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#3J 10 años - Dijimos Ni una Menos junto a las luchas en curso

A una década del primer grito colectivo de Ni Una Menos, volvimos a llenar las calles. Lejos de tratarse de una mera conmemoración, movilizaciones como la realizada en la CABA dejaron un piso para volver a darle un nuevo impulso a nuestra lucha.
Al cumplirse diez años del primer #3J, en todo el país hubo movilizaciones el 3 de junio, salvo en la Ciudad de Buenos Aires, donde la convocatoria se trasladó al miércoles 4 para confluir con la lucha de las y los jubilados. Además de esta jornada que marca el camino a seguir, el #3J también arrojó aspectos a destacar en otras ciudades. En Córdoba, la marcha continuamente desafió a la policía de LLaryora, logrando ganar la calle y que el gobernador no pueda concretar su sueño de aplicar un protocolo anti piquete como el de Bullrich. En Jujuy se movilizó con la bronca que despertaron los tres femicidios ocurridos en una semana, y luego de que el pueblo de Fraile Pintado saliera a la calle exigiendo justicia por Tamara Ferro y castigo a las responsables políticos y materiales de su femicidio. En Rosario, si bien la jornada no fue como la del #8M, logró sostener una importante convocatoria, como sucedió en otras ciudades. Y en Mar del Plata, la lucha por justicia por Lucia Pérez, el femicidio que provocó el llamado “primer paro de mujeres”, siguió en las calles, tras el fallo judicial que definió que el caso no está enmarcado por la violencia de género anulando la pena por femicidio a Matías Farias. La movilización sostuvo que fue femicidio, y que no vamos a permitir que el gobierno use este fallo como precedente para eliminar la figura del código penal, como signo de negación de la violencia de género.
En la CABA, a mediados de mayo aún no se había convocado a ninguna asamblea para organizar el #3J. Veníamos de la jornada del #8M y sus sensaciones encontradas: aunque la capacidad de movilización seguía intacta, advertimos que también se hicieron visibles los límites del momento. La falta de coordinación, de mínimos acuerdos y cierta dispersión, primaron en marzo dentro del feminismo. Para esta jornada, planteamos la necesidad de superar esta situación y retomar lo mejor de la experiencia de los primeros años posteriores al #3J: el esfuerzo colectivo por construir unidad en las calles con ejes de convocatoria comunes, con el objetivo de darle una dirección, un norte de lucha, al sosiego y la bronca que provocan las medidas misóginas y antipopulares del gobierno. Algunos de estos aspectos comenzaron a reactivarse, y habrá que ver si continúan desarrollándose y de qué manera.
Tras las elecciones legislativas del 18 de mayo, finalmente se convocó a la primera reunión para organizar la jornada. En sólo dos semanas, dos asambleas y dos reuniones de comisiones, el movimiento de mujeres y diversidades volvió a poner en pie una importante concentración callejera superando algunos de los límites del #8M. ¿Cómo lo hizo? Gracias a la lucha de las y los jubilados que logró ponerle un eje a la dispersión. Si bien hace años que los miércoles se concentran frente el Anexo del Congreso denunciando ingresos de miseria, su lucha sostenida contra el ajuste de Milei y la cruenta represión de Bullrich está convirtiendo a su tenacidad en un polo catalizador de luchas. Aquella consigna que sacamos “todos los miércoles con los jubilados”, fue un acierto que se volvió a corroborar. Fue correcto el acuerdo de pasar la movilización del martes 3 al miércoles 4 de junio, apostando a la confluencia, porque la convocatoria a 10 años del Ni una Menos que empezó agitando el apoyo y la unidad con las y los jubilados, terminó sumando a distintos sectores golpeados por la motosierra del gobierno. Es así que logramos confluir en las calles, el movimiento de mujeres y diversidades, los y las jubiladas, el sector de discapacidad, el Garraham, el Posadas, el Bonaparte, el Conicet, sectores de la cultura y la educación pública, en una gran concentración frente al Congreso que le ganó la calle al protocolo represivo.
