrollo de la moral socialista". (Sobre el Sistema Presupuestario de Financiamiento)

El Che concebía que los premios materiales conducirían a la lucha entre personas o grupos por asegurar determinadas condiciones de producción o distribución y obtener privilegios. Los medios de producción no les pertenecen a los trabajadores que los utilizan directamente, sino que son de propiedad colectiva, de la clase en su conjunto. Por ello sostenía el Che que es el deber moral social lo que debe guiar al individuo en el socialismo y no la búsqueda de beneficios personales.

"Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material como palanca, etc.), se puede llegar a un callejón sin salida... para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer el hombre nuevo. De allí que sea tan importante elegir correctamente el instrumento de movilización de masas. Este instrumento debe ser de orden moral fundamentalmente..." (El socialismo y el hombre en Cuba)

Sin agotar todas las implicancias que conlleva esta polémica, en el mes de un nuevo aniversario de su caída en combate, destacamos estos importantes aportes del Che en relación al papel de la ideología en la construcción del socialismo.

Sabrina Fara