Las primeras grietas de una reactivación postergada
El gobierno produjo cambios en el equipo dispuesto a recuperar la iniciativa perdida al cierre de 2016 y a su vez verticalizar la voz de... Ver más
Otra vez a la deriva. El dólar superó los $30, el riesgo país trepó a cifras parecidas a 2001, el crecimiento de PBI será negativo en niveles del -1%, y la inflación rectificada en dos oportunidades se encamina más allá del tope de 32%. Todas las pautas establecidas hace dos meses con el FMI quedaron desbandadas y, esa “ayuda” que significó el stand by otorgado, deberá reajustarse otra vez. Con tales desfasajes deberían suspenderse los primeros U$S3.000 millones a entregar trimestralmente, casi en la misma fecha (octubre) que vencen Letras en dólares por 4.000 millones más, cuyo financiamiento aún no tiene respaldo. Crece la desconfianza en el equipo gobernante y con ello caen acciones, títulos y activos de mercado. La decisión última de suspender la baja de retenciones en derivados de la soja y eliminar el fondo federal que distribuía un porcentaje de las retenciones en cada provincia, desatará fricciones con los pool de siembra y sus aliados del campo, sin resolver el problema. Se profundiza la recesión, caída de la producción industrial 8,1% en junio volviendo a niveles de 2002, aumenta la capacidad ociosa en plantas al 40%, cae el salario real promedio 8% y el consumo, crecen despidos y con ello la pobreza. Un panorama desolador frente al discurso oficial que busca correr el eje y generar expectativas en 2019, a efectos que la bronca y malestar popular latente, no irrumpa, como en otros momentos históricos.
Los bolsos del remisero, un atajo impensado
El gobierno creyó encontrar en los cuadernos del chofer Centeno, la oportunidad para salir del pozo y volver a un escenario de polarización con Cristina apoyado en los abundantes hechos delincuenciales anotados. Una ruta de corrupción investigada por jueces, como Bonadío, cuya mácula por su venalidad arrastra desde los tiempos de la servilleta de Corach-Menem, no garantizan ninguna seriedad ni transparencia investigativa. En todo caso los hechos de corrupción que empapan la mayor parte del gobierno anterior y por lo cual hay tantos funcionarios detenidos no pueden ser burdamente explicados como parte de una operación política, como pretende zafar el kirchnerismo. Pero tampoco hay que perder de vista que el gobierno de los Ceos encabezados por el presidente y cuyas fortunas devienen históricamente de negociados con el estado y la evasión, aprovecharán e irán mucho más a fondo, para reducir y sacarse de encima al kirchnerismo como corriente más opositora dentro del peronismo. La ola expansiva del lava jato criollo trasciende al “capitalismo de amigos” y embarduna a tradicionales empresarios como Techint, Roggio, Pescarmona y hasta la propia familia del presidente cuyo primo y testaferro Angelo Calcaterra, exdueño de IECSA, fue confeso participante de la fiesta. La inocencia esgrimida inicialmente, en el sentido que las bolsas con dólares fueron aportes de campaña, se desmoronó con las confesiones de Wagner dueño de Esuco y presidente de la Cámara de la Construcción en esos años, con activa incidencia en las adjudicaciones de obras. No hubo presión para que aporten sino coimas acordadas entre partes, que los empresarios recuperaban con holgura en los sobreprecios o mayores costos facturados. Tampoco hubo licitaciones genuinas sino repartija de obras. Delito de cohecho que compromete ambas partes, y también asociación ilícita, aunque la mayoría de los empresarios declarantes hoy duerman en sus casas recostados en la figura de “colaborador imputado”, mientras otros, duermen en camastros y con traje a rayas. El entonces intendente de la Ciudad, Mauricio Macri, no podía desconocer estas reglas de juego. Tanto IECSA, una empresa controlada por su familia y traspasada en primera instancia y luego al grupo Pampa Energía como Sideco S.A. perteneciente a los Macri, fueron beneficiadas con diversas adjudicaciones, aunque no se registren en los cuadernos del chofer. Señalar que la corrupción es propia del modelo populista y se termina con él, sería desconocer la propia historia del capitalismo monopólico, afuera y adentro del país. Al amparo de la dictadura militar surgió la “patria contratista” que hoy declara en tribunales. Ninguno queda detenido todos se retiran. Las propias empresas off shore registradas en paraísos fiscales son producto del delito inherente al capital imperialista.
Vidal lo sabe, la corrupción mata
La corrupción también constituye una cuestión de peso en las filas de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires. No fue una operación política, como señalo Marcos Peña, tratando de justificar los aportes truchos registrados en los libros del PRO. Miles de ciudadanos sorprendidos en su buena fe, fueron instrumentados como aportantes a la campaña de la gobernadora Vidal, sin que a la fecha surjan responsables del fraude como del origen espurio y el monto millonario del dinero, pese a las denuncias judiciales. Pocos días después la explosión por pérdidas de gas y falta de mantenimiento en la escuela 49 de Moreno, terminó con la vida de Sandra vicedirectora y Rubén empleado auxiliar de la misma. Contrastando con la ironía oficial, la consigna escrita sobre cartulina por alumnos y padres de la zona denunciaba “la corrupción mata”. El deterioro y virtual abandono de la enseñanza pública, atenuada muchas veces por la dedicación de maestros todo terreno, derrumbó las acusaciones y agresiones permanentes sobre los docentes. La efectividad de los paros, por encima de provocaciones y descuentos salariales efectuados, inclinan la balanza en favor de los trabajadores, de tal forma que la caída en imagen de Vidal tiene mucho que ver con el ajuste en el sistema educativo pero también con el destrato infructuoso para aislar y derrotar la lucha docente.