Más allá de no tener el contagio de masas que supieron tener las convocatorias de la marea verde, lo virtuoso de la jornada fue la confluencia de las luchas del movimiento de mujeres y diversidades, con los conflictos protagonizados por las y los laburantes que están resistiendo en sus lugares de trabajo el embate del gobierno.El movimiento en sí está atravesado por estos conflictos, porque muchas mujeres formamos parte de espacios laborales precarizados, como la salud, la educación y el área de discapacidad, así como de trabajos informalizados en las barridas populares. Son trabajos ligados a las tareas de cuidado, feminizados, y por eso históricamente mal remunerados, con escasas o nulas posibilidades de acceder a una jubilación sin moratoria. Y si bien esto aporta al desarrollo del movimiento de mujeres y diversidades a anclarse en la clase trabajadora, el 4 la confluencia no fue solo dentro del mismo movimiento, sino con luchas abiertas protagonizadas por un sector de clase obrera que intenta, a pesar de los Daer, dar pelea. Vale la pena rescatar esta coordinación, para ver cómo puede profundizarse y qué puede aportar el movimiento de mujeres y diversidades a la pulseada de fondo con el gobierno, teniendo en cuenta que lo determinante para la situación que estamos viviendo, es que en las calles se le pueda poner un freno a su barbarie.
Para la organización de la jornada, la idea que primó por encima de todo fue sostener que la tarea del momento es la unidad de las luchas. Otro acierto. Como movimiento de mujeres y diversidades, logramos volver a construir un documento del sector entre las organizaciones de izquierda y el feminismo peronista y dimos el debate para que se lea en un acto unitario. Y aunque el peronismo se negó a la realización del mismo hasta último momento, logramos concretarlo con la perseverancia de las organizaciones de izquierda dispuestas a llevarlo adelante y referentes del colectivo NI una Menos. Detrás del argumento que esgrimían respecto a que no había condiciones para montar un escenario por el protocolo anti piquete o por su costo monetario, se encuentra el defensismo y la visión derrotista con la que el feminismo peronista viene encarando el período. No negamos que el golpe del gobierno es durísimo y que el contexto para dar pelea presenta extremas dificultades, pero cada esfuerzo de lucha tiene que ir en dirección a derrotarlo y a generar las herramientas y condiciones para eso. Por esta razón sostuvimos el debate y el llamado a que, sin negar las diferencias, pero sin permitir que nos inmovilicen, se realice un acto unitario que demuestre la coordinación, tarea pendiente del #8M. Ese acto fue otro acierto: allí se escuchó el Fuera Milei y la urgencia de llamar a un paro general, entre las consignan contra el ajuste y el FMI, contra la reforma laboral y jubilatoria y las propias por nuestros derechos. Pusimos otra vez en las calles un grito común contra los femicidios, lesbicidios y trans travesticidios, la violencia machista, el vaciamiento en las áreas de género y diversidad, los discursos de odio del gobierno y la defensa del Aborto Seguro y Gratuito que es Ley y la ESI. Un grito de resistencia colectivo a los golpes de la LLA y su intento de quebrar al movimiento de masas.
En el marco del #3J, construimos una importante jornada que nos dejó un nuevo piso sobre el cual continuar construyendo. Si el 4 de junio la tarea planteada y convocante fue la unidad, el paso ahora es debatir con mayor fineza: ¿Para qué? De nuestra parte, seguiremos trabajando hacia el paro activo nacional para que se vayan, planteando la necesidad de una coordinadora nacional de la resistencia y las luchas que pugne por dirigir esa unidad sin sectarismos y queremos que el movimiento de mujeres y diversidades empuje en esta dirección. Por eso es importante impulsar y sostener las marchas, asambleas, multisectoriales, reuniones y espacios de encuentro que estén en pie y que podamos construir con esta perspectiva, así como lo fue nuestra participación en las movilizaciones.
En este sentido, luego de la actividad realizada previa al #3J, invitamos a la próxima reunión online que estaremos organizando junto a compañeras de todo el país. La convocatoria será publicada por la red de FB: Mujer y Rebelión.
Julia Quinteros
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