En marzo de 1971 se dieron una serie de movilizaciones y enfrentamientos que posteriormente se conocieron como "el Viborazo" o "segundo Cordobazo".
Antecedentes... Ver más
La guerra imperialista iniciada en 1914 sacó a la luz de forma violenta las contradicciones internas que se venían desarrollando en las entrañas del sistema capitalista de principios del siglo pasado. La aparición de nuevas potencias que llegaron tarde al reparto mundial de colonias y mercados rápidamente modernizaron y engrosaron sus ejércitos con vistas a socavar el dominio de los imperios dominantes.
Las potencias que ya tenían establecida una potente industria, apoyada en una sólida red de colonias de ultramar que garantizaba el flujo de materias primas y mercados para sus mercancías y bienes de capital, desplegaban un eficaz control marítimo a través de flotas de alta mar que resguardaban puertos y rutas mercantiles no podían permitir modificaciones del tablero internacional y también comenzaron los preparativos para la guerra.
En este sentido la guerra es la consecuencia concreta de la aparición del monopolio producto de la concentración del capital a gran escala y el surgimiento de la oligarquía financiera.
Contexto del hundimiento del zarismo
La Gran Guerra -posteriormente llamada Primera Guerra Mundial- tuvo como objetivo central realizar por la fuerza un nuevo reparto de los mercados y las zonas de influencia por parte de las potencias imperialistas. Los bloques de potencias imperialistas que entraron en conflicto se alinearon en la Triple Alianza (formada por las potencias centrales: El imperio alemán, el imperio Austro-Húngaro e Italia) por un lado, y por el otro la Triple Entente (Inglaterra, Francia y el imperio Ruso), siendo la contradicción central una potencia en ascenso como la Alemania imperial e Inglaterra y Francia como potencias constituidas y hegemónicas.
El militarismo alemán llevó adelante una política exterior agresiva fundamentada en la búsqueda de un apoyo al desarrollo industrial por parte de un imperio colonial que estuviera a la altura de rivalizar con otras potencias. La base concreta de la weltpolitik alemana fue la creación de la Flota Imperial1 y una red mundial de bases navales para proteger los intereses alemanes y las rutas comerciales en tiempos de paz. La expansión colonial de ultramar implicaba el desarrollo del control marítimo y de una flota de alta mar potente capaz de rivalizar con la Royal Navy británica.
La diplomacia de los cañones alentada por el imperio alemán solo necesitaba una chispa para desatar la conflagración y la excusa fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo.
El imperio zarista
se desploma
Varios de los factores determinantes de la revolución de febrero fueron los mismos que influyeron en la insurrección de 1905: los sectores liberales y constitucionalistas que estaban hartos del manejo arbitrario y la mala administración del zar que no dejaba libre el camino para su desarrollo como clase y trababa del despliegue de las fuerzas productivas en el marco de un desarrollo capitalista sostenido. A la vez, la clase obrera y el conjunto del pueblo ruso venían soportando el peso económico de la guerra y la persecución política de la policía zarista contra los sindicatos y los partidos revolucionarios. Durante la guerra los dirigentes bolcheviques más destacados fueron encarcelados.
La guerra dejó al desnudo las irremediables contradicciones en las que el imperio ruso se debatía y que el zarismo no podía aportar solución alguna. Una guerra moderna de dimensiones nunca vistas, con grandes adelantos técnicos y movilización gigantesca de masas de soldados, dejaba muy atrás los esquemas de las guerras napoleónicas en los que la oficialidad zarista se había formado teóricamente.
Si bien el imperio ruso contaba con un ejército de 8 millones de soldados cuantitativamente superior a los de las demás potencias, cualitativamente era inferior ya que estaba compuesto principalmente por campesinos con casi nula instrucción militar, mal armados y mal equipados bajo un mando militar mediocre y deslegitimado a los ojos de los soldados rasos. Con una cadena de mando autoritaria y deficiente y con una oficialidad deficientemente formada, las primeras victorias se desvanecieron cuando el centro del teatro de operaciones se trasladó al frente oriental e hizo que después de las primeras victorias fuera arrollado por las tropas alemanas y austro-húngaras hacia finales de 1916.
El ejército ruso sufrió 5 millones de muertos en el lapso de 1914-1917 y las tropas alemanas penetraron profundamente en los territorios occidentales del imperio, la anacrónica tragicomedia de la emperatriz Alejandra, esposa del zar Nicolás II y Rasputín exacerbaron los ánimos de rebelión en las masas de la capital. El esfuerzo económico para sostener las tropas en el frente terminó por quebrar las finanzas del imperio. Un ejército que atrasa un siglo en organización, mal entrenado y con mandos poco capacitados y con tácticas de guerra obsoletas no podía hacer frente a una potencia en ascenso como era el imperio alemán.
