Cuota Hilton: negocios y carne para pocos

La Cuota Hilton es un contingente arancelario otorgado por la Unión Europea a países exportadores de carne vacuna sin hueso de cortes específicos: bife sin lomo, cuadril, lomo, bife ancho sin tapa, nalga de adentro, nalga de afuera, bola de lomo y entraña fina. Del total comercializado al último año, 62.300 toneladas, Argentina lidera el ranking en la región. Lo sigue Estados Unidos con una cuota de 11.500 tn, compartida con Canadá y una cuota adicional que llegará a las 45.000 tn en los próximos tres años. Brasil con casi 9.000 tn, Australia y Uruguay con 5.000 toneladas completan la lista de beneficiados.

El gobierno nacional, a través de la Secretaría de Bioeconomía a cargo de Fernando Vilella, ha distribuido la cuota Hilton para el próximo ciclo 2024/2025, reflejando una continuidad al reparto adjudicado del ciclo 2023/2024, pese a las eliminaciones de trabas a la exportación.

Este año se asignaron un total de 28.346,234 toneladas para la UE y 111 toneladas adicionales para el Reino Unido, con un fondo de libre disponibilidad de 1.042,766 toneladas para circunstancias específicas del mercado. Alemania con el 50% de lo importado, Países Bajos, Italia, España, Portugal son los principales destinos.

La distribución, formalizada antes del 30 de junio (fecha de cierre), ha generado opiniones mixtas en el sector exportador. Desde el Consorcio de Exportadores de Carnes ABC se ha elogiado “la previsibilidad que brinda este sistema basado en el desempeño histórico de las empresas (past performance)”. La consultora Conocimiento Ganadero han expresado “preocupación por la falta de innovación y la falta de equidad en la asignación del cupo. Mientras se mantenga un enfoque conservador en la asignación, se limita el crecimiento potencial de pequeños y medianos productores que podrían aportar nuevas ideas y prácticas al sector.” No obstante, al día de su oficialización, solo se cubrió un 92% del cupo mostrando un retroceso con respecto a los últimos 6 años donde se garantizó el 100%.

Concentración de asignaciones

En Argentina el proceso de inscripción, llevado a cabo a través de la Plataforma de Trámites a Distancia (TAD), registró la participación de 67 postulantes, de los cuales 66 empresas (frigoríficos y productores) fueron adjudicados con 10 grupos económicos concentrando el 63.67% de la cuota. Un negocio valuado en 350 millones de dólares.

Entre los frigoríficos privilegiados encontramos: Swift con 2.630 tn; Quickfood con 2.022 tn; La Anónima con 2000 tn; Gorina con 1.858 tn; Rioplatense con 1822 tn; Arre Beef con 1757 tn; Coto con 1408 tn; Compañía Bernal con 1218 tn; Friar con 1276 tn. El grupo Lequio acumula entre sus tres plantas un total de 2.055 toneladas.

Por su parte, en el grupo de productores se cuentan 25 empresas. Recibieron 2.397,582 tn y queda un remanente de 516 tn a repartir en 2025. En total la categoría podrá exportar 2.913,825 tn, nunca pasó del 10% del total. La Asociación Argentina de Angus, Malefu Agropecuaria y la Agrupación de Productores Ulsa resultaron adjudicatarias de 291,383 tn cada una. Le siguen en la lista Carnes Virreyes con 255,641 tn adjudicadas; 178,079 tn a Aliarg; 177,208 tn a Abuelo Julio; 163,541 tn a la Asociación Argentina de Brangus; 162,397 tn a la Asociación Argentina de Criadores de Hereford; 82,322 tn a Carne Hereford; 78,750 tn a la Asociación Argentina Criadores de Limousin; y 76,375 tn a la Asociación Civil Braford Argentina, entre los más beneficiados. La cuota tiene en cuenta la past performance, es decir, la participación de los exportadores en años anteriores. En la medida que hay industrias que pueden exportar más, tendrán garantizada la adjudicación o en otras palabras se fomenta la tendencia a la concentración y monopolización del sector. 

En paralelo, el consumo de carne vacuna en Argentina ha caído drásticamente, siendo el menor registrado en los últimos 30 años, según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA). Este descenso se debe principalmente a la disminución del poder adquisitivo de la población (que ha caído aproximadamente un 24% en la primera mitad de 2024), inflación, el aumento de los costos de vida, desregulación de tarifas, crecimiento del desempleo, etc. 

El aumento de precios en el sector de carnes y derivados en mayo de 2024 muestra incrementos significativos, con un alza interanual del 283.9%. Este aumento, aunque considerable, ha sido inferior al incremento en el valor del kilo vivo y al índice de precios al consumidor, debido a la contracción del poder adquisitivo de las familias.

El consumo aparente de carne vacuna en los primeros cinco meses de 2024 ha alcanzado las 860.1 mil toneladas res con hueso, marcando una caída del 14.9% respecto al mismo período del año anterior. Este volumen es el más bajo de las últimas tres décadas, excluyendo los primeros cinco meses de 2020.

En términos per cápita, cada argentino consumió aproximadamente 44 kilogramos de carne vacuna entre enero y mayo de 2024, lo que representa una reducción del 15.9% comparado con el mismo período de 2023. El promedio móvil de los últimos doce meses indica un consumo anual de 49 kilogramos por habitante, una disminución del 7% respecto al año anterior.

La distribución de la cuota Hilton se da al mismo tiempo a la publicación de datos del INDEC sobre la situación económica del pueblo. El informe muestra que, durante el primer trimestre de 2024, el decil más rico recibió 15 veces más dinero que el decil más pobre. El aumento de la desigualdad se explicó por la fuerte aceleración de la inflación y devaluación (mismo trimestre) sumado al desempleo y la caída del PBI en un 5,1%, mostrando a la clara quienes son los mayores beneficiados y perjudicados del ajuste de Milei. 

Mientras el negocio de exportación de carne vacuna hacia Europa sigue siendo robusto y concentrado en pocas manos, como todo el sector alimenticio, el mercado interno argentino enfrenta la peor caída en el consumo de las últimas décadas y los altos precios, que están impulsando a los consumidores hacia opciones más económicas.

El modelo de entrega y concentración es claro. No hay ninguna intención del gobierno de que el pueblo se alimente dignamente. El mejor ejemplo está en la suspensión del envió de alimento a los comedores mientras tenía galpones con toneladas de alimento por vencerse. La carne para alimentar a nuestro pueblo está, es fundamental la organización para terminar con estos negocios para pocos y hambre para muchos.

Ramiro Ricciardi