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Al ajuste y la derecha los paramos en la calle
El 14 de septiembre se realizó una multitudinaria marcha multisectorial convocada desde la unidad piquetera. Aparte de los movimientos que conforman la UP, también participaron otros movimientos piqueteros y sindicatos docentes de educación primaria, secundaria y universitarios, estatales, organismos de derechos humanos, organizaciones del ambientalismo y partidos políticos.
Las consignas fueron Al ajuste y a la derecha los paramos en la calle. Abajo el ajuste de Massa y el FMI, contra la ofensiva de Milei y la derecha. Por el triunfo de todas las luchas obreras y populares. Defendamos la salud y la educación públicas de calidad! Aumento del presupuesto para educación y salud. Entre otros reclamos de distintos sectores populares.
Esta iniciativa se construyó en el marco de la sorpresa por el resultado de las Paso, que tuvieron como candidato más votado a Milei. Al mismo tiempo estuvo marcada por la devaluación del peso del 20% que impactó rápidamente en precios, acelerando la inflación que en Agosto y Septiembre rondó el 12%, depreciando fuertemente el poder adquisitivo de los trabajadores. Cualquier semejanza con el castigo de Macri luego de perder también las Paso de 2019 no es coincidencia.
Es que una vez más los que nos gobiernan utilizan la excusa de las elecciones y su resultado para descargar aún más la crisis económica sobre la espalda del pueblo trabajador. Massa justificó dicha devaluación planteando que fue una exigencia del FMI. Aunque el organismo internacional habría pedido una devaluación del 100%. Es decir queda todo un largo camino de ajuste y entrega.
Las medidas de recomposición de ingresos resultan insuficientes frente a una inflación que acumula 140% interanual. Impactando sobre la media en productos de la canasta básica. Los datos arrojados por el INDEC, ratifican la tendencia que desde el 2015 impusieron gobiernos, monopolios y banqueros. Crecimiento de la población que percibe ingresos por debajo de la línea de la pobreza y la indigencia. Superando el 40% y el 10% respectivamente a nivel nacional. No son sólo números. Somos millones de personas que por más que trabajamos a destajo, no llegamos a fin de mes. En el conurbano bonaerense así como en el NOA y NEA el porcentaje asciende al 50%, lo mismo en la niñez y la juventud.
Este caldo de cultivo sin duda es la base material para la expresión del descontento que reinó en las elecciones pasadas. Con gran número de abstención y voto en blanco o nulo. Y el voto a La Libertad Avanza expresa hartazgo y no un consenso de masas sobre ideas fascistoides.
Una vez más, el movimiento piquetero jugará un rol importante en la lucha de clases de la Argentina. Ya lo vaticina esta campaña electoral donde la mayoría de los candidatos nos pone como el principal problema a resolver. Es que somos el sector más dinámico de la clase y sin duda para aplicar los planes de los de arriba primero van a tener que derrotar o desarticular a este movimiento combativo que a diferencia del 2001 tiene mayor estructura, mayor coordinación y más organización. Teniendo en la Unidad Piquetera una confluencia programática sobre las reivindicaciones inmediatas y que mediante el combativismo y la lucha frontal se erigió como una referencia en la lucha por mejores condiciones de vida y de peso decisivo, en otras luchas populares.
Aunque también hay que poner en la balanza la existencia de todo un sector que definió institucionalizar al movimiento en el marco de gobiernos que nos quieren sacar de la calle, pero no de la pobreza. El mayor pecado que cometen es furgonear proyectos gran burgueses sin disputar la dirección política. Hoy la UTEP se ata a los tiempos institucionales y realiza una campaña electoral basada en generar miedo sobre lo que se puede venir en caso de que gane Milei. Pero dejan de lado la mejor pedagogía, la que se practica en las calles, cuando castigamos a los ajustadores de hoy y a los negacionistas y entregadores de mañana. La transición a lo desconocido que transitamos necesita de acciones claras que expresen el repudio masivo y marquen la cancha al conjunto de las clases dominantes
En este sentido también será importante la acción de lucha que realizaremos la semana previa a las elecciones de Octubre. Ratificando que de la calle no nos van a sacar mientras continúe el desabastecimiento de los comedores populares, no se genere trabajo registrado y con sueldos que alcancen la canasta básica. Exigimos que se realicen las obras en los barrios para que todos los vecinos podamos tener acceso a agua potable, cloacas, tendido eléctrico, gas, etc. No queremos más inundaciones cuando llueve, necesitamos urbanización y viviendas dignas.
En ese marco fue un gran reflejo la convocatoria a un a multisectorial. Así como también se dio en otros ámbitos convocatorias similares. A ocupar las calles, a deliberar en asambleas, espacios de trabajo y estudio cómo organizarnos para la Argentina que se viene. Que sin duda, por los tres candidatos con más chances de ganar, expresan con sus matices una continuidad de la subordinación al FMI, principal ancla heredada del macrismo. Que nos somete a profundizar la dependencia.
Así mismo los canales institucionales están sirviendo de canal para el avance o consolidación de las ideas neoliberales y reaccionarias. Seguramente el parlamento que vendrá será mucho más un instrumento de dominación que una caja de resonancia de las luchas populares. Por eso fue incorrecta y sectaria la propuesta del PTS de plantear que la multisectorial debía proclamarse llamando a votar al FITU.
Para que este espacio sea una herramienta de reagrupamiento de las organizaciones que luchan o están dispuestas a resistir los embates que se vengan. Hay que esquivarle al sectarismo y plantear un programa amplio pero combativo. Más allá de las extracciones políticas o de a quién vota cada uno. El ajuste y el saqueo recaerá sobre los trabajadores y es tarea de las organizaciones de la izquierda revolucionaria y del movimiento piquetero combativo generar las instancias de coordinación necesarias para dar cauce a la bronca y la lucha popular con un programa antiimperialista, por la ruptura de relaciones con el FMI, la nacionalización de los recursos estratégicos y el comercio exterior.
Víctor Pucará
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