Córdoba - Balance de la lucha docente

El lunes 24 de abril se cerró el primer tramo de negociación paritaria de la docencia en una asamblea de delegados departamentales que arrojó el resultado de 19 delegaciones por la aceptación y 7 por el rechazo de la propuesta. 

Deberíamos matizar estos resultados analizando el componente demográfico y el número de afiliados de cada departamento. Los afiliados de los departamentos que aceptaron suman 17.223, mientras los que rechazaron suman 25.361. Esta diferencia inclusive es más abultada si descontamos los afiliados del tercer departamento de la provincia en importancia -Colón-, donde ante la igualdad en la votación, la secretaría general celeste terminó desempatando a favor de la aceptación. En otras palabras, un rechazo mayoritario terminó opacado por la subrepresentación de los departamentos con más afiliados.

No obstante, vale aclarar que la aceptación de la cuarta propuesta del ejecutivo se produce luego de tres históricos rechazos, que se cimentaron fundamentalmente en la importantísima lucha sostenida por la docencia organizada a lo largo y ancho de la provincia, que con movilizaciones, cortes de ruta, protestas en peajes, semaforeadas, acciones zonales y escraches a los responsables políticos provinciales del ajuste, levantó las consignas de fuera la celeste y Monserrat, salarios y jubilaciones superiores a la Canasta Básica Total, rechazo de la precarización y los descuentos, basta de maltrato laboral y la defensa de un sindicato democrático y de lucha que represente los intereses de las y los trabajadores, no de la patronal. 

Frente a una conducción desgastada que apostó a aceptar una recomposición en torno al techo fijado por CTERA y a freezar la disposición a luchar, estalló una rebelión docente con una impronta fuertemente antiburocrática y autoconvocada, que rebasó el inmovilismo de la celeste y le quitó por momentos la dirección del conflicto de las manos. 

Las históricas agachadas convalidando acuerdos a la baja, la tibieza durante la pandemia que permitió al gobierno provincial implementar una reforma previsional y del estatuto con consecuencias nefastas, mientras arreciaban la sobrecarga laboral, la burocratización de la tarea docente y los casos de maltrato laboral, entre otras, sumadas a la reticencia a incluir las demandas más sentidas por la docencia expresadas en los mandatos, fueron la base que posibilitó el renovado impulso de una movida afiliatoria que contrarrestó el desgranamiento desafiliatorio de los últimos años, además de un importante aumento del número de delegados y delegadas comprometidos con la lucha docente en las elecciones escolares del año pasado.

El conjunto de  la docencia agrupada en organizaciones opositoras, la gran participación de la docencia no agrupada autodenominada autoconvocada y los delegados escolares comprometidos pusieron en jaque el intento del gobierno provincial de arreglar chauchas y palitos, obligándolo a reformular las propuestas por encima del techo de 40 % y a otorgar una recomposición a todo el escalafón docente de 60% y a devolver los descuentos por paros y asambleas, bandera que la conducción venía resignando desde hace años. 

Más allá del reclamo sectorial, el trabajo desde abajo desempeñado por compañeras y compañeros de la modalidad hospitalaria-domiciliaria junto a trabajadores de salud en el polo sanitario de la ciudad, sentó las bases para la unidad en las calles de los estatales.

Queda claro que en un escenario de modificación continua de precios cualquier recomposición queda desfasada sin una cláusula de indexación automática. Tanto los números que el gobernador Schiaretti negocia con la conducción como los establecidos por CTERA apuntaron a poner un tope a las paritarias para de esta manera implementar un ajuste. Sin embargo, con organización por abajo y en ciertos momentos logrando la unidad entre sectores se le pudo torcer el brazo al gobierno provincial, echando por tierra tres propuestas y obligando al ejecutivo a modificar la oferta y a reconsiderar parcialmente las demandas docentes. Asimismo, la devolución de los descuentos es un gran logro obtenido por la docencia que permite plantear en adelante la lucha con más fuerza.

La implacable pérdida salarial por la inflación, la renovación del cuerpo de delegados en varios departamentos con características más combativas, el ejemplo de lucha de la coordinadora de trabajadores de la salud, junto al sentido de oportunidad por estar en un año electoral, se conjugaron para envalentonar a la docencia a rebasar los límites de la celeste.

Finalmente, la rebelión docente que despertó con múltiples protestas obligó a la conducción a recurrir al paro por 24, 48 y 72hs, que no terminó de implementarse por aceptar UEPC la conciliación obligatoria. La perplejidad de Monserrat ante el rechazo reiterado de una propuesta a su juicio razonable y bien conformada, puso de manifiesto nuevamente un quiebre entre quienes dirigen el gremio y el conjunto. 

Justamente, el 4 de agosto tendrán lugar las elecciones en la UEPC (Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba), en la que se renovarán autoridades de las delegaciones departamentales y la conducción del sindicato. En el marco de esta histórica lucha salarial, las agrupaciones opositoras y docentes de autoconvocados se encuentran en el proceso de conformación de una lista de unidad de toda la oposición para recuperar la dirección del gremio. Se trata de una muy importante instancia de acumulación en la lucha por la recuperación de nuestros salarios, condiciones de trabajo y por una educación laica, crítica y gratuita para nuestro pueblo.

Cándido López