Las Tesis de Abril

Miércoles, 19. Abril 2023

La noche del 3 (16) de abril de 1917 Lenin arriba a Petrogrado retornando del exilio. Es recibido por centenares de obreros, marineros y soldados, así como por miembros del partido Bolchevique, del Soviet de Petrogrado y del partido Menchevique. Todos corean estruendosamente La Marsellesa desde los andenes de la estación de trenes Finlyandsky, a la vez que claman para que los emigrados digan unas palabras. Inmediatamente se organiza un acto. El menchevique Chjeídze toma la palabra y realiza un discurso de bienvenida adulador, planteando que la tarea fundamental del momento era estrechar las filas de la “democracia revolucionaria” en aras de defender la revolución. El recién llegado líder del bolchevismo, ignorando la conciliación menchevique, replica: “No se encuentra lejana la hora... cuando los pueblos voltearán sus armas contra sus propios explotadores capitalistas... La revolución socialista mundial ya ha amanecido... La revolución rusa realizada por ustedes ha preparado el camino y ha abierto una nueva época. ¡Viva la revolución socialista mundial!”

Al día siguiente, el 4 (17) de abril de 1917 Lenin acude a una reunión de delegados bolcheviques donde presenta un informe titulado “Las tareas del proletariado en la actual revolución”. Horas más tarde, repetiría su informe en una reunión conjunta de bolcheviques y mencheviques delegados a la Conferencia de Soviets de toda Rusia. Estas tesis conforman lo que popularmente se conoce como “Las Tesis de Abril”. Resumidamente, en ellas se plantea que:

- A pesar de la caída de la autocracia zarista durante la Revolución de Febrero, la guerra sigue siendo una guerra imperialista, por lo que es intolerable su continuidad bajo los argumentos de “defensa de la patria” o “defensismo revolucionario”;

- La Revolución de Febrero consumó una etapa democrática burguesa, siendo necesario el paso hacia una segunda etapa donde el poder lo asuma la alianza del proletariado con el campesinado pobre; 

- El poder de los soviets coexiste con el poder del gobierno provisional, y el primero, al colaborar con el segundo, le está cediendo el poder;

- Y que en función de ello no hay que apoyar al gobierno provisional sino desenmascararlo.

Contexto de las Tesis


Para comienzos de 1917 Rusia está empantanada en la Gran Guerra, luchando junto a Gran Bretaña y Francia contra Alemania y sus aliados. Es la primera guerra imperialista, cuyo objetivo es el control de los mercados en los países coloniales, semicoloniales y dependientes. En esta guerra de rapiña padecen los trabajadores y los pueblos, obligados a ir a morir por los intereses de sus burguesías, a lo que se suma el hambre y el malestar en las ciudades y los campos. 

En ese marco estalla la Revolución de Febrero en Rusia, que provoca la caída de la autocracia zarista. La aristocracia de reminiscencias feudales pierde el poder y la burguesía forma un gobierno provisional que respeta los compromisos asumidos por el zar, es decir, le da continuidad a la participación de Rusia en la guerra, a pesar del inmenso clamor popular en contra de ello. 

Pero a la par también asumen el poder los soviets, asambleas de obreros, campesinos y soldados formados en las principales ciudades y en varias regiones agrarias. Para graficar esta situación es interesante analizar la Orden número 1 del Soviet de Petrogrado (la capital de Rusia). En esta se plantea la formación de comités en todas las unidades militares, con funciones de control sobre los oficiales. Tal orden es aplicada en la mayoría de los frentes de combate, y en algunos casos se llega a la elección de oficiales por la tropa. Esto, que de hecho es una ruptura en la cadena formal de mando, nos muestra que el Soviet ejerce efectivamente poder, ya que lo que dispone se realiza. A eso hay que sumarle que, al contar con delegados soldados -armados-, el gobierno provisional -continuidad jurídica del gobierno imperial- no puede garantizar el monopolio de la violencia legítima.

A eso se refiere Lenin cuando habla de “doble poder”. El doble poder no es un ejercicio de poder popular circunscripto a una experiencia concreta, o una “zona liberada” controlada por revolucionarios: es la competencia por el control político de la nación entre dos órganos que cuentan con capacidad de sostener ese poder por la fuerza.

Lenin caracteriza que en esta situación el Soviet le “cede” el poder voluntariamente al gobierno provisional, ya que se dedica a colaborar con él en lugar de asumir el poder plenamente. Esto se explica por la dirección que los partidos reformistas (mencheviques, socialistas revolucionarios, socialistas populares) ejercen sobre los Soviets. Estos son partidarios de la constitución de un gobierno liberal que avance hacia libertades burguesas. En el tema de la guerra, son partidarios de su continuidad bajo el argumento del “defensismo revolucionario”.

