Jornada de lucha contra el FMI

La Semana Mundial de Acción por Justicia frente a la Deuda, el Clima y la Crisis Económica (9 a 16 de octubre), es una respuesta a la Reunión Anual del FMI y el Banco Mundial, que tendrá lugar en Marruecos. Movimientos populares de todo el mundo participan de la jornada de lucha, reclamando justicia frente a la deuda, el clima y la crisis económica.

En Argentina, nos concentramos el martes 10 de octubre a las 14:00 frente a las oficinas del Fondo Monetario Internacional (Paraguay 1178, CABA), organismo corresponsable por la enorme deuda que tomó y nos dejó el gobierno de Mauricio Macri por USD 45.000 millones.

Esa deuda no fue cuestionada sino aceptada en su totalidad por el gobierno del Frente de Todos, que negoció con el FMI nuevos plazos de pago a cambio de un plan de ajuste ortodoxo y la promesa de salir de la crisis. Un año después, el plan fracasó y todos los indicadores económicos han empeorado: la inflación se disparó, los ingresos de la población se estancaron, creció la pobreza y las reservas del BCRA están en rojo.

El cronograma de pagos tiene fuertes vencimientos durante las elecciones nacionales y la sequía golpeó el plan del gobierno para llegar a diciembre. Por eso, Massa hizo malabares financieros antes de las PASO y acordó con el FMI nuevas metas, incluyendo la devaluación post PASO. El gobierno pateó el pago de octubre para después de las elecciones generales (USD 2.627 millones) y luego siguen USD 678 millones en noviembre y otros USD 914 millones en diciembre. No obstante, la presión permanente de los grandes capitales y fugadores implica que las reservas del BCRA no logran crecer, incluso tras la nueva edición del dólar soja. La falta de dólares y el probable incumplimiento de las metas acordadas con el FMI ponen en riesgo un nuevo desembolso antes de cerrar noviembre, dejando todo para renegociar con el próximo gobierno. 

La situación sigue siendo frágil y el problema no es solamente económico-financiero, sino que se entremezcla con una crisis política. El gobierno no tiene garantizada la continuidad en el poder y las turbulencias propias de una transición gubernamental profundizan la falta de estabilidad. El propio FMI puede suspender el envío de los desembolsos a la Argentina, dependiendo de los resultados electorales. 

Por otro lado, tras obtener los desembolsos del FMI en agosto, el ministro-candidato Sergio Massa ha priorizado su condición de candidato presidencial: lanzó una serie de medidas económicas para compensar el golpe al bolsillo que él mismo aplicó con la devaluación post PASO. Sin embargo, los bonos, la devolución del IVA y la suspensión de la 4ta categoría de Ganancias, entre otras, apenas logran hacerle frente a la disparada inflacionaria y la escalada del dólar, y es esperable que profundicen el problema del déficit fiscal. 

Lo anterior ocurre mientras la pobreza superó el 40% en el primer semestre del año, la actividad económica decrece y la recesión amenaza con instalarse, con sus conocidos efectos negativos sobre el empleo y los salarios.

Leé la declaración completa en las redes de la “Autoconvocatoria por la suspensión del pago e investigación de la deuda”

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Corresponsal