Asamblea abierta contra la deuda

La reestructuración con los acreedores privados (agosto 2020) no mejoró la cotización de los bonos de deuda argentina, pero ayudó al gobierno a estabilizar el frente financiero, al menos en el corto plazo. En ello también colaboraron la suba del precio internacional de la soja a valores históricos (en torno a U$S 600) y los tres pagos de U$S 300 millones hechos al FMI (noviembre, febrero y abril), “señales de buena voluntad” del gobierno hacia el Fondo realizadas a pesar de la grave crisis económica y social del país. El siguiente paso en la agenda oficialista es renegociar el conjunto de la deuda con los organismos multilaterales de crédito. Por eso Alberto Fernández estuvo de gira por Europa buscando apoyos de los distintos mandatarios, en lo inmediato para postergar los U$S 2.400 millones que deben pagarse al Club de París.

El festival de endeudamiento del macrismo tuvo como destino la especulación financiera con atractivas tasas de interés e importantes desregulaciones, y el crédito al FMI vino a financiar la retirada una vez agotado el ciclo. Los capitales especulativos hicieron su negocio pero la deuda la paga el pueblo, pues el acuerdo con el FMI supone un paquete de ajuste económico, una especie de “garantía de pago”: Argentina debe demostrar que reducirá el gasto fiscal e implementará reformas de largo plazo en materia laboral, impositiva, jubilatoria, etc, con el objetivo de recaudar los dólares para el organismo y los bonistas privados. A cambio, el Fondo extiende los vencimientos en el tiempo: otorgan 10 años, el gobierno pide 20 años. En ambos casos es una deuda impagable, no solamente en sí misma (que lo es) sino fundamentalmente porque se acumula con la deuda privada, que tiene importantes desembolsos a partir de 2025. En el horizonte el país no crecerá lo suficiente ni acumulará las divisas necesarias para cumplir con todos los vencimientos, y entrará indefectiblemente en default. En ese sentido, el objetivo oficialista de hacer la deuda sustentable es un cuento, pues se trata de un mecanismo de extracción de riquezas de los países dependientes incompatible con el desarrollo y el bienestar económico del pueblo.

En la vereda de enfrente, la “Autoconvocatoria por la suspensión del pago e investigación de la deuda” realizó un pronunciamiento unas semanas atrás, firmado por más de 400 organizaciones y referentes populares, denunciando el acuerdo estratégico dentro del Frente de Todos de reconocer el conjunto de la deuda y reestructurar su pago, usando su ilegitimidad e ilegalidad únicamente para perseguir judicialmente a la oposición macrista, no para desconocer el empréstito contraído. 

La campaña continúa con una Asamblea Abierta, con la convocatoria de Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas, entre otros referentes, a realizarse el 18/5 a las 18:30 en forma virtual. El objetivo es abrir el micrófono a las organizaciones sociales, referentes, sindicatos, centros de estudiantes y partidos políticos para debatir la situación de la deuda externa argentina y dar forma a un plan de lucha que exija al gobierno y al Congreso la suspensión inmediata de los pagos, la investigación de los delitos cometidos en torno a la deuda y el juicio y castigo a los responsables.

David Paz

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