Universidades Públicas | Desfinanciamiento y mercantilización

El pasado 27 de marzo el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) realizó el 79° Plenario de Rectores. Allí la Secretaría de Políticas Universitarias, a cargo de Danya Tavela, además de presentar las líneas de trabajo centrales anunció el recorte de 3.000 millones de pesos en el presupuesto universitario y la suspensión del inicio de nuevas obras de infraestructura. Como justificación de la medida adoptada por el ejecutivo nacional, la secretaria apuntó a que las universidades nacionales no son el único sector afectado por readjudicaciones de fondos.

Si ya el año pasado el propio CIN había aclarado que para garantizar el normal funcionamiento eran necesarios al menos 107 mil millones y el presupuesto 2018 votado por el Congreso -junto con la reforma previsional- designó para las UUNN $ 95.317.370.317 mas $5.000 millones para el programa FUNDAR. Con el nuevo recorte, no se hace más que profundizar la crisis financiera del sistema universitario. 

El silencio generalizado de los rectores ante al anuncio de este nuevo ajuste confirma su cuota de responsabilidad ante la  gran cantidad de trabajadores precarizados y sin un sueldo,  las pocas ofertas horarias, la escasa cobertura de becas y de raciones de comida, la falta de guarderías y los constantes problemas edilicios. Es más, el tan discutido problema de la deserción que el gobierno le adjudica a los docentes y a las estructuras de enseñanzas muy rígidas, lejos esta de solucionarse si se quitan fondos y se nivelan a la baja las carreras de grado. 

Este recorte se da en medio de la paritaria de la docencia universitaria. Ya en la primera reunión el Ministerio de Educación no hizo ninguna propuesta frente al 25% -para todas las escalas- exigido por los gremios. En este contexto este 10 y 11 de abril hay paro nacional de docentes universitarios contra el techo salarial que año a año se consume el poder adquisitivo de las y los trabajadores y contra el ajuste. 

En el Plenario de Rectores también hubo lugar para la presentación de la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES) de la mano del ex rector kirchnerista Francisco Tamarit -coordinador de la CRES-que en el mes de junio se realizará en Córdoba y cuya principal pretensión es avanzar hacia un modelo de reconocimiento académico para toda la región, similar al estilo europeo delineado por el plan Bolonia. En esta misma sintonía, la designación como nuevo presidente del CIN de Hugo Juri, actual rector de la UNC y principal impulsor del Sistema Nacional de Reconocimiento Académico, muestra el total apoyo a las reformas que el macrismo está impulsando en las universidades nacionales.

Frente a la profundización del desfinanciamiento educativo y la mercantilización, es necesario que el movimiento estudiantil se ponga de pie e incentive su organización en asambleas, cuerpo de delegados, comisiones, etc. direccionados en dar la pelea junto con el resto de los sectores populares a las políticas entreguistas y ajustadoras del gobierno. Tomando como ejemplo ese movimiento estudiantil de fines de los `60 y principios de los `70, hoy avanzar en la conquista de mayor presupuesto y frenar las reformas en curso, viene de la mano con la disputa por una universidad popular, científica, democrática y que aporte a la liberación.

Martina Bas