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La larga lucha de los trabajadores de Lear

Pasaron más de ocho meses desde aquel 28 de mayo cuando la autopartista yanqui decidió dejar cesante al 50 % de la planta -entre suspensiones y despidos-.
La situación actual es que aún hay 16 trabajadores cesanteados que no fueron reincorporados como dicta la medida cautelar del 16 de diciembre pasado resuelta por la Sala X de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, que ordena la reincorporación de los mismos.
En contrapartida, la autopartista -puntualmente su director Antonio Marín- refirió que cuenta con el aval de la Justicia para sostener los despidos.
El nudo está en que el fallo indica que no puede haber despidos masivos sin antes realizar un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), la empresa tergiversando esto no sólo puso en pie un PPC totalmente a destiempo (por lo cual pierde su objetivo preventivo) sino que se niega a la reinstalación y continúa ofreciéndoles dinero (cifras de hasta más de $200.000) en concepto de indemnización.
El juez de feria Alejandro Sudera, frente a una presentación de la autopartista en dicho sentido, consideró que la cautelar estaba cumplida –lo cual es totalmente falso porque los 16 compañeros continúan en la calle- por eso el abogado patrocinante de los trabajadores apeló. La decisión de la Cámara se conocerá en los próximos días.
Es trascendental entender que no es fácil ganar un conflicto de estas características, donde la patronal estadounidense, la patotera burocracia sindical del SMATA, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo –gobierno nacional y de la Pcia. de Bs. As- y el Ministerio de Trabajo se posicionaron unitariamente en pos de intentar no sólo “quebrar” a los trabajadores despedidos, sino adoctrinar a los que garantizaron la producción dentro de la fábrica todos estos meses y reprimir a los activistas y militantes en las medidas de apoyo.
No olvidemos que esta situación se da en un contexto donde tantas otras empresas quieren avanzar con los despidos durante el 2015, por eso es crucial cómo finaliza uno de los conflictos más importantes del 2014 que encontró una fuerte resistencia por parte de sus trabajadores.
Más allá de triunfos o derrotas, sigue siendo clave la unidad de los sectores combativos y la izquierda para salir triunfantes y lograr así un aleccionamiento para los trabajadores en su conjunto que deben “parar, ocupar y luchar” en función de quebrar el ajuste; y en contrapartida para los enemigos de clase que deberán pensar bien antes de tomar definiciones como en Lear.
Lucrecia Amenábar
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