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El pasado 3 de mayo fueron excarcelados los compañeros Julián Lazarte de la CUBa- MTR y Oscar Santillán del MTR Histórico. Jaru Rodríguez fue excarcelado en la misma causa, pero continúa detenido por otra acusación.
Lazarte, Santillán y Rodríguez estuvieron detenidos casi dos meses por decisión de la justicia porteña, que los acusó de “asociación ilícita” luego de la movilización de repudio al acuerdo del gobierno con el FMI, el 10 de marzo. La excarcelación fue resuelta por la jueza federal Capuchetti, a cuyo fuero recayó la causa luego de que se hiciera efectiva la inhibición del juez Circo de la CABA.
Inmediatamente después de la movilización, la justicia de la Ciudad comenzó una persecución contra los manifestantes apoyada en el montaje de una operación mediática. Santillán fue detenido durante la jornada, luego de lo cual trascendió que en su celular se habían encontrado pruebas comprometedoras, que al final resultaron ser simples conversaciones sobre la movilización. Ese mismo día, el ministro de Seguridad porteño Dalessandro salía por televisión diciendo que “al que arrojó la molotov hay que imputarlo por intento de homicidio”. La semana siguiente los medios anunciaban la detención “del manifestante de la molotov”: Resultó ser Lazarte, cuya prueba en su contra era... el parecido físico. En cuanto a Jaru, quien fue seguido durante todo un día antes de su detención, el elemento de prueba era una imagen suya empujando un contenedor de basura. Con esas pruebas la justicia de la CABA tuvo encerrados a los compañeros. Si bien la situación era insostenible en el tiempo, además del daño hecho, lograron que un juzgado de primera instancia planteara la acusación de asociación ilícita frente a detenciones por una movilización, y que esto fuera ratificado por la Cámara de apelaciones: un antecedente jurídico para próximas persecuciones políticas en el ámbito de la Ciudad.
En cuanto a la justicia federal, esta entró a la causa pisando fuerte, con ocho pedidos de detención y con acusaciones de intimidación pública. Sin embargo, todos los pedidos de eximición de prisión fueron aceptados, y en la apelación fue revocada la intimidación pública, quedando solo la imputación por daño agravado. Apenas llegada la causa que tramitaba CABA, el pedido de revocatoria de preventiva fue aceptado.
Esto permitió la libertad de Lazarte y Santillán. En cuanto a Jaru, va a continuar detenido a disposición de la justicia de la Provincia de Buenos Aires, ya que luego del allanamiento en su domicilio él y sus compañeros de vivienda fueron acusados de “tenencia de marihuana para comercialización”, tras haberles incautado plantas de marihuana. Si bien se despeja la acusación estrictamente política, es un caso más de persecución contra el autocultivo, en tiempos en que el verdadero negocio se lo disputan el narcotráfico y las grandes empresas que pujan por la producción industrial. Amén de que esta detención injusta se deriva de la detención tras la marcha contra el FMI, también injusta.
La libertad de los compañeros es un importante triunfo de la movilización democrática, máxime teniendo en cuenta el antecedente inmediato de las condenas contra Ruiz, Arakaki y Romero y el fallo favorable a la extradición de Facundo Molares, en un marco en el que la represión a los que luchan es cada vez más frecuente. Este resultado se apoya en la solidaridad recogida desde el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, desde donde se organizó la primera conferencia de prensa y la visita de organismos a Lazarte, y la formación de la coordinadora por los presos políticos, que impulsó las dos movilizaciones a la justicia de CABA y demás actividades. También fue importante la solidaridad expresada con Lazarte en el acampe durante el juicio a Molares, ambos detenidos en Ezeiza. Y sin dejar de mencionar el trabajo destacado de las defensas, asumidas por compañeras y compañeros de CADeP, CORREPI y la Gremial de Abogados y Abogadas.
Queda por delante seguir peleando por la libertad de Jaru y por el sobreseimiento de los acusados tras la movilización, en el marco de darle continuidad a la pelea por la libertad de todos los presos y la defensa de todos los acusados por razones políticas.
Facundo Palacios
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