Primero el grito de las mujeres, luego el bastardeo del senado
Enorme demostración callejera en reclamo al derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Fue mucho más que el escenario reunido en Plaza Congreso: abarcó diversas ciudades del interior y es destacable la presencia jóvenes que reclaman sus derechos y motorizan la esperanza. El rechazo institucional no puede empañar las convicciones por el solo hecho que el oscurantismo clerical tampoco puede detener la historia. No hubo ley en todo caso porque el gobierno apostó a unificar el conservadurismo reaccionario de los Pinedo-Michetti con la hipocresía de la UCR y el PJ que completaron el rechazo. La senadora K que se dio vuelta a último momento también colaboró, y la expresidenta que durante su mandato cajoneó por años el proyecto, esta vez voto afirmativamente. En definitiva no hubo ley ni “triunfo de la democracia”, porque allí en el Senado está el lugar donde la gran burguesía consigue violar, sistemáticamente, la voluntad de las mayorías valiéndose, en esta oportunidad, del voto de 38 energúmenos.
Tantas energías y esperanzas desatadas no pueden quedar frustradas. Si un grupo de representantes indirectos deciden sobre millones de voluntades directas, lo que triunfa es la aristocracia. El parlamento ha derivado en órgano de opresión y frustración de los reclamos populares, con fatales consecuencias en este caso, visto que la lista de mujeres muertas por aborto clandestino (3054) desde 1983, seguirá engrosando en razón de 50 nuevas víctimas promedio por año. Se puede frenar transitoriamente el reclamo verde pero nunca podrán extinguirlo. De alguna forma, el diciembre insurrecto de 2017 que estalló contra la ley jubilatoria y ahora la indignación que produjo el rechazo del Senado, van configurando un escenario poco favorable a ese funcionamiento clasista y señorial.
Un pacto al borde del abismo ¿y después?
El retorno del tembladeral financiero (dólar-Lebac), y sobre todo la credibilidad que no recuperan ni con tasas del 45/50%, desvela al jefe del banco central Luis Caputo. Es que después del Fondo, con todas las derivaciones y extorsiones financieras agotadas, solo queda el default y sus consecuencias. El horizonte político que Macri creyó tener despejado ante el destape de las coimas, ha vuelto a enturbiarse y afectan las relaciones con el círculo rojo y los proyectos de PPP, golpeados por el cierre del crédito externo. De allí, la búsqueda de un acuerdo o pacto con el peronismo domesticado o federal que representan gobernadores y dirigentes del PJ, reunidos oportunamente en un restaurant de San Isidro, dispuestos a negociar una salida a la crisis y también marcar una línea divisoria con Cristina. En el mismo sentido las reuniones con el triunvirato de la CGT y los Gordos, achicados ante la posibilidad que se ventilen sus prontuarios, sobre todo ligados a la construcción -Martínez (Uocra) o Lingeri (Obras Sanitarias)- por el solo hecho que no hay patria contratista sin pata sindical. Los factores de poder, entre ellos Lagarde con su equipo, operan para concertar una salida política. El plan Macri es inviable a toda vista, pero no cejan en su profundización. No hay desarrollo ni expansión económica, solo achique y saqueo de recursos. El piso para estabilizar un nuevo circuito de acumulación capitalista requiere de una fuerte derrota del campo popular, lo cual no significa derrota electoral exactamente. Una profunda vuelta de rosca sobre las fuerzas productivas aniquilando trabajo, convenios, salarios, derechos sociales y, sobre todo, capacidad de resistencia. La aparición del FMI implica, a la vez que una debilidad e incapacidad oficial, también una definición por parte del capitalismo monopólico occidental para sostener, como sea, al “hijo pródigo” reafirmando una asociación dominante con esa gran burguesía local expresada en Cambiemos. Colateralmente reducir cualquier influencia mayor en la disputa inter-imperialista abierta en la región por el control de los mercados.
Lo que viene son más luchas
Si hoy cruje el régimen político e instituciones acuñadas en largos años de concentración económica, es porque ya no pueden gobernar como antes. El escollo principal a tales designios se extiende por todo el país en la movilización permanente, cortes y paros de trabajadores, estudiantes, pequeños productores de la ciudad y el campo, como también de sectores patrióticos que pugnan por sostenerse. Allí, en la maduración del conflicto social y no en su aplacamiento, se incuba la derrota de tal política. Sería un error apostar a octubre de 2019, cuando los desvaríos dominantes y sus consecuencias, suceden hoy. Por otro lado la crisis de gobernabilidad abarca a gran parte de la oposición parlamentaria, demostradamente incapaz de construir una alternativa o levantar un programa de ruptura con la matriz productiva que se arrastra por décadas. Crece la conflictividad y a medida que se agudiza la recesión con despidos y costo de vida, también crece el hartazgo y la bronca. La confluencia se ha mostrado como una política correcta para que todos aquellos sectores, docentes, portuarios y asalariados en general, junto a movimientos sociales piqueteros, de mujeres, las CTAs, multisectoriales y otras corrientes opositoras, busquen suplir la deserción de la cúpula de la CGT, y responder con jornadas nacionales como parte de un plan confrontativo y desafiante con esta política. Los aprestos oficiales para votar el presupuesto 2019 digitado por el FMI o bien aquella reaccionaria reforma laboral que pretende Triaca, será una nueva puesta a prueba que no necesariamente deberá definirse en el recinto. Fuerte invocación, a su vez, para el “que se vayan todos” se pueda volver a instalar.
Andrés Zamponi
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