A todo o nada I La puja por Vaca Muerta y la rapiña del gran capital

Viernes, 15. Febrero 2019

La tensión entre Mauricio Macri y Paolo Rocca, mandamás del grupo Techint, está en su punto más álgido luego que la Secretaría de Energía, a cargo de Gustavo Lopetegui, comunicara la reducción de subsidios a la producción de gas en Vaca Muerta como consecuencia del déficit cero acordado con el FMI.

Frente a tal disposición, Tecpetrol, la petrolera de Techint, avanzó en dos frentes que pueden traerle dolores de cabeza a ambos contendientes: el primero, iniciar acciones legales por el presunto incumplimiento del gobierno en el otorgamiento de los subsidios correspondientes y, el segundo, dar de baja a tres equipos de técnicos y obreros en Fortín de Piedra, el yacimiento de Vaca Muerta donde la petrolera obtiene gas no convencional (shale gas).

La pretensión de Techint se basa en la Resolución 46 firmada en marzo de 2017 por el CEO de Shell y ex Ministro de Energía, Juan Aranguren, motivado por la participación de su empresa en el negocio, lo cual significó el inicio de los subsidios en el área neuquina.

En 2017, cuando la perspectiva del nuevo negocio marchaba sobre ruedas, Macri visitó Tenaris, una empresa de Rocca productora de tubos de acero radicada en EEUU, para ajustar los detalles. En medio de una fuerte caída de la venta de caños, el grupo Techint buscaba dar un salto al mercado petrolero, motivo por el cual Rocca obtuvo dos concesiones a 35 años en Vaca Muerta con inversiones originalmente previstas por 220 millones de dólares en los primeros cinco años y proyecciones por más de 6.000 millones de dólares en los 30 años restantes. De esta forma Macri obtendría, por fin, la anhelada lluvia de inversiones prometidas al comienzo de su gestión.

En tal sentido, la emergencia de Vaca Muerta implicó una expansión para el negocio central del grupo Techint, la fabricación de tubos sin costura. Un producto fundamental tanto para el tendido de gasoductos como para la perforación de pozos, en un momento en el cual la venta de caños venía en baja en los Estados Unidos y se desvanecía la construcción de gasoductos en Argentina y Brasil.

Sin embargo, a poco de arrancar el acuerdo emergió un grave conflicto luego de conocerse un desajuste entre la cuota a subsidiar por el Estado (8 millones de metros cúbicos de gas por día) y lo efectivamente producido por            Tecpetrol (17 millones diarios) motivado por una producción gasífera apuntada no sólo a atender la demanda interna y las exportaciones de gas, en especial a Chile, sino la propia fabricación de tubos de acero que Rocca tiene en Campana, motivo por el cual el primer emprendimiento de Techint fue, precisamente, construir en tiempo record su propio gasoducto desde Vaca Muerta hasta la fábrica y así obtener gas barato, sin control alguno salvo lo declarado y, demás está decir, subsidiado por el Estado. Otra que garrafa social.

De acuerdo al gobierno en 2017 Tecpetrol estimó que iba a producir 8 millones de metros cúbicos de gas por día, pero un año y medio después, ya producía el doble y su inversión original de 220 millones se había multiplicado casi nueve veces hasta alcanzar los 1.800 millones de dólares.

Ahora, de aceptar las nuevas reglas de juego, la empresa se verá obligada a recortar el 60% de su capacidad productiva gasífera y, con ello, no solo resentir las ganancias ocasionadas por el gas vendido a través de sus distribuidoras Transportadora de Gas del Norte y Litoral Gas, sino, también, sufrir un incremento en el costo de los tubos y las partes de acero, perdiendo competitividad frente a sus rivales en el negocio, en especial empresas de procedencia china.

El año pasado, lo que parecía un negocio redondo terminó en pérdidas por 150 millones de dólares. Algo que Rocca no quiere repetir a pesar de que Macri pretenda evitar pagar unos 700 millones de dólares en subsidios al gas, los cuales estarían ahora destinados a cubrir la deuda externa.

Como consecuencia de este conflicto ya suman 300 los trabajadores petroleros que perderían el empleo, circunstancia que por estos días dio lugar a una asamblea inédita realizada en Añelo, Neuquén, en la cual participaron 30.000 trabajadores y durante la cual Guillermo Pereyra, titular del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, aseguró que se caerían todos los acuerdos firmados por el sindicato para el desarrollo de Vaca Muerta si se perdía una sola fuente laboral como consecuencia de la decisión de realizar recortes.

Frente a esto, en el despacho de Lopetegui aseguraron que no se harían comentarios sobre las posibles bajas de personal de Tecpetrol, dejando la pelota picando en el campo de Rocca, un pirata de la primera hora cuyas represalias podrían sentirse en lo inmediato, en la medida que se profundice el conflicto laboral de los petroleros y, también en invierno, cuando la demanda de gas aumente.    


Jorge Díaz

Publicado en: 
Viernes, Febrero 15, 2019 - 23:15

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