Aunque la mona se vista de seda…

Ha querido el presidente Milei encontrar un ropaje que vista sus obscuras ideas contrarrevolucionarias, antipatrióticas e inhumanas, con esplendor… 

Por un lado, hace gala de un misticismo que lo pondría cerca de dios, y por otro busca la sombra de Alberdi, autor de “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”, para emular sus “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”. 

En lo primero, no sabemos qué tan lejos o cerca pueda estar de dios… De lo que hay constancia es de su buena relación con el sionismo; también con las iglesias evangélicas a quienes ha habilitado importantes sumas de dinero para caridad. En reciente visita al Vaticano abrazó y besó al Papa atestiguando la excelencia de la relación con la Iglesia Católica, pese al reclamo de los obispos argentinos por asistencia alimentaria para millones de empobrecidos argentinos que no comen diariamente. Estas amorosas relaciones dan por cierto que las “fuerzas del cielo” lo estarían acompañando. No sabemos hasta dónde y hasta cuándo… 

De lo que sí sabemos es cuán lejos esta del pensamiento de Alberdi, del que mucho se oculta como de tantos patriotas al conocimiento de nuestro pueblo. Las “Bases…” que dieron forma a la Constitución de la Confederación Argentina en 1853 significaron un proyecto político de avanzada de los pueblos de la nación, aspirando a un desarrollo independiente. Este proyecto impulsado por el ala progresista del Partido Federal después del Acuerdo de San Nicolas, venía a oponerse a los intereses portuario-dependientes de los negocios de importación y exportación en manos de una élite comercial ligada a la principal potencia industrial, comercial y financiera de la época: Inglaterra. Los mismos intereses que negaron apoyo y muchas veces sabotearon la guerra de la independencia americana. El presidente Milei, en las antípodas del pensamiento alberdiano, ya ha manifestado su decisión de afianzar la dependencia, haciéndose cargo de pagar la estafa de la deuda externa, abriendo las puertas al capital extractivo internacional, asegurando así la permanencia y rentas de los monopolios y el capital financiero, además de llevar adelante un criminal ajuste que dejará huellas profundas en la salud y educación de una población exprimida hasta su aliento y que ya no da más… Como si todo esto fuera poco, la recesión impuesta por el ajuste, como ya ha sucedido en ajustes anteriores del mismo sesgo económico, llevará a numerosas industrias a la chatarra perdiendo puestos de trabajo y capacidad productiva que no se recuperan en plazo alguno. Esta situación sin duda alguna asfalta el camino a la reprimarización de la economía y nos deja desvalidos en la defensa de nuestros numerosos recursos sin poder industrializar, frenando así la posibilidad del trabajo digno a miles de compatriotas. En síntesis, se engrosa y hace eterna la cadena de la dependencia, consolidando un sistema por el que nuestras riquezas son saqueadas y robadas por un puñado de capitales depredadores. 

Otro punto de importancia que separa al “liberal-libertario” del pensamiento de Alberdi es su publica alianza a los EEUU e Israel, los más grandes criminales de todos los tiempos, que en la actualidad llevan adelante entre otras guerras el genocidio y devastación del pueblo palestino que resiste con heroísmo y apoyo de los pueblos del mundo. Milei ha ignorado la condena al Tratado de la Triple Alianza de 1865 por “hacer la guerra de despoblación y empobrecimiento, que hicieron desaparecer a cincuenta mil argentinos y devastaron al Paraguay”. Esto que llevó a Alberdi a escribir “El crimen de la guerra”, un claro manifiesto que ha sido base de los muchos pronunciamientos antibélicos en el mundo, cobrando su pensamiento dimensión universal. No podemos dejar de señalar que junto a Alberdi en la condena a aquella guerra estuvieron también un puñado de patriotas americanos como lo fueron Felipe Varela, José Hernández, Ricardo López Jordán y otros que junto al pueblo argentino resistían las levas forzadas para ir a la guerra contra sus hermanos americanos. 

Milei es un conservador contrarrevolucionario filo fascista. Quiera la voluntad de nuestro pueblo alejar de nuestro suelo los peligros y miserias que la situación política en curso, amenaza.

Diego Quintero