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Subte | Máquinas recargadoras, un ajuste encubierto
Abril recibe a los trabajadores con una larga lista de aumentos, entre ellos el transporte. Sin duda un duro golpe para el bolsillo de los miles de usuarios que deben utilizar el colectivo, el tren y/o el subte para llegar a sus lugares de trabajo.
Si bien en el subte el aumento se hará esperar un mes, en mayo pasará de una tarifa de $4,50 a $7,50, lo que representa un aumento de casi un 70%. En general los argumentos esgrimidos para aumentar el transporte son: ¨que se está brindando un buen servicio o que existe una adecuada dotación de trabajadores y que eso implica sin duda un costo mayor¨. En este sentido resulta necesario repasar los últimos hechos que vienen teniendo lugar en el subte para ver que esto es completamente falso. Millones en subsidios y obras realizadas por la Ciudad, y un plan de vaciamiento orquestado por Metrovías junto a SBASE nos ilustran un panorama un tanto contradictorio.
Ya hace unos años que Metrovías intenta avanzar con la instalación de las máquinas recargadoras de SUBE. Lo que la empresa presenta como una modernización tendiente a mejorar la calidad del servicio y las condiciones de trabajo, encierra un proyecto flexibilizador. En el sector estaciones se viene denunciando la ausencia de 250 auxiliares que, por ascensos o jubilaciones, se transformaron en puestos que quedaron disponibles y no fueron reemplazados. Ahora Metrovías busca nuevamente dar un paso más instalando estas máquinas recargadoras, eliminando la venta de subtepass y generando una nueva categoría: asistentes de productos y servicios principales que reemplazaría al auxiliar y convertiría al 25 % de los boleteros en asistentes de la máquina.
Frente a esto la dirección del AGTSyP, que ya ha tomado por costumbre hacer la vista gorda al vaciamiento y a los avances de la empresa en estos últimos años, plantea que es positivo que bajen las máquinas porque la empresa ha asegurado en un acta que no habrá despidos y que los trabajadores que estén bajo esta nueva categoría percibirán un aumento salarial. Esta acta deja de lado el hecho de que lo que antes hacían dos trabajadores ahora lo haría uno, y que si bien promete que no va a haber despidos, traba la posibilidad de nuevos ingresos. Descontando que la palabra de Metrovías en un acta no es sinónimo de seguridad, basta con mirar el acta de 2013, en la cual la AGTSyP acordó bajar las máquinas si se realizaban nuevos ingresos y tres años se puede decir que la empresa no solo no cumplió, sino que ahora busca avanzar aún más.
Frente a esta situación, delegados de oposición de distintas líneas fueron recorriendo sus sectores y generando mandatos para enfrentar el avance con las máquinas. A partir de la coordinación de estos sectores se resolvieron los cortes de la línea B y C, luego que la empresa no diera respuesta a la demanda de actualizar los ¨pos¨ y el blindaje de las boleterías y dejará en claro que avanzaría con su plan de bajar el resto de las máquinas y de reestructurar el sector de estaciones.
En la audiencia entre sindicato, delegados y Metrovías, que tuvo lugar luego de la última medida en la línea C, se avanzó en las demandas que los trabajadores venían planteando, blindaje de boleterías y actualización de ¨pos¨, punto sin duda a favor de la organización de los trabajadores. La Roja y Negra, dirección de AGTSyP, decidió no acompañar estas medidas, centrando sus cañones en convencer a boleteros y auxiliares que la instalación de las máquinas es algo positivo, y centrando su crítica no en Metrovías ni en SBASE sino en los sectores de oposición que se organizaron y de conjunto resolvieron las medidas de lucha. Es vergonzoso que en el actual contexto de ajuste la dirección de un sindicato, nacido al calor de la necesidad de forjar una alternativa y consolidar un modelo de democracia sindical, acuerde con el gobierno y la empresa el ajuste que se busca implementar en el subte.
Próximamente será la negociación paritaria. La dirección de AGTSyP está pidiendo un 38%, pero escalonado de acuerdo a la categoría. Es decir que para las categorías que menos cobran el porcentaje será menor, como si la inflación proyectada afectara en menor medida a los trabajadores con menores ingresos. En un momento donde el ajuste de Cambiemos se hace sentir, no basta con un modelo sindical basado en la negociación. Se impone dar un salto, aumentar la participación de los trabajadores en todos los sectores y pelear por un 40% para hacerle frente al ajuste en marcha, es tarea de la oposición desbordar a la dirección y hacer retroceder los planes de Metrovías y SBASE.
Sofía Saenz
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