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El 28 de septiembre de 1940 nació en Buenos Aires el poeta Alberto Szpunberg. Destinado a atravesar los años más tumultuosos de la historia argentina, transcurrió su niñez y primera adolescencia entre el surgimiento del peronismo, con la institucionalización de los derechos de los trabajadores y su primer derrocamiento por las hordas golpistas de la Contrarrevolución Fusiladora. Estudiante de Filosofía y Letras y más tarde profesor de Literatura en la Universidad de Buenos Aires, al igual que muchos otros escritores recaló en el periodismo, transformándose en redactor del diario La Opinión y llegando a dirigir el suplemento cultural del mismo. Esta profesión, emparentada con su ascendente compromiso político, lo llevará más tarde a la corresponsalía de la agencia Nueva Nicaragua en París, en el marco de la naciente revolución sandinista. Más atrás había fundado la Brigada Masetti, pretenciosa continuadora de la guerrilla instalada en Salta a principios de los '60.
Compañero de Juan Gelman, Vicente Zito Lema y Luis Luchi, entre otros poetas referenciales, ganó premios variados, siendo los más importantes el Internacional de Literatura Antonio Machado y una mención especial de Casa de las Américas en Cuba en 1965. El 2001 lo encontró como profesor de Literatura y Política en la Universidad de las Madres. Murió el 13 de noviembre de 2020, a los 80 años, en Barcelona, donde se había radicado desde 2017. Escribió cinco libros: Poemas de la mano mayor, Juego limpio, El Che amor, Apuntes y Su fuego en la tibieza, del cual transcribimos "Hablan los nombres de la guerra":
"Fui Pedro o Germán o Enrique o será Pedro o es Alberto o soy todavía
Es difícil establecer el paradero de mis riñones o el destino de su puño
Será difícil separar mis ojos de su venda su herida de mi carne
Me fui con mi brazo al fondo del río pero su zapatilla quedó junto a la cama
Y mi nombre gritaba Pedro o fue Enrique quién llamó a los compañeros
O fue mamá que grita Alberto Alberto pero él era Daniel o Pedro o todavía
Y algo sonaba en su oído como un nombre que no diré ni dije ni conozco
Acaso la calle acaso mi cita entre sus dientes quizás bajo la lengua
O acá entre estos pastos donde ahora estamos pero no estamos mirando el cielo;
¿es el cielo, Pedro, ese puño que se desploma y asciende y vuelve a caer?
¿es el cielo, petiso, esa venda que aprieta los ojos para siempre?
¿es el sol, Roberto, esa capucha esa visera esa nota esa culata?
Mano mía, caricia de ella, mocasín o rodilla, o media rota
Pedazos de mí o de su lado o de sus bordes o del amor de él de ella
Que se asoma a este pozo y grito y gira y caigo y nombra una multitud de nombres ahora a solas con todos y con nadie"
Carlos Ruiz
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