2 de Abril - Islas Malvinas I De la prepotencia británica a la capitulación

Sábado, 13. Abril 2019
Malvinas

El 2 de abril se cumplieron 37 años del intento por recuperar y reintegrar al territorio nacional las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, usurpadas por la prepotencia del imperialismo británico.

Esta conmemoración llegó cuando aún resuenan los ecos de la tragedia del hundimiento del submarino ARA San Juan que le costara la vida a 44 argentinos, y cuyas verdaderas causas no han sido esclarecidas ni tampoco señalados sus responsables.

A su vez este nuevo aniversario se dio en el marco de un gobierno, el de Macri, que profundizó, con su política exterior de alineamiento con el imperialismo yanqui, la subordinación a los intereses colonialistas británicos y de la OTAN, aliados preferenciales de los EE.UU.

Un símbolo elocuente de la naturaleza y conducta, y a la vez de desprecio por los caídos en Malvinas y por las reservas antiimperialistas de nuestro pueblo, es la relación del presidente Macri con el supermillonario inglés y dueño de miles de hectáreas en la Patagonia, Joseph Lewis, del que además es socio en negocios energéticos.

Aprovechamos este nuevo aniversario para reiterar los puntos de vista expresados anteriormente en el no transar Nº 106, 11/04/2016, en defensa de la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas:

“Desde su ocupación en 1833, el colonialismo inglés mantiene de hecho y de prepo clausurada toda discusión sobre la soberanía argentina sobre las islas. En la década del 60´, la Resolución 2.065 de las Naciones Unidas encuadró la disputa afirmando: “Considerando que su resolución 1.514 (XV), del 14 de diciembre de 1960, se inspiró en el anhelado propósito de poner fin al colonialismo en todas partes y en todas sus formas, en una de las cuales se encuadra el caso de las Islas Malvinas”. Esta declaración y muchas otras posteriores, tanto en la ONU como en la OEA, como la reciente de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) de las Naciones Unidas, no modificaron un ápice la indiferencia y el desacato británico, poniendo de manifiesto una vez más que los dictados de los organismos internacionales no son exigibles al círculo de potencias imperialistas y sí a los países dependientes y/o colonizados.

De ahí que lo determinante de la relación con el Reino de Gran Bretaña, en lo político, económico y militar debe estar signado por la devolución de la parte de nuestro territorio usurpado. Más de cuarenta años después de la Resolución 2.065 y, en particular, tras la guerra de 1982, persiste en la gran burguesía argentina la decisión de eludir esta cuestión esencial.

Más aun, desde la firma del Acuerdo de Madrid, suscripto por Alfonsín en 1989 y ratificado por los sucesivos gobiernos hasta el presente, la discusión sobre la legítima soberanía argentina sobre las islas desapareció de las discusiones, bajo el llamado “paraguas”. Nuestros reclamos soberanos ni siquiera están ensombrecidos por la manifiesta ilegitimidad de la dictadura genocida para representar los intereses nacionales y populares, y sí lo demanda la memoria de los que cayeron luchando valientemente.

Al día de hoy, Gran Bretaña ha reforzado y extendido su presencia militar y económica en una región rica en recursos petroleros y gasíferos, y de alto valor geopolítico estratégico para el control del Atlántico Sur y sus pretensiones antárticas. No hay que olvidar además que es un miembro decisivo de la OTAN junto a los EEUU. (…)

Para los trabajadores, la reconquista de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur descansa en la intervención y movilización de las fuerzas antiimperialistas, patrióticas y populares. (…) para desenmascarar el oportunismo claudicante de los de arriba y ratificar el compromiso de los de abajo con la emancipación nacional y social”.

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Sábado, Abril 13, 2019 - 00:30

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