Este año la desigualdad social, medida en función de la distribución del ingreso, volvió a agrandarse y en paralelo la brecha por motivo de género. Las mujeres estamos más pobres, con menos ingresos y aguantando el peso de la crisis, agudizada por el ajuste salvaje de Milei, que sigue destruyendo las políticas de género, la salud, la educación pública y el empleo tanto público como privado.