Finalmente, renunció Gómez Alcorta

El Encuentro se desarrolló en medio de la salida de tres ministros, desgastados por la situación política y su incapacidad de dar respuestas. Una fue Elizabeth Gómez Alcorta, quien desde sus inicios estuvo a cargo del Ministerio de Mujeres Géneros y Diversidad – MMGyD. Su gestión era criticada desde hace tiempo por propias y ajenas. Entre las varias críticas recibidas, recordamos que dejó pasar la represión en Guernica sin responder al pedido de ayuda de las mujeres que le explicitaron públicamente y más de una vez, que estaban allí intentando escapar de situaciones de violencia machista. Se sumó a esto el hecho de haber aceptado sin chistar a Manzur. 

Su academicismo con poca vida práctica llevó a que su gestión no pasara de describir cómo con la agudización de la crisis avanzó la feminización de la pobreza y la violencia machista, pero sin hacer nada de fondo, ni poner al menos en cuestión el vaciamiento presupuestario del Ministerio. Muchas profesionales y militantes desilusionadas emprendieron el retiro de su gestión, en la medida en que fue ganando lugar el apodo de “ministerio de cartón”. Ya desgastada, con la detención aberrante de las mapuche, encontró finalmente un tope. Sin capacidad para interceder, su renuncia fue antes que un posicionamiento de principios, una confesión de parte de su propia inoperancia y de su incapacidad política para pararse en el movimiento de masas para pedir justicia. Así las cosas no le quedaba otra que irse. 

En su reemplazo el presidente puso a Ayelén Mazzina. Hija del armado de los Saá en San Luis y parte del FdT, es criticada por no haber intervenido ante el femicidio de Florencia Morales perpetrado por la policía, ni en la búsqueda de Guadalupe. Su perfil ligado a los derechos de la comunidad LGTB, tal vez le dé por ahora un poco aire. Pero más allá de eso, le va a tocar dirigir un ministerio con escaso presupuesto. Para el año próximo con un recorte de un 10,3% el MMGyD, tiene el presupuesto más bajo de todas las asignaciones, con solo un 0,19% en relación al total de los presupuestos estatales. Teniendo en cuenta que el 90% va al magro subsidio del Programa Acompañar, el ajuste hacia uno de los ministerios más sensibles resulta criminal en un país que no logra bajar la estadística de un femicidio diario. Es necesario que demos la pelea para que la plata se destine a nuestras necesidades y la próxima parada es el 25N en el que militaremos para salir con todo a las calles. 

JQ