Editorial - Avanzar hacia una intervención popular rebelde

Lunes, 13. Junio 2022
Avanzar hacia una intervención popular rebelde

Una interna que arde


El presidente Fernández insiste cada vez que puede en los llamados a la unidad. La interna del Frente de Todos se llevó puestos en las últimas semanas a dos piezas clave de cada uno de los bandos en disputa, a saber: el ex secretario de Comercio Feletti –el que no pudo hacer milagros con los precios- y el ex ministro de Producción Kulfas, una de las estrellas del albertismo en el gabinete. Si al momento de conformar el FdT lo único que los unía era el espanto, ahora los sostiene la necesidad de llegar al final del mandato. En medio del fuego cruzado, se imponen las líneas centrales de gobierno. Más allá de las sobreactuaciones, de las declaraciones con micrófono prendido y apagado, y de las narrativas de recuperación económica, al final del día lo que queda es el pago al FMI, la suba de tarifas, las paritarias a la baja. Y una pauperización creciente del nivel de vida de las amplias masas.

Por su parte, la interna de Juntos es más discreta porque no gobiernan el país, pero no porque sea más tranquila. Con los radicales queriendo en poner su proyecto en valor, Macri no tiene mejor idea que responder injuriando a la memoria de Yrigoyen acusándolo de haber sido “el primer populista”. No deja de ser significativo que Macri critique la parte positiva que se puede rescatar de aquella experiencia, justo en los días en que se cumplieron 100 años de la fundación de YPF: lejos de su presente, en 1922 el radicalismo todavía tenía aspectos progresivos para ofrecer. A ello hay que sumar la interna del ex presidente con Larreta, que va escalando en temperatura.

Además del carrerismo y el oportunismo propios de este “elenco estable” de la política nacional, las internas expresan una preocupación de largo plazo, ligado a la precariedad de la gobernabilidad. Si es posible remar el fracaso de este gobierno hasta que termine su mandato, la cosa se pone incierta ante el eventual fracaso del próximo recambio. Cuestión que no se puede descartar, teniendo en cuenta que la oposición principal ya fue gobierno hace menos de tres años, con resultados de desastre. Tras las declaraciones grandilocuentes, el debate de fondo es cómo se administra una situación explosiva: no solo está en juego la estabilidad de un gobierno, sino del propio régimen.

El Estado al servicio de los monopolios


En diciembre hubo récord de producción de petróleo y de gas: la mejor marca en 13 años. Los altos precios incidieron en la misma. La producción de petróleo no convencional alcanzó el 38% del total y el de gas no convencional el 52%. Se van transformando en la extracción principal. Sin embargo, los grupos presionan para que en el proyecto de ley de electromovilidad que establece hasta 2041 el uso de energía fósil se extienda y considere las mayores inversiones, principalmente en las refinerías como las de YPF La Plata, Raizen en refinería de Dock Sud, y Axion en Campana. 

En el contexto que impone la guerra, la estrella de la extracción de energía en nuestro país es Vaca Muerta. Con solo desarrollar el 50% de su potencial ingresarían USD 34.000 millones por año durante 50 años, según la proyección de Nicolás Arceo, ex vicepresidente de YPF y ex subsecretario de Planificación. Es casi el doble del promedio de exportación del complejo sojero de USD 18.000 millones durante los últimos 5 años. Así, Argentina se podría instalar como exportador de gas natural en toda la región y ser abastecedor por décadas. 

En este marco, es muy significativa la novela entre Cristina y Kulfas. Las acusaciones cruzadas sobre la licitación del gasoducto terminaron con la eyección del ex ministro. No se trata de una cuestión menor. Hablamos de una licitación millonaria para dar curso a un negocio fabuloso, que no solo incluye al gasoducto en sí sino también toda la obra civil que le acompaña: en ella Techint también corre con ventaja respecto de sus competidores como el grupo Mindlin o Cristóbal López. 

