Se fue Zabaleta, los problemas siguen

Luego de un año y dos meses de gestión, finalmente se efectivizó la tan anunciada renuncia de Juan Zabaleta al ministerio de Desarrollo Social de la nación. El ex intendente de Hurlingham volverá a sus pagos con el afán de recuperar la intendencia luego de una experiencia agria en el gabinete nacional. Victoria Tolosa Paz será la tercera ministra de desarrollo del gobierno de Alberto Fernández ya que Daniel Arroyo (hoy diputado) dejó el cargo en agosto del año pasado.

Cuando asumió Zabaleta el gobierno se aprestaba a cerrar la renegociación de la deuda con el FMI. En ese sentido, el principal objetivo del entonces nuevo ministro era el ajuste en planes de asistencia social junto al despliegue de una fuerte ofensiva contra las organizaciones sociales, piqueteras y de desocupados. Sobre todo, contra las que luchan.

En un país donde la inflación devora los ingresos, con subas más fuertes en alimentos, crecimiento de la indigencia y casi la mitad de la población generando ingresos por debajo del umbral de pobreza, recortar la asistencia genera conflictos. Máxime si no existe un plan para la generación de trabajo genuino con paga digna, ni plan de obras en las barriadas populares, o si se recorta la asistencia en alimentos.

Los planes de lucha de la Unidad Piquetera lograron quebrar esa política, a fuerza de piquetes, cortes de ruta, acampes y movilizaciones de miles copando todas las plazas del país. La marcha federal piquetera fue un suceso histórico del que la CUBa MTR fue organizadora y participó con nutridas delegaciones del NOA, NEA y Centro. Los cortes de accesos y movilizaciones del puente Pueyrredón pusieron el eje, la discusión sobre las condiciones de vida del pueblo, el hambre, los salarios, la pobreza, obligaba a posicionarse a todos los sectores políticos.

Durante la gestión de Zabaleta en el ministerio de Desarrollo sucedieron hechos de persecución abierta hacia organizaciones populares. Si bien varios allanamientos fueron producto de causas judiciales, éstas tuvieron un impulso en las declaraciones de Cristina Kirchner, que al mismo tiempo formaban parte de una suerte de campaña que comenzaron el mismo ministro y su viceministro Aguilera contra las organizaciones combativas. En Jujuy y en Caba se dieron los intentos más osados en lo represivo, y en el caso jujeño la lucha popular recuperó la libertad de compañeros y compañeras dirigentes territoriales.

La respuesta a esta campaña mediática, judicial y política contra los piqueteros y el derecho del pueblo a auto financiarse y organizarse tuvo una respuesta unitaria con sectores de la Utep, empujados por el deterioro de las condiciones de vida y sobre todo porque muchas de esas organizaciones eran allanadas por la justicia y ejecutadas mediáticamente.

Las auditorías y la prohibición momentánea de pases que fueron presentadas como caballito de batalla para avanzar contra las organizaciones no tuvieron ese efecto y el ex ministro se retira sin cumplir con ninguno de los objetivos planteados. Y habiendo tenido que ceder a los reclamos del movimiento piquetero combativo.

El nombramiento de Tolosa Paz y las primeras declaraciones de la ministra dan cuenta de un gobierno que insiste con una política social de ajuste y de confrontación pública con las organizaciones. Al cierre de esta edición se suceden reuniones de la Unidad Piquetera con funcionarios del ministerio ya que Zabaleta dejó pendientes compromisos y las nuevas autoridades parecen querer desconocerlos. Cuestión que, de ser así, tendrá nuevamente al movimiento piquetero marcando el pulso en las calles y en las rutas.

 Victor Pucará