Tucumán - Por la Segunda Independencia

Reproducimos la intervención de nuestro camarada Ricardo González en Tucumán, en el marco de la jornada de lucha nacional del pasado 10 de agosto.

Compañeras, compañeros, paisanos, paisanas de mi patria. Este pueblo, que tuvo la dignidad, que supo de la pulsión libertaria en sus comienzos; que regó los campos de batalla con su generosa sangre; que trepó los Andes y llevó la libertad y la independencia a otros países, tiene que ver hoy con vergüenza infinita cómo un mamarracho de presidente que no sabe defender los sagrados intereses de la Nación y de su pueblo, acepta que los usureros, que los representantes del capital internacional pongan a sus personeros. Como lo son Manzur, como lo son Massa, que son los representantes de la embajada norteamericana y del sionismo. ¡Y de toda la malaria esa que se viene atrás presionando y empujándonos a la miseria! ¡Ésa es la vergüenza que tenemos que soportar! ¡Esa es la indignidad mayor que nos acosa! 

Bien lo sabían San Martín, Belgrano, Castelli, Monteagudo. Sabían que sin independencia era absolutamente imposible la existencia de un país. ¡Que no podía haber desarrollo económico, que no podía haber progreso, que no podía haber futuro! Tuvieron que tomar las armas porque sin independencia compañeros, tengámoslo claro, no hay nada. ¡No hay nada! Cuando un pueblo, un país, una Nación, no tiene en su voluntad forjar su destino y decir “esta riqueza la vamos a explotar de esta manera”, “con esto le vamos a trabajo a nuestros paisanos”, compañeros, ese país no existe. Y eso es lo que estamos sufriendo en este momento: ¡el avasallamiento de las potencias extranjeras detrás de nuestras riquezas! ¡Ellos sí hacen negocios! ¡Ellos sí se enriquecen! ¡Ellos sí que viven bien! ¿Pero nosotros hasta cuándo vamos a aguantar esta indignidad y esta vergüenza?! ¡¡Hasta cuándo!!

Por eso es que tenemos que proseguir con la organización, buscando la unidad con los compañeros trabajadores, que tienen la suerte de tener trabajo; y la unidad con todos aquellos que se opongan al imperialismo y a su afán de lucro incesante. Compañeros ¡no debemos abandonar la lucha! ¡Debemos redoblar nuestros esfuerzos! ¡Debemos redoblar nuestra organización! ¡Debemos agrandarnos! Porque lo que se viene es cada vez más bravo ¡nadie deja de usufructuar sin dar pelea!  Así que nosotros tenemos que defenderlo, tenemos que defender lo nuestro, tenemos que defender el pan de nuestros hijos, tenemos que defender nuestro futuro ¡Tenemos que defender nuestra patria, carajo!