55 aniversario de la R.D. de Vietnam

Hace 55 años se declaraba la creación de la República Democrática de Vietnam.

Desde mediados del  siglo XIX la dominación del imperialismo francés había hecho del actual territorio de Vietnam una sociedad colonial y semi feudal. En 1930, bajo la fusión de las tres organizaciones comunistas locales, se fundó el Partido Comunista de Vietnam. La lucha anticolonial estaba enlazada a la lucha antifeufal, así que las tareas propuestas por la naciente organización fueron: realizar la revolución democrático burguesa a fin de derrotar la ocupación francesa, conquistar la independencia nacional y establecer la reforma agraria para avanzar al socialismo en una segunda etapa.

Luego del auge revolucionario de los años 1930/1 el imperialismo francés desató una feroz represión contra el pueblo que condujo a una situación de reflujo. Por esos años, las disputas interimperialistas se recrudecían y los alemanes, italianos y japoneses unidos se lanzaron en dirección bélica para obtener, mediante la guerra, un nuevo reparto del  mundo. Bajo ese marco la Internacional Comunista en 1935 estableció la correcta táctica de conformación del frente único antifascista. Persiguiendo dicho objetivo los comunistas vietnamitas impulsaron el Frente Democrático de Indochina (luego denominado Frente Nacional Unido Antiimperialista) pero los franceses no modificaron su conducta represiva y reaccionaria. En septiembre de 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial. Francia fue invadida por los nazis y el imperialismo japonés ocupó la colonia francesa en Indochina. El indomable pueblo vietnamita se levantó contra los ocupantes franceses y japoneses y los comunistas impulsaron en 1941 la creación de la Liga por la Independencia de Vietnam (Viet Minh). El objetivo de la Liga fue aislar al máximo a los enemigos y ganar a la mayor cantidad de fuerzas para la causa de la liberación nacional. En en transcurso de 1943 el movimiento revolucionario cobró un gran auge en las zonas rurales pero poseía cierto retraso en los centros urbanos, razón por la cual el Partido impulsó el "programa cultural vietnamita" con el objetivo de nuclear a los intelectuales y artistas de las ciudades. 

Al quedar los japoneses como únicos dueños de Indochina, la dirección comunista de Vietnam formuló la orientación de "rechazar la ocupación japonesa" en lugar de "rechazar a los franceses y japoneses" al mismo tiempo, a la vez que convocó al pueblo a "recuperar los depósitos de arroz para combatir el hambre". Para agosto de 1945 la URSS y las tropas de Mao en China lograron la rendición japonesa. En este marco la dirección comunista  de Vietnam ordenaba la insurrección general. Durante el mes de agosto se produjeron las insurrecciones de Hanoi, Hue y Saigón. El 2 de septiembre de 1945 el presidente Ho Chi Minh leyó la declaración de independencia en nombre del gobierno provisional y anunció el nacimiento de la República Democrática de Vietnam.

La lucha del pueblo de Vietnam por su independencia no finalizó con la declaración de la República. Al poco tiempo del anuncio, las tropas chinas del Koumitang al mando ChiangKaiShek invadieron por el norte mientras que el ejército británico ingresaba por el sur abriéndole el camino a los franceses. Hubo nueve años más de combates para lograr la expulsión definitiva de los franceses en el norte, victoria que se coronó tras la célebre batalla de Dien Bien Phu en 1954; mientras que en Vietnam del Sur el imperialismo yanqui dominaba por medio de gobiernos títeres. Tras los acuerdos de Ginebra fue reconocida formalmente la naciente República y se trazó un plan para unificar al país. Las provocaciones del gobierno instalado en el sur darían origen a la siguiente epopeya militar del pueblo vietnamita enfrentando y derrotando a la prepotencia yanqui entre 1955 y 1975, declarando en todo su territorio la República Socialista de Vietnam.

La victoria vietnamita primero sobre japoneses, luego sobre franceses y por último sobre los yanquis, grafica aquello de la debilidad estratégica del imperialismo, que por más feroz que se muestre no deja de ser un tigre de papel.

Sabrina Fara