Lo que tiene parado todo el asunto es la rapiña de los monopolios, que siempre imponen sus condiciones al Estado. Techint pretende que la financiación de la obra esté a cargo del Estado, con un anticipo de USD 200 millones. De ahí la rabieta de Cristina en el acto por el aniversario de YPF y la respuesta de Kulfas, quien planteó que debió haberse contratado a una empresa que fabrique los tubos en el país, y no a Techint que los produce en Brasil, lo cual significaría un ahorro de divisas. 

La falta de divisas es un problema inmenso. El bloqueo de la obra no responde a una especulación electoral, como sugiere la oposición: Carrió llegó a afirmar que, como Cristina sabe que van a perder las elecciones, no quiere que el próximo gobierno se beneficie del gasoducto. Pero no se trata de eso, sino de algo mucho menos elaborado: el Estado no dispone de esa cantidad de dólares. El tema amenaza con extenderse, teniendo en cuenta que en agosto termina la liquidación de divisas por las exportaciones agropecuarias.

Mientras Techint puede esperar tranquilo que la situación madure en su favor, en el país se vive desabastecimiento y subas de tarifas. Así es la cosa cuando las palancas principales de la economía están en manos de los grupos concentrados. Cuestión que no va a cambiar con un impuesto a la renta extraordinaria, con la que el gobierno pretende apuntalar una cruzada redistributiva que no es tal, ya que en realidad viene a mendigar algo para cumplir el acuerdo con el FMI. La verdadera ganancia extraordinaria de estos pulpos no está dada por la guerra, sino de su lugar de privilegio y de la explotación y opresión de los trabajadores y el conjunto del pueblo.

Avanzar en la lucha popular


Este empeoramiento de la situación general se desarrolla en el marco de una movilización popular que nunca se corrió de escena. El movimiento piquetero sigue haciendo punta, tras una nueva jornada nacional de la Unidad Piquetera que volvió a convulsionar el centro porteño.

Los trabajadores ocupados también van tallando en la situación. En San Juan y La Rioja la docencia autoconvocada calienta la pelea salarial con asambleas y cortes de ruta. El sindicato del neumático viene encarando la discusión paritaria con cinco paros el último mes, frente a una patronales que empiezan a difundir la histeria del desabastecimiento. No es el primer sector de la gran industria que lanza medidas fuertes: el mes pasado fue el turno de los metalúrgicos de Tierra del Fuego, quienes avanzaron con asamblea y paro.

En este marco, la reunión de referentes piqueteros con representantes de la CGT sirve en dirección a acortar la distancia entre ocupados y desocupados. No por una ingenua pretensión de pedirle a la cúpula sindical que llame a paro, sino porque pone al movimiento de desocupados con iniciativa política para el conjunto. Ya se han dado sobradas pruebas de su capacidad de movilización, ahora se trata de empalmar con el resto de la lucha popular, en particular con la del sector ocupado. En esa dirección, es importante la iniciativa del encuentro de los trabajadores y el pueblo que se viene convocando desde distintos sectores obreros combativos, que tendrá al SOSCh chaqueño como anfitrión.

En el mismo sentido de agrupar va la iniciativa de la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda, de llamar a un encuentro este 20 de junio, donde se propone discutir planes para seguir enfrentando el acuerdo con el FMI. También en esa dirección los esfuerzos por confluir en un único encuentro nacional de mujeres, para no dividir un movimiento que se volvió a expresar masivamente el pasado 3J.

Esta búsqueda de la unidad, en base a los reclamos más elementales ligados al salario, al trabajo y a la defensa de la soberanía, deben encontrar a los trabajadores a la cabeza de una intervención popular que, para hacer la diferencia, debe expresar toda su rebeldía en las calles contra este estado de cosas: una irrupción que abra paso a una situación política nueva. 

Agustín Damaso

Lunes, Junio 13, 2022 - 23:45

Notas relacionadas