Ante el desastre socio-ambiental de Taym S.A.
FUERA ROGGIO
Salud popular o monopolios
La inundación y desborde de la planta de tratamiento de residuos peligrosos de Taym, el... Ver más
Entre el 23 y el 24 de marzo, el presidente de la principal potencia imperialista visitará el país, previa escala en Cuba, en plan de recomponer la hegemonía cuestionada en la región. Lo hace en momentos que se despliega la campaña electoral por el recambio presidencial en los EEUU.
Si ya era una burla a los pueblos y naciones oprimidas del mundo la condecoración como Nobel de la Paz en 2009 al responsable político de invasiones y masacres como las perpetradas por sus tropas en Libia, Siria, Afganistán e Irak, entre otras, también lo es presentarse como adalid de la democracia continental, cuando en realidad lo que pretende es retomar el control de su patio trasero. Viene para lograr la incorporación de Argentina al Tratado de Libre Comercio del Pacífico (TPP) controlado por las multinacionales yanquis, en ese marco terminar de subordinar la competencia del Mercosur y liquidar otras instancias regionales que obstaculicen su hegemonía.
La llegada de Macri al gobierno es una oportunidad que Obama aprovecha para tener un aliado en la región más obsecuente que sus antecesores. El vergonzoso respaldo expresado por el gobierno argentino a la oposición golpista en Venezuela, más allá de no lograr eco entre los mandatarios de la región, fue el primer guiño oficial del macrismo a la potencia del norte. El propio comunicado del gobierno estadounidense se encarga de aclarar que la visita a nuestro país es en reconocimiento a esa “contribución a la defensa de los derechos humanos en la región”. Por otra parte indica la voluntad de “cooperar en las áreas de comercio, inversión y seguridad ciudadana”. Así, medidas tales como la supresión de las retenciones a los emprendimientos mineros, la decretada ley de derribo y la flamante aprobación del “protocolo de seguridad” contra las luchas populares, actúan como tributos por adelantado a la visita imperial.
Cabe recordar que la última vez que un presidente de EEUU pisó suelo argentino fue George Bush en 2005. En oportunidad de la Cumbre de las Américas, nuestro partido fue protagonista junto a miles en las calles de Mar del Plata y el resto del país, de ponerle el último clavo al cajón del A.L.C.A. Once años más tarde, la llegada de Obama viene acompañada de una provocación extra. Si la sola presencia del jefe de la Casa Blanca en nuestro país ya es una afrenta a la conciencia antimperialista de nuestro pueblo, la decisión de hacerla el 24 de Marzo, al cumplirse 40 años del golpe de estado patrocinado por los EEUU, es una agresión inaceptable a todo un pueblo que viene luchando por la memoria la verdad y la justicia, a la par de pronunciarse contra la impunidad de ayer y de hoy, cuantas veces fuera necesario. Como tal, la presencia del presidente yanqui en Argentina debe ser rechazada con la masividad y contundencia que se merece en calles, plazas, fábricas, rutas e instituciones educativas, a la par de concitar el mayor despliegue y profundidad de la unidad antimperialista.
Tomado de la declaración del PRML
19/02/2016
Ante el desastre socio-ambiental de Taym S.A.
FUERA ROGGIO
Salud popular o monopolios
La inundación y desborde de la planta de tratamiento de residuos peligrosos de Taym, el... Ver más
Tras casi dos meses de trabajosos preparativos, el ENCUENTRO NACIONAL DEL SINDICALISMO COMBATIVO y ANTIBUROCRATICO convocado para el 5 de marzo no pudo ser, los desacuerdos prevalecieron.
... Ver más
La nominación de Carlos Zannini en la fórmula presidencial del FpV, entre una de sus consecuencias, expuso otra vez y públicamente el origen político del Secretario de la Presidencia y ahora... Ver más