Fuera Goity y Perseo Por condiciones dignas de cursada

El pasado miércoles 30 de septiembre en el edificio nuevo de la facultad de Humanidades y Artes se cayó un vidrio desde un sexto piso que impactó en planta baja e hirió gravemente a una compañera.

No se trató de un accidente. Veinte días antes, el gremio docente Coad había presentado un informe que especificaba que ese edificio no cumplía con las condiciones básicas de higiene y seguridad.
Una hora después de lo ocurrido, los estudiantes ya estaban reunidos en asamblea cortando la calle, exigiendo respuestas de parte de las autoridades y principalmente del decano José Goity (UCR), reelecto este año y cuyo edificio fue su caballito de batalla para la campaña electoral. Hasta este punto llega la corrupción: la construcción de ese edificio demoró ocho años, con pausas intermitentes, negociados, 40 millones de pesos que no se sabe dónde fueron a parar, promesas incumplidas…Y así quedó demostrado: la corrupción y el modelo vaciador de los que gobiernan la universidad (la alianza UCR-K del rectorado con sus decanos y la Franja Morada) negocian con la vida de los estudiantes.
El vidrio no fue lo único que se resquebrajó: también empezó a hacerlo la gestión del actual decano Goity. Más de 400 estudiantes en asamblea llevaron adelante marchas, corte de calle, toma de la facultad durante dos días seguidos para que Goity se hiciera responsable. Ante esto las autoridades sólo respondieron con provocaciones, suspensión de clases durante cinco días hábiles sin explicación, amenazas de cierre de la facultad y la firme postura de que ese edificio sin seguridad edilicia va a seguir habilitado para cursar. Manotazos de ahogado para que el conflicto no se masifique. Pero quedó demostrado que el número de los estudiantes que participan en las asambleas va en alza. En esas masivas asambleas y marchas al rectorado se votó la reanudación urgente de las clases, que ese edificio se clausure hasta el fin de obra, que el rectorado habilite otras dependencias para poder cursar y se exigió la renuncia de Goity y Juan José Perseo, secretario de Políticas Edilicias de la gestión que inauguró el edificio.
Esta alianza que hace ocho años gobierna la universidad, y que ahora acaba de reeditarse con distintos nombres pero igual conformación, recibió a los estudiantes con las puertas cerradas del rectorado, con intentos de negociar la lucha, con provocaciones que intentan confundir al estudiantado. Nada nuevo bajo el sol: son los mismos que dejaron caer el edificio de Psicología y el Instituto superior politécnico -colegio preuniversitario-. Ante esto continua firme la demanda por cursadas dignas y para que esta gestión trucha pague el costo político de la mano de la movilización estudiantil en unidad con los docentes.

Corresponsal