Cuando todo parecía resuelto, entre el gobierno y la oposición parlamentaria, apareció el tercero en discordia, y tiñó al 14 de diciembre de una impronta combativa y popular, que... Ver más
Mejoran las condiciones para derrotar el ajuste libertario

Si en diciembre el gobierno de Javier Milei se jactaba de haber cerrado bien su primer año de gestión, el 2025 lo recibió con turbulencias. Estas habían comenzado antes del cierre del año pasado, cuando el Banco Central tuvo que intervenir fuerte para mantener quieto el dólar paralelo. No ayudó la decisión de Toyota de desarmar su “carry trade” por USD 600 millones: si el impacto negativo en las reservas es malo, peor podría ser que otras empresas tomen el mismo camino, en el marco de reservas negativas por USD 10.000 millones.
Continúa el franeleo con el FMI para alcanzar un nuevo acuerdo. Los funcionarios del Fondo se deshacen en elogios a la gestión libertaria, pero para largar más plata ponen como condición la devaluación del peso y la liberación del cepo, medidas que pondrían en crisis la baja de la inflación, principal caballito de batalla del gobierno. A pesar de la baja en las retenciones, los productores agropecuarios retacean la liquidación de cosechas, lo que impacta en la generación de divisas.
El tiempo de la tan prometida reactivación económica parece quedar cada vez más lejos. Mientras la producción pyme atraviesa una situación tremenda, son varias las grandes empresas que vienen solicitando procedimientos preventivos de crisis: Los Grobbo, Sancor y Granja Tres Arroyos se suman a Fate y Bridgestone que arrancaron el año pasado. Esta conducta empresarial, que combina efectos de “la macro” con maniobras financieras, es un escenario propicio para descargar un ataque sobre los trabajadores, despidiendo, recortando salarios e imponiendo condiciones precarias de trabajo.
Mayorías y minorías
En este cuadro, Milei fue a Davos en enero a hablar, no de sus presuntos logros económicos, sino del peligro social que representarían los homosexuales. No se trató de un exabrupto. El gobierno profundiza su línea de presentar un “culpable”; la reversión de “las minorías que viven del estado” encontró esta vez su recorte en los derechos de mujeres y diversidades, lanzando ataques contra la ESI, el derecho al aborto, la figura penal de femicidio, la identidad de género y los tratamientos hormonales.
El problema no se limita al sector ofendido, ya que detrás de esto se esconde una profundización del ataque en toda la línea a las condiciones de vida de las masas. Al aumentazo en la carne se le suman nuevas subas en servicios públicos y naftas, en el marco del avance de la precarización laboral y el ataque a la salud pública con despidos y cierres de programas.
Señalar a un sector para atacar al conjunto: una política de la que el gobierno hace uso y abuso. Ya se había visto, por ejemplo, con el “problema” de los extranjeros que se atienden en hospitales argentinos, caballito de batalla para avanzar en el desguace de la salud. A nivel local, es lo mismo que están intentando con el incendio de El Bolsón, que deja al desnudo la completa parálisis de los gobiernos nacional y provincial. Cuestión que pretenden tapar acusando a la comunidad mapuche y denunciando penalmente a Facundo Jones Huala, en el marco de una persecución a todo el pueblo de la Comarca Andina que llegó a la detención de tres brigadistas voluntarios.
Una agenda de poco vuelo
Fiel a su estilo, el gobierno quiso hacer de cuenta que la movilización del 1° de febrero no le impactó. Luego de que los voceros oficiosos explicaran que en realidad Milei no dijo lo que dijo en Davos, Adorni anunciaba que se prohíbe que los menores de edad hagan tratamientos hormonales (hasta ahora lo podían hacer a los 16 y 17 años) y que los presos pidan traslado por identidad de género. Siguen siendo medidas reaccionarias, pero muy lejos del impacto que podría tener la eliminación del agravante por femicidio.
Tratando de salir del enredo que él mismo generó, el gobierno impulsa el debate por la suspensión de las Paso y el proyecto de ley de “ficha limpia”. La rosca interna como prioridad, lejísimos de algún problema relevante para las masas, a la vez que se le vuelve a poner el eje a una oposición parlamentaria dividida en colaboracionistas plenos, parciales y denunciadores de tribuna.
El paquete se cierra con la salida de Argentina de la OMS, siguiendo la línea de Trump en EEUU. Es indignante que el gobierno justifique la decisión en una “defensa de la soberanía”, cuando le están chupando las medias al mandamás yanqui a ver si tercia en la negociación con el FMI.
Con esta pobreza política, el gobierno que amenaza con “correr a los zurdos” encara un año que arrancó mal pisado.
Mejoran las condiciones
El gobierno puede seguir aplicando su plan en medio de esta pobreza política y precariedad económica gracias a que tiene neutralizada a la oposición del régimen. Eso por arriba. Por abajo la cosa no es muy distinta. Frente a la colaboración de la CGT y la tibieza de las CTA, la vacante de dirección no fue ocupada por una propuesta combativa; ello, sumado al brutal ataque contra el movimiento piquetero, deja a los trabajadores y el pueblo sin una dirección visible.
Esto no quiere decir que no haya luchas. Trabajadores de la salud se organizan frente a los ataques en el sector. En Acindar, el paro general enfrentó la amenaza de más suspensiones. Los trabajadores de la multinacional Linde Praxair paran sus cinco plantas en el conurbano bonaerense como respuesta a despidos antisindicales. El paro parcial de maquinistas, arrancado a La Fraternidad durante enero, puso sobre la mesa el problema del salario, en medio de nuevos despidos en el Roca. Los ataques al movimiento obrero no son nuevos, pero la respuesta va cobrando forma.
En ese marco, la inmensa movilización del 1° de febrero, impulsada por el movimiento de mujeres y diversidades, fue una gran demostración en la que confluyeron todos los agraviados por la política del gobierno. Se cae el argumento de que “la gente no quiere luchar”. Una autoconvocatoria armada en pocos días reunió en 150 ciudades del país la movilización más importante contra el gobierno, tanto por masividad como por programa: bajo una convocatoria “antifascista y antirracista”, fue de hecho una impugnación al contenido reaccionario del plan libertario.
Van asomando condiciones favorables para enfrentar al gobierno. Hay que empujar la confluencia de todos los sectores que quieren parar el desastre libertario para unificar las luchas en un paro general activo. A este planteo hay que darle cuerpo con una intervención audaz en los conflictos, generando referencias de punta que sean importantes para producir tanto la acumulación como el vuelco que la situación necesita. Enfrentamos a un gobierno que no se va a conmover por más miles que seamos en las calles. Es necesario luchar para que se vayan.
El PRML pone su esfuerzo militante en encarnar esta política en la primera línea del combate obrero y popular. Lo hacemos en el año del 60 aniversario de la fundación de nuestro partido, nacido en 1965 como Vanguardia Comunista, ratificando los principios que dieron origen a nuestro proyecto: la lucha revolucionaria para que la clase trabajadora conquiste el poder y abra paso a la Liberación y la construcción del Socialismo.
Agustín Damaso
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