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Plan de lucha frente a una nueva ola de despidos
El plan de ajuste del gobierno de Cambiemos se hizo sentir sobre las espaldas de los trabajadores, con inflación, tarifazos, paritarias de miseria, salarios muy por debajo de la canasta básica y miles de despidos. En el caso de los trabajadores estatales de la administración pública nacional se habían registrado 10.700 despidos hasta el 31 de marzo pasado. Esa primera ola se frenó con la movilización de miles de estatales que ganaron las calles pero era sabido que no terminaría ahí. Las recientes declaraciones del ministro de Modernización, Andrés Ibarra, confirman la nueva tanda de despidos que pretenderá dejar a miles de estatales en la calle el diciembre próximo.
Este plan se llevará a cabo detrás del discurso de eficacia y eficiencia a partir del “Programa de Análisis de Dotación del Personal” difundido por el Ministerio de Modernización. El plan consiste en hacer una meticulosa inspección del Estado para evaluar las diferentes áreas. Tras este paso, se activarán traslados de personal, capacitaciones, jubilaciones, retiros voluntarios e incluso la no renovación de contratos. A grandes rasgos el plan apunta a:
1. Establecer lo que se considera una “plantilla óptima” de cada dependencia estatal. Se trata de un análisis de la “dotación inicial” (los recursos humanos actuales) y la “dotación adecuada” (los recursos humanos “necesarios”).
2. Impulsar la jubilación compulsiva de 12 mil empleados públicos en lo que resta de este año y de otros 3000 anuales por los próximos tres años. El recurso sería obligar a retirarse al personal que ya cumplió 30 años de servicio y una edad de 65 años en el caso de los hombres y de 60 en las mujeres.
3. Aplicar el programa “Valores” haciendo circular planillas para que cada empleado explique sus funciones y entre todos armen un mapa de trabajo, en el que quede claro cuáles son las tareas que se realizan y los cargos superpuestos, sumado al mayor control del presentismo mediante datos biométricos.
Este plan no sólo busca justificar despidos arbitrarios, dejando sin tareas a los trabajadores, sino que también busca acceder al conocimiento de quienes sostienen las políticas públicas a través de autoevaluaciones y poner a competir a los trabajadores en la carrera por conservar el empleo.
En lo concreto buscan continuar con el plan de despidos en el Estado, intentando ocultarlo detrás de falsos discursos de eficacia y eficiencia como ya lo hicieron con el discurso de los ñoquis a principio de año. Pero la única realidad es que en marco del plan de ajuste el gobierno viene a reducir el gasto público y esto lo hace a través del desfinanciamiento y vaciamiento de algunas políticas públicas, la desaparición de otras y los despidos, en dirección una mayor precarización y flexibilidad laboral.
El cinismo del gobierno nacional llega a tal punto que contrapone cantidad de trabajadores con el pase a planta permanente (hasta hoy solo una promesa) buscando dividir a los estatales, suponiendo que la estabilidad laboral se podría alcanzar si se reduce la cantidad. Un planteo completamente falso si se tiene en cuenta que la inversión no es mayor si los trabajadores están en planta.
Frente a la coyuntura actual, con el crecimiento galopante de la inflación, el aumento de los niveles de pobreza e indigencia y la desocupación trepando el 10% lo que sobran no son trabajadores sino que faltan políticas públicas que respondan a las necesidades del pueblo.
Mientras el Ministro de Modernización sale a atacar a los trabajadores con la amenaza de los despidos dando libre albedrío a los privados para que sigan este camino, la dirección sindical de UPCN con Andrés Rodríguez a la cabeza (actual Secretario Adjunto de la flamante CGT) no hizo comentario alguno. Por otro lado, a las direcciones de ATE hay que señalarles que con la denuncia no alcanza, en paralelo de que siguen priorizando sus internas por sobre los intereses de los estatales, convocando medidas divididas según seccional y de manera aislada. La propuesta de ATE Nacional de paro y movilización para el próximo 29/9 es una iniciativa correcta, pero insuficiente. Frente al avance del gobierno es necesario un plan de lucha con medidas escalonadas, que incluyan el rechazo al “Programa de Análisis de Dotación del Personal” y la negativa de los trabajadores a completar autoevaluciones, en dirección a fortalecer la convocatoria al paro nacional activo. La única garantía para avanzar en este camino es la presión que pueden hacer los trabajadores desde la base, superando las limitaciones de las direcciones sindicales y construyendo otro modelo sindical que con juntas internas, delegados y activistas combativos se ponga en jaque la política de ajuste de Cambiemos.
Ema Díaz
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