CABA - Contra las EMI los sábados

En un nuevo ataque a las condiciones laborales de la docencia, el ministerio de Educación de la CABA reformó la agenda educativa para pasar los Espacios de Mejora Institucional (EMI) a los días sábado.

Las EMI son reuniones generales del personal docente en donde se tratan temas generales de cada institución, y en donde también se hacen capacitaciones. Se realizan en un día de la semana en el que se suspenden las demás actividades, completando de tres a cuatro entre febrero y diciembre.

La iniciativa del larretismo surgió a partir del feriado del 2/9 que decretó el gobierno nacional por al atentado contra Cristina, suspendiendo entre otras cosas la actividad escolar por ese día. Repitiendo el latiguillo de “cada día cuenta”, Larreta y Acuña decidieron suspender la EMI programada para octubre y trasladarla a un sábado. Pero se trató de una excusa, ya que antes siquiera de realizar esa jornada –y por lo tanto, sin chance de evaluar su resultado-, decidió modificar la agenda agregando una jornada más en la misma condición, y proyectando realizar las del año que viene también en sábado.

En realidad, lo que se ve es la puesta en marcha del plan pergeñado tras la reforma del estatuto de este año, a saber: salario por capacitación. La EMI el sábado se presenta como una jornada optativa en la que se le pagará un extra a los concurrentes. Traducido: si no te alcanza la plata, trabajá un día más. Trata de instalar la extensión de la jornada laboral, aportando a una flexibilización que fue creciendo con la implementación de la NES y de la Secundaria del Futuro. Hasta el pago es precario. La suma ofrecida es no remunerativa -en negro, no cuenta para aguinaldo y jubilación- y avanza sobre la garantía mínima, con lo cual hay docentes que de ir el sábado no cobrarían más. Eso sin contar que las altas tardan de seis a ocho meses en cobrarse.

La medida viene generando un amplísimo repudio de la docencia. A los pronunciamientos de asambleas de base, se suman declaraciones de equipos directivos y hasta supervisiones rechazando su realización y convocando a las y los docentes a no asistir.

El dúo Larreta - Acuña viene bastante acostumbrado a imponer de prepo todas sus iniciativas, con la complicidad de la burocracia sindical. Pero la movida de los sábados viene a recalentar una situación bastante caldeada. El salario pierde todos los meses contra la inflación, y los ajustes mensuales que ofrece el gobierno corren por detrás de la suba de precios. A eso hay que sumar la situación insostenible de la obra social, y el malestar en media por la demora en las titularizaciones prometidas. En este contexto, los paros convocados vienen ganando en masividad. Para completar el cuadro, las tomas de colegios golpearon en medio de la interna PRO, dejando a contrapié a una ministra que se ganó el rechazo de gran parte de la comunidad educativa con sus bravuconadas y denuncias. La movilización a Jefatura del 4 de octubre fue una de las manifestaciones más grandes contra el gobierno de Larreta. En ella se escuchó la consigna de Fuera Acuña.

Hay que cerrarle el paso a esta intentona del larretismo, luchando hasta que los sábados desparezcan de la agenda educativa. Es un punto que debe sumarse a la pelea por el salario por encima de la inflación y por la defensa de la obra social: este es el programa por el que viene luchando la docencia y por el que hay que profundizar el plan de lucha, preparando nuevas jornadas de paro impulsadas desde las asambleas en las escuelas, reclamando a los gremios que tomen la posta. El Fuera Acuña, más que una consigna, es una necesidad de la educación porteña.

Facundo Palacios