Elecciones en CABA - Primer balance de las PASO

Lunes, 19. Agosto 2019
PASO CABA

En el marco del derrumbe electoral en la Nación y en la provincia de Buenos Aires, la PASO porteña fue la única noticia más o menos buena que recogió el macrismo, no obstante lo cual aparecen algunos nubarrones en la reelección de Rodríguez Larreta.

Puesto en contexto, el 46,5% del actual Jefe de Gobierno frente al 31,9% del candidato peronista Matías Lammens no es un resultado para festejar demasiado. La coalición oficialista perdió puntos respecto de la última legislativa que había encabezado Elisa Carrió, incluso a pesar de haber sumado a Lousteau en su lista -que en esa ocasión se había presentado aparte- y a otros socios menores como el Socialismo de Roy Cortina. Y si bien los 14 puntos con la segunda lista parecen ser una distancia holgada, en el larretismo saben que el efecto de la debacle nacional puede ser muy peligroso en un hipotético ballotage. Sacando del cómputo de los totales a los votos en blanco (en las PASO porteñas se cuentan, en la primera vuelta no), de repetirse la elección del domingo 11 Larreta llegaría a los 50 puntos; pero esa chance de liquidar todo en el próximo round va a depender de cuánto se pueda amortiguar el peso muerto de Macri. 

En cuanto al peronismo, la lista de Lammens cosechó una suba de más de diez puntos respecto de presentaciones anteriores. El presidente de San Lorenzo protagonizó una campaña de críticas muy módicas al gobierno, en la que fueron rigurosamente evitados temas sensibles como la fiesta del sector inmobiliario. No deja de llamar la atención la búsqueda de dos “outsiders” -la fórmula la completa la periodista Gisella Marziotta- para un armado en el que se destacan dirigentes K como Recalde y otros provenientes del progresismo, como Pino Solanas y Victoria Donda, y en donde brillaron por su ausencia figuras de cierto peso del sindicalismo opositor, en donde el kirchnerismo dirige UTE, la seccional de ATE y el sindicato del subte. Tampoco tuvieron un lugar de importancia representantes de los movimientos sociales de la ciudad. Resuenan las palabras de Juan Grabois, respecto de que el espacio decidió elegir a alguien que “se viste bien”.

En el tercer lugar de las opciones opositoras aparecen los 173.300 votos blancos y nulos, algo más de un 8% de los sufragios emitidos y casi un 20% de los 898.000 obtenidos por Larreta, que marcan un descontento más profundo. Las tres listas de izquierda (FIT-U, AyL y MAS) sacaron juntas unos 118.000 votos.

Desde que asumió hace cuatro años, Larreta viene profundizando el modelo heredado de Macri, en el cual la ciudad está en manos de un negocio inmobiliario desaforado y de contratistas del estado que engordan sus ganancias gracias a planes faraónicos de obras públicas. Ello se complementa con un ataque sistemático a la educación y la salud públicas, a las condiciones de vida de los más pobres y a las condiciones laborales de los trabajadores de la ciudad. No es casualidad que hayan sido los barrios del sur los que más castigaron al oficialismo.

En esta oportunidad, además del ancla de Macri, también se comenzó a sentir el arrastre del tercer mandato PRO en la CABA. En el último año Larreta tuvo que afrontar luchas que fueron desgastando su imagen. La educación pública hizo punta en esa dirección. Luego de un largo enfrentamiento contra la comunidad educativa de los institutos terciarios en torno al proyecto de la UNICABA, el 2018 cerró con la intentona de darle cierre a los comerciales nocturnos, que fue impedida a pura movilización y bloqueo. En el medio, se impidió el cierre de la sala de lactario del Hospital Ramos Mejía.

Esta fue quizás la principal patinada de un gobierno que además enfrentó la movilización de los habitantes de la Villa 31 en contra de una urbanización que les quita el derecho a la vivienda en favor del negocio inmobiliario; de los profesionales de la salud y de los pacientes en contra del cierre de hospitales bajo la farsa del “5x1” y por la defensa de los centros de salud barriales en el sur de la ciudad; de los estatales, los docentes y los trabajadores del subte. A ello hay que sumarle la lentitud con la que respondió a la crisis por las bajas temperaturas que causaron muertos de frío, desnudando con toda crudeza que, en la ciudad que remodela su calle Corrientes, la gente en situación de calle se multiplicó. Bastantes frentes de batalla abiertos en el marco del ajuste actual, que si bien no tiene a Larreta en el centro de la tormenta, no podía menos que salpicarlo.

Con una elección abierta y en medio de la crisis nacional, es momento para que los damnificados por el modelo PRO tomen la iniciativa y vayan a la carga con los reclamos, organizando asambleas, pliegos de demandas y planes de lucha. No solo se debe apuntar a conseguir reivindicaciones que el gobierno pueda ceder para llegar mejor parado a octubre. Este hostigamiento debe ser la continuidad de las expresiones de rechazo que recogieron las PASO, en el camino de que sea la lucha del pueblo la que termine con este modelo de negociados y de una ciudad para pocos.

Facundo Palacios

Publicado en: 
Lunes, Agosto 19, 2019 - 18:30

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