Respecto de cómo avanzar en resolver el problema del poder, Lenin caracteriza que la Revolución de Febrero había abierto una situación nueva, imprevista. El esquema previo planteaba que la autocracia zarista debía ser derrotada por la revolución democrático burguesa. Pero como los esquemas son eso, esquemas, Lenin vio con agudeza que tal cosa ya había sucedido, y que su expresión era el poder de los Soviets. 

A este respecto dice Lenin: “La dictadura democrático-revolucionaria del proletariado y el campesinado” ya se ha visto realizada en la revolución rusa, pues esta 'fórmula' prevé solamente una correlación de clases, y no la institución política concreta que realiza esta correlación, esta colaboración. 'El Sóviet de Diputados Obreros y Soldados': ahí tienen ustedes, ya plasmada por la vida, 'la dictadura democrático-revolucionaria del proletariado y los campesinos'.”

La dirección de los mencheviques y demás reformistas en los Soviets representa la alianza y la colaboración de la pequeña burguesía con el gobierno provisional burgués. Para romper esa colaboración, los bolcheviques deben lograr que el proletariado se separe de dichos elementos y se apoye en el campesinado pobre para luchar por el poder. Como los bolcheviques están en minoría, su deber es realizar una tarea sistemática y paciente de propaganda entre las masas obreras, señalando las inconsistencias de las direcciones reformistas mayoritarias, para que sean las mismas masas por su propia experiencia las que se convenzan de que todo el poder debe pasar a los soviets.

El resultado de ello, dice Lenin, no puede ser la creación de una república parlamentaria, ya que eso sería un paso atrás. Lo que hay que construir es “una república de los Soviets de diputados obreros, braceros y campesinos en todo el país, de abajo arriba.”

Repercusiones de las Tesis


Las tesis de Lenin causan reacciones inusitadas. Los mencheviques lo acusan de loco delirante y anarquista primitivo, sostienen que con sus Tesis Lenin demostraba que ya se hallaba fuera del movimiento socialdemócrata, que él era una figura solitaria alejada de la revolución, etc. La prensa burguesa lo acusa de ser un agente alemán.

Las Tesis tampoco tienen buena repercusión entre los bolcheviques. El 6 (19) de abril de 1917 se reúne en Petrogrado el Buró del Comité Central del POSDR(b). Importantes dirigentes como Kamenev, Zinoviev y Shliápnikov intervinieron contra las Tesis, sosteniendo que Rusia no se encontraba aún madura para una revolución socialista. Inmediatamente por esos días, la mayoría de los Comités de las principales ciudades de Rusia rechaza las Tesis o las aprueba con modificaciones considerables que cambian sustancialmente su contenido. A sus polemistas dentro del partido, Lenin les endilga el mote de “viejos bolcheviques”, en el sentido de estar atados a fórmulas y no ver la realidad viva de los hechos. Contra ellos cita al Fausto de Goethe, diciendo que “a teoría es gris, pero el árbol de la vida es verde.

Es justamente durante estas semanas que estalla la crisis de abril. El ministro de Asuntos Exteriores ruso envía una nota diplomática a los gobiernos aliados confirmando que el gobierno provisional respetaría todos los acuerdos firmados por el Zar Nicolás II con las potencias imperialistas del bando aliado.

Espontáneamente, se producen numerosas protestas a lo largo de Rusia contra el gobierno revolucionario que condena a seguir muriendo a cientos de miles de obreros y campesinos para lograr una nueva repartición de zonas de influencia entre los capitalistas rusos. El movimiento espontáneo se torna en un poderoso torrente político antigobierno. El gobierno provisional acude al Soviet de Petrogrado para salir de la crisis, proponiendo a su Comité Ejecutivo formar un gobierno provisional de coalición. Mientras que el bolchevismo se opone a esa propuesta, la mayoría menchevique y socialista-revolucionaria del soviet la acepta. Las apreciaciones de Lenin sobre el gobierno provisional muestran su valía: el Estado surgido de la Revolución de febrero continúa oprimiendo al proletariado y los pobres del campo; la guerra continuada por los funcionarios del Estado sigue siendo una guerra bandidesca e injusta; la mayoría oportunista en los soviets representa un obstáculo para la liberación del proletariado y los pueblos de Rusia.

Las amplias discusiones en todo el partido Bolchevique, así como la propia experiencia de las masas adquirida durante la crisis de abril, provocan que, tres semanas después de que Lenin las presentara por primera vez, una mayoría aplastante de delegados aprobase las Tesis de Abril en la VII Conferencia de toda Rusia del POSDR(b) y las erigiese en la base de la política bolchevique para los meses siguientes. La intervención de Lenin en este debate es el comienzo del camino que conduce a la toma del poder en octubre de ese año.

Más de un siglo después, las Tesis de Abril siguen siendo parte del arsenal teórico de la clase obrera en la lucha por la revolución, haciendo un gran aporte a la comprensión del problema del poder y a la aplicación de la teoría a las realidades específicas, lejos de los dogmas que en definitiva conducen a la parálisis.

Facundo Palacios

Miércoles, Abril 19, 2023 - 22:00

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