Por el salario y en defensa de la salud pública

Los profesionales de la salud de la provincia de Buenos Aires nucleados en la CICOP se encuentran protagonizando un plan de lucha que lleva once semanas.

Iniciado con paros que se fueron escalonando de 24, a 48 y en las últimas semanas 72hs, las jornadas fueron nutridas por actividades locales por hospital, creciendo con movilizaciones que incluyeron actos frente a la casa de la provincia en la CABA y una marcha a Gobernación en La Plata en conjunto con el gremio de Judiciales que también se encuentra en conflicto. El punto más alto se dio la primera semana de mayo cuando luego de una masiva “marcha blanca” instalaron un Hospital de Campaña por la Salud Pública frente al Congreso de la Nación.
Esta lucha se inscribe en un reclamo central por un aumento salarial del 40% en el marco de una paritaria trabada desde la provincia en un miserable 16% de oferta. Con ella el gobierno pretende estancar los sueldos de quienes sostienen día a día la atención en los 80 hospitales bonaerenses muy por debajo de la canasta básica de alimentos, estimada por los trabajadores de ATE del INDEC en alrededor de $17.000. Un profesional ingresante al sistema hospitalario está al día de hoy cobrando menos de $12.000 en mano por 36 horas semanales. Esto sumado al vaciamiento sistemático del sistema público de la provincia, a la ausencia de inversión en infraestructura, a la interrupción o falta de entrega de insumos básicos, hacen insostenible la atención de hospitales y centros de salud. La salud explota y los profesionales toman el camino que tantos otros trabajadores vienen eligiendo para enfrentar la descarga del ajuste de los planes del gobierno: la organización, movilización y acción callejera.
A la par de los profesionales se encuentran peleando los residentes provinciales, que suman a los reclamos la resistencia a recortes en cupos y especialidades que surgieron cuando se publicaron las vacantes para los ingresantes en junio próximo. Históricamente los residentes de la provincia han sido un sector que se moviliza por reclamos específicos y apuesta a la unidad con el resto de los trabajadores de la salud; en esta oportunidad vienen participando en conjunto de las medidas que semana a semana definen las asambleas y el congreso provincial del gremio.

Un conflicto que crece y un revés judicial para el gobierno

La presencia de la carpa durante tres días en la Capital logró que la pelea tome envergadura mediática, obligando a los funcionarios provinciales a ocuparse del asunto, al menos discursivamente. En un principio minimizando la representatividad del gremio, aduciendo que ya habían cerrado acuerdos con “el 95% del total de los 650 mil empleados de la Provincia” y que iban a “agotar todas las instancias del diálogo (…) pero si me preguntan qué nos queda hacia adelante para un conflicto de esta naturaleza, tendríamos que recurrir a un decreto y definir” (Declaraciones del Ministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas). Pero el revés le vino encima cuando un fallo judicial declaró que la paritaria estatal firmada entre el gobierno y UPCN y Fegepba debería ser reabierta. A la par de este fallo judicial (que el gobierno acató pero sin presentar una mejora en la oferta que cerró en marzo en un 15%) y el crecimiento de la lucha de los profesionales de la salud, la administración provincial fue aggiornando su discurso y la gobernadora inició planteos al presidente Mauricio Macri para que aumente o se recupere íntegramente el “Fondo del Conurbano”, congelado desde 1995, que para lograrse debería contar con el visto bueno del resto de las provincias en el Congreso o ser decretado presidencialmente.
Mientras tanto los trabajadores de la salud vuelven al paro en la semana del 9 de mayo y al cierre de esta edición movilizaban a La Plata junto a trabajadores de la Asociación de Judiciales Bonaerenses, docentes de SUTEBA, ATE trabajadores de Astilleros, entre otros. El conflicto sigue abierto y deberá nutrirse tanto de un crecimiento de la movilización como de un trabajo local hospital por hospital con la población atendida, ya que son ellos, quienes junto a los trabajadores padecen la miseria en la que se viene hundiendo a la salud pública en la provincia.
Vera Pérez