Francia - Por una salida revolucionaria a la crisis política

Lunes, 29. Mayo 2023
Francia - Por una salida revolucionaria a la crisis política

Se van a cumplir cuatro meses de conflicto en repudio a la reforma de pensiones impulsada por el gobierno de Emmanuel Macron. Reforma que agudizó la lucha de clases en Francia y la volcó a un conflicto callejero con trece movilizaciones nacionales al día de hoy (y una programada para el próximo 6 de junio), de entre las cuales el pasado 1º de mayo contó con más de 2,5 millones de personas. 

Ahora bien, el conflicto no solo tomó envergadura nacional. También contó con distintos tipos de medidas impulsadas desde abajo por el pueblo con el objetivo de paralizar al país económicamente, desde piquetes en rutas hasta bloqueos a distintas fábricas del sector industrial y a centros educativos secundarios y universitarios.

¿Hacia dónde se dirige la pelea?


Desde la última edición de no transar, en donde tomábamos nota de la situación francesa (“La reforma previsional de Macron agita la lucha”, 17/04/23), han sucedido distintos eventos a tener en cuenta como factores en el proceso abierto por este repudio que genera la reforma.

Por un lado, el pasado 14 de abril el Consejo Constitucional avaló la constitucionalidad de la reforma de pensiones. Reforma que, recordamos, no fue sometida al voto de la Asamblea Nacional, ya que el gobierno, frente a la imposibilidad de obtener la mayoría en los votos de este organismo, recurrió al artículo 49.3 de la Constitución. Trampas legales que avalan la superexplotación de la clase obrera en beneficio de la oligarquía financiera y de la gran burguesía francesa, en un contexto de inflación que oscila entre el 5,5% y el 6,5% para este 2023. Trampa que busca legitimar una reforma impopular, que el mismo Macron admitió como tal en su discurso del 17 de abril, dónde afirmó que el pueblo francés rechazó esta medida política, y que el camino propuesto de ahora en adelante desde el gobierno es el del “pacto social”.

Una vez más, la respuesta popular no se hizo esperar, y ese mismo día se produjeron movilizaciones espontáneas en distintos barrios del país con cacerolazos reprimidos por la policía con gases lacrimógenos y arrestos a manifestantes y militantes.

Este estado de movilización se replicó el 1º de mayo, dónde se unificó a la histórica jornada por el día internacional de las trabajadoras y trabajadores con el reclamo actual del pueblo para frenar la reforma de pensiones. Nuevamente, sectores juveniles combativos como también una parte de los chalecos amarillos y trabajadores del sector industrial, enfrentaron a la policía con barricadas, piedras y bombas molotov.

Sectores en puja


Obviamente que todo conflicto no es unidireccional y siempre residen distintas tendencias políticas que pujan por darle una salida a lo que estalla en el terreno de la lucha objetiva.

Así, tenemos distintos actores que pujan por ponerle un techo al conflicto que generó una gota que desbordó el vaso a la creciente crisis económica en el país, convirtiéndose en política, a tal punto que el pueblo llegó a exigir la renuncia del presidente.

Por un lado, el mismo gobierno no cede y convocó a la “intersindical”, plataforma que se constituyó producto de la unidad al rechazo de la reforma de pensiones en las calles y que obligó las ocho grandes centrales sindicales de Francia -CGT, CFDT, FO, CFTC, CFE-CGC, UNSA, Solidaires et FSU- a poner por delante los intereses de la clase trabajadora. A ellos llamó a una reunión con el objetivo de quebrar esta unidad a través de negociaciones.

Por otro lado, distintos partidos políticos buscan institucionalizar la bronca. Unos hacia una salida anti-popular y reaccionaria. Otros buscando recomponer un régimen en decadencia. Dentro de la reacción está Marine Le Pen, líder de la extrema derecha y del partido “Rassemblement National” (RN – Reagrupación Nacional) que busca unificar el descontento existente contra Macron en una dirección derechosa y reaccionaria, antidemocrática y xenófoba, atada a los intereses de una gran burguesía francesa que busca imponerse como potencia en el mundo en el marco de la disputa interimperialista por fuera del bloque de la Unión Europea y de Estados Unidos.

Dentro del campo popular está Mélenchon, líder del frente “Nupes” (La Nueva Unión Popular Ecológica y Social) conformada por Francia Insumisa, el Partido Socialista, el PC Francés, Europa Ecología Los Verdes y otros partidos, que busca darle una salida parlamentaria al conflicto, con sus reiteradas propuestas de “Referendum de Iniciativa Compartida” (RIP en francés) tanto al Senado como al Consejo Constitucional. La respuesta fue rechazada las dos veces.

Frente a este panorama, más de lo mismo es la propuesta por parte del grupo LIOT (Grupo Libertades, Independientes, ultramar y territorios) de cara al próximo 8 de junio en la Asamblea Nacional, que busca revocar la edad de los 64 a 62 años, repudiando uno solo de los puntos de la reforma.

Estas distintas opciones que se les ofrece al pueblo francés son parte de un régimen en decadencia, que buscan recomponer una democracia en beneficio del gran capital financiero y de la gran burguesía francesa. Si algunas son parte de la reacción, otras son parte de políticas defensivas y reformistas, que agotan la vida democrática popular subordinándola a instancias impuestas por el Estado de la República Francesa, atado a los intereses de la oligarquía financiera y de la gran burguesía local del país.

Que renuncie Macron. Por una salida revolucionaria a la crisis política


El pueblo francés viene exigiendo en distintas manifestaciones espontáneas la renuncia del presidente. Para eso, el conflicto debe mantenerse en las calles, profundizando el camino de la democracia surgida desde abajo, direccionando los reclamos económicos hacia la construcción de un programa político que marque un rumbo socialista, recuperando las distintas palancas de la economía bajo control obrero y popular, que rompa revolucionariamente con el modelo productivo capitalista e imperialista del régimen político francés. Solo este camino posibilitará la famosa “reindustrialización” de la cual se envalentona Macron. Pero con esto solo no alcanza. Además, es imprescindible acumular en dirección a una estrategia insurreccional de carácter obrero y popular, y en este sentido, es central la construcción del destacamento de vanguardia de la clase obrera francesa y sus organizaciones de masa, que deberán nutrirse de la nueva camada de cuadros que surgen la lucha de clases actual.

Esteban Pietri

Publicado en: 
Lunes, Mayo 29, 2023 - 08:00

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