El zarismo se extendía por la superficie de Rusia como una cáscara de atraso que ya no daba cuenta de los poderosos movimientos que se daban a su interior: Un poderoso movimiento obrero, una burguesía beligerante, un parlamento (Duma), los zemstvos, poderosos industriales y partidos políticos liberales, conservadores y revolucionarios que denunciaban la incompetencia y el atraso del régimen.
La revolución
El derrocamiento del zar fue fruto de una pinza: por un lado las movilizaciones populares por las terribles condiciones en las que se encontraban fruto de la creciente inflación y el desabastecimiento de alimentos. Las protestas fueron iniciadas por las mujeres trabajadoras textiles del barrio de Víborg, el día Internacional de la Mujer, a las que se unieron los obreros de la fábrica Putilov, extendiéndose luego por toda la capital con violentos saqueos a tiendas de comestibles. A las mujeres y los obreros se les sumaban las tropas que huían del frente y las jornadas de enfrentamientos con la policía y los cosacos iban en aumento.
Por el otro lado, el zar ante las revueltas en la capital emitió la orden a las tropas de la guarnición de Petrogrado de acabar con las protestas por la fuerza y disolver la Duma. Las tropas no estaban unificadas en la decisión de reprimir violentamente a los insurrectos y la cadena de mando se desplomó cuando las tropas comenzaron a confraternizar con las mujeres y los obreros. Por su parte un conjunto de diputados de la Duma se negó a disolverse por lo que crearon el Comité Provisional de la Duma Estatal, embrión burgués del futuro gobierno provisional junto al Sóviet de Petrogrado.
Al haber perdido el control de las tropas en Petrogrado, el zar ordenó a marchar a las tropas del frente hacia la capital para ahogar en sangre a la revolución pero los oficiales se negaron a movilizar a los soldados ya que estaban renuentes a abrir un frente interior y desconfiaban de la moral de las tropas. Muchos de los altos mandos militares sostenían la postura que el zar debía hacer concesiones democráticas a la Duma de forma urgente.
Tras cuatro días de insurrección en Petrogrado los insurrectos controlaban las comunicaciones y la red ferroviaria. Como resultado las tropas se acuartelan dejando inerme al zar para reprimir la insurrección. El 12 de marzo se conformó el soviet de Petrogrado con dirigentes sindicales, diputados socialistas y comités de fábricas. Esa misma noche convocaron a delegados de todas las fábricas y talleres de la capital a los que se les unieron soldados y delegados de las tropas fieles al levantamiento.
En las barriadas obreras se formaron milicias de trabajadores que dirigidas por los bolcheviques asaltaron las comisarías y tomaron la fábrica de armamento y el arsenal de la capital. Alrededor de 25.000 soldados pertenecientes a la guarnición de Petrogrado se unieron a los insurrectos con armas y municiones. El 13 de marzo las unidades navales de Luga, Kronstadt y Moscú se unieron al levantamiento. Moscú estaba en poder de los revolucionarios junto con Helsingfors, Reval y Riga.El Comité Provisional de la Duma Estatal libró la orden de detención de los ministros zaristas a la vez que creó su propia milicia de funcionarios, profesionales y estudiantes.
El tren en el que el zar que se dirigía a la capital desde el frente para controlar la situación fue desviado por los obreros ferroviarios insurrectos por lo que quedó aislado del estado mayor del ejército y comunicó estar dispuesto a algunas concesiones democráticas a la Duma pero ya era tarde, la única opción era abdicar. El 12 de marzo caía el zarismo y se extendía por toda Rusia la formación de sóviets locales y los festejos populares por el desmoronamiento del régimen represivo zarista. Ahora quedaban dos contendientes: El comité Provisional de la Duma Estatal liderado por el príncipe Lvov junto a Kerensky, miembros del partido liberal, que prometía llamar a una Asamblea Constituyente para conformar el gobierno definitivo de Rusia y el Sóviet de Petrogrado formado por obreros, soldados y políticos revolucionarios entre los cuales se encontraban los bolcheviques.
Se abría la etapa del doble poder.
Roberto Craviotto
Notas
1Teoria de Mahan de la supremacía marítima para el control económico. The influence of sea power upon history.
En marzo de 1971 se dieron una serie de movilizaciones y enfrentamientos que posteriormente se conocieron como "el Viborazo" o "segundo Cordobazo".
Antecedentes... Ver más
En diciembre se cumple el 38 aniversario del secuestro y la desaparición de Jorge Weisz, quien estaba preso en la cárcel de Villa Gorriti, provincia de Jujuy. En estas líneas le rendimos homenaje... Ver más
El 29 de Mayo de 1969 la provincia de Córdoba fue protagonista de uno de los hechos más trascendentales de la historia de la lucha de la clase trabajadora argentina. El Cordobazo fue el más... Ver más