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¡Ningún trabajador en la calle!

En el 2010 pasaban a ser parte de Metrovías trabajadores tercerizados de seguridad. Luego de una larga lucha conseguían el anhelado pase a planta. En ese momento desde el subte se decía no a la tercerización.
En 2013, la AGTSyP firmaba un acta que aceptaba la llegada de trabajadores de seguridad tercerizados, hasta tanto las boleterías fueran blindadas. La empresa, por su parte, no cumplió el plazo estipulado: en la actualidad falta blindar más de la mitad de las boleterías. Al mismo tiempo, en un contexto donde se vaciaron las boleterías de boleteros y principalmente de auxiliares, en algunos casos estos trabajadores de seguridad cumplían un doble rol, pero con el sueldo y las condiciones de un tercerizado. Esto generó las bases para que el año pasado un grupo de tercerizados se organice y pelee por mejores condiciones, por que se respete un anexo del convenio de seguridad (anexo rama-subte). Lamentablemente esta lucha tenía un límite: la inestabilidad de los tercerizados, que los dejaba librados a ser cambiados de lugar de trabajo, lo que constituye un despido encubierto. Para la empresa fue muy sencillo desactivar el conflicto, más aún en un contexto donde el gremio no apoyó ni hizo propio el reclamo, limitándose a apoyarlos discursivamente. Mención aparte merecen las empresas prestadoras (Murata, Briefing, MCM) amigas del gobierno, que se beneficiaron de las condiciones precarias que le impusieron a estos trabajadores.
Hace unos días se conoció la noticia de que será la policía Metropolitana quien reemplace a los trabajadores de seguridad, lo que representa el despido de 120 trabajadores. Frente a esta situación, es necesario exigir que esos trabajadores sean absorbidos por Metrovías. La AGTSyP refuerza entre los trabajadores la idea de que el pase a planta de ellos atenta contra los ingresos de la bolsa de trabajo, pero los únicos que atentan contra esta son Metrovías, la UTA y ellos por ser garantía del inmovilismo en el subte, por dejar pasar el ajuste en los sectores sin proponer una sola medida de fuerza, y por enfrentar en su discurso trabajadores contra trabajadores. La salida no es negociar por la continuidad de unos pocos. Un gremio combativo y anti burocrático debe luchar porque ningún trabajador quede afuera. Ese el gremio que el activismo en el subte debe reconstruir.
Sofía Saenz
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