Se fue Milani; ahora que pague por sus crímenes

Miércoles, 15. Julio 2015

Finalmente, el gobierno le soltó la mano al general César Gerardo del Corazón de Jesús Milani. El ejército emitió un comunicado en el que afirmaba que se retiraba por “razones personales”. Milani mismo en su discurso de despedida, entre lágrimas de cocodrilo, defendió su gestión y atacó a quienes lo acusan, propiciándoles “su desprecio”.

De cara a las elecciones nacionales, las denuncias de enriquecimiento ilícito y sobre la desaparición del conscripto Alberto Ledo y secuestros en la provincia de La Rioja durante la dictadura genocida figuraron entre causas por las que Cristina decidió no bancar más al jefe del Ejército con mayor poder de los últimos años. Sin embargo, también es de destacar el “juego propio” que el general venía desarrollando. Según Clarín: “Escaló su nivel de influencia en el Gobierno apoyándose en la entonces ministra de Defensa, Nilda Garré, para llegar después a Zannini, el poderoso secretario Legal, y a la propia Presidenta. Pero cuando percibió que algo podía cambiar buscó garantizarse el futuro abriendo una línea directa con Daniel Scioli, en tiempos en que el gobernador de Buenos Aires todavía luchaba por ser consagrado candidato presidencial. El problema del jefe de los espías fue que lo descubrieron. Sus contactos con Scioli fueron informados sin demora a la Presidenta y su estrella desde entonces comenzó a opacarse.” Julio Blank, autor de la nota, valiéndose de sus capacidades como operador de prensa y sus incapacidades como periodista, también afirmó que: “No hay constancia al respecto, pero puede que también haya sido informada la Presidenta de la relación que Milani buscó entablar con Mauricio Macri.”
Si nos apoyamos en los diarios oficialistas, Página/12 dio una versión más ajustada al relato. Horacio Verbitsky, ciñéndose al discurso K y demostrando que ante todo somos soldados del pinguino, dio datos más que interesantes sobre las relaciones de Milani con otros represores y que están detalladas en la causa de enriquecimiento ilícito “Según su declaración jurada pagó un millón y medio de pesos por esa finca de 1150 metros cuadrados, que era menos de la mitad de su valor de mercado en aquel momento. En su descargo, Milani mencionó la venta de un departamento en el barrio porteño de Belgrano. El propietario anterior a quien Milani le compró esa vivienda es un conocido represor, condenado dos veces a prisión perpetua; su propietario actual, a quien presuntamente se la vendió, está aún bajo proceso y con prohibición de salir del país.” Los represores son Luis Fernando Estrella y Eduardo Enrique Barreiro. Se ve que Verbitsky se había olvidado mencionar estos “detalles” en notas anteriores. Abroquelamiento, que le dicen.
El nuevo jefe del Ejército será el general Cundom y todo lo relativo a Milani ¿seguirá? en la justicia y esta será una prueba más de las falsas intenciones de progresismo del kirchnerismo con respecto a los derechos humanos. En el camino quedan más de 1400 agentes de inteligencia en actividad en el ejército, el Proyecto X, Sergio Berni, la represión a trabajadores en la Panamericana, la disolución del Instituto Espacio de la Memoria, el avance y manipulación sobre los Centros Clandestinos de Detención y Exterminio y su política de “resignificación” de los mismos, obturando la pelea contra la impunidad, y ahora la nueva doctrina de inteligencia.
La presión política ejercida principalmente por las organizaciones nucleadas en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, que desde el primer momento denunciaron el prontuario de Milani, jugó su parte en el desgaste político sufrido por el general. Su salida de la jefatura del Ejército debe ser leída como un triunfo. Ahora queda redoblar esfuerzos para que su alejamiento del poder no redunde en impunidad, y que pague por los crímenes que cometió, por lo cual la bandera de juicio y castigo para este genocida debe ser mantenida en alto.

Marcela Stein

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Miércoles, Julio 15, 2015 - 00:15

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