CABA - Subte: lucha por salario y contra el asbesto

El reclamo de las y los trabajadores del subte es de larga data. En los últimos dos meses viene con un alza en el plan de lucha, frente a la indiferencia que muestra el gobierno de Rodríguez Larreta (a través de SBASE) y la empresa concesionaria a cargo del servicio EMOVA del grupo Roggio.

El reclamo que lleva adelante la AGTSyP (Asociación gremial de trabajadores del Subterráneo y Premetro) se conforma de varias aristas. Por un lado, está la pelea por aumento salarial, que como en todos los sectores de trabajadores ocupados va corriendo detrás a la inflación, por lo que los paros escalonados del último mes son en reclamo por la reapertura de la mesa paritaria y el reconocimiento del gremio y no sólo de la UTA.  

Ligado al salario, está también el reclamo por la reducción de la jornada laboral de 36 a 30 horas semanales, es decir, por tener dos francos semanales y consecutivos, como una manera de paliar el otro conflicto que lleva ya varios años sin obtener respuestas por parte del gobierno de la Ciudad: la presencia de asbesto en las formaciones y materiales de trabajo, que implica una grave situación de exposición a ese material cancerígeno, tanto para casi el millón de pasajeros que usan el servicio diariamente, pero muy especialmente para las y los trabajadores expuestos durante su jornada laboral, no sólo al asbesto, sino también al amianto. El asbesto y su uso están prohibidos desde el 2001 en Argentina y desde que en 2018 los metrodelegados denunciaron y lograron comprobar que los trenes que compró Macri en España tienen vagones recubiertos con esta sustancia tóxica, es que se tienen que cambiar. Por eso el pedido de la reducción de la jornada laboral y la exigencia de que cumpla con el cambio de los trenes con asbesto es totalmente justo, teniendo en cuanta que ya perdieron la vida al menos tres trabajadores y más de 75 se encuentran con su salud gravemente comprometida. Esto está comprobado por la misma empresa EMOVA que se vio obligada a tener que hacer estudios entre los trabajadores. 

Ya son más de 15 jornadas de lucha con levantamiento de molinetes y paros escalonados por línea, las que se vienen llevando adelante contando con la solidaridad de las y los usuarios que comprenden que esta pelea es por la salud también del pueblo trabajador. Por lo pronto se esperan nuevas medidas de acción.

Por último, en una línea más general, es importante intentar coordinar con otros sectores la lucha en la CABA. Ir por la ofensiva en lo que respecta al cuidado de la salud, las condiciones de trabajo y la pelea por salario, es más que interesante si tenemos en cuenta que además estos puntos son elementos que objetivamente unen la lucha del subte, por ejemplo, con el programa y la pelea de la docencia y del movimiento estudiantil contra el ajuste de Larreta, que ataca al bolsillo, mantiene las escuelas con ratas y cierra profesorados. Si sumamos que en el último mes también movilizó el movimiento piquetero por trabajo y alimentos para los comedores de la ciudad, la perspectiva de unificar los conflictos por abajo y ganar la calle es una tarea.

Marina Laspada