Balances y perspectivas de una provincia que picó en punta

Terminado el año, la lucha para quebrar el ajuste, indispensablemente, contará con el testimonio chaqueño del enfrentamiento contra el gobierno provincial del interino Bacileff Ivanoff protagonizado por trabajadores estatales, desocupados, originarios, fuerzas políticas y movimientos sociales convergentes en la Multisectorial Contra el Ajuste.
El vicegobernador -a cargo del Ejecutivo- de Capitanich, a diferencia de este, se ha negado atender a los sectores que reclaman, confiado en la represión a los que luchan para hacer pasar la política de ajuste y entrega que se baja de la Casa Rosada.
Una pauta salarial vergonzosa resuelta por decreto y dos represiones en menos de un mes solo alimentaron más la bronca de los trabajadores y demás sectores populares que terminó de empujarlos a la rebelión.
La oposición creciente al gobierno hizo que renunciaran a sus cargos tres ministros provinciales, entrando en una crisis que luego pudo relativizar. Después de varios meses la lucha sigue y en cualquier momento puede desbordar.
La negativa a conceder un bono de fin de año, el adelantamiento del cierre del ciclo lectivo y la agudización de los problemas en el sistema sanitario vuelven a endurecer el repudio al gobierno y unir a los trabajadores.
Iniciado noviembre la conducción de UPCP decidió volver a movilizar con los sindicatos docentes y las organizaciones de la Multisectorial. Las huelgas semanales paralizan los servicios en dependencias del estado y la salud. Los estatales realizan cortes de calles previo a movilizar a casa de gobierno.
En la administración, como en salud pública, son cada vez más las áreas que se suman al paro: Registro Civil, Desarrollo Social, Regional Educativa 8, Registro de la Propiedad Inmueble, Personas Jurídicas, conjugan huelga con movilización.
En el Hospital Perrando al servicio de Cocina y Mantenimiento se agregan Estadística, Diagnostico y Unidad de Terapia Intensiva. Entre los trabajadores de estas áreas, algunos deciden extender las protestas más allá del paro general de UPCP. Es el caso del Registro Civil, Cocina y Terapia Intensiva.
Son los mismos reclamos que llevaron al gobierno a tambalear, que luego solo amagó en dar respuestas, pero todo volvió a estar como antes. Salario digno, pase a planta, mejores condiciones de trabajo, presupuesto para salud y educación, vivienda y aumento de los montos en los planes sociales son los reclamos que vienen unificando a los sectores en lucha.
Ivanoff por los medios negó conceder el bono de fin de año aduciendo que la provincia no está en condiciones financieras para absorber el costo que le generaría dicha erogación, pero al contrario, se calcula desde Economía de la Nación que los fondos nacionales para el Chaco crecieron 35% en un año y para todo el NEA un 37%, siendo Chaco la provincia que más recursos recibe. Esto sin tener en cuenta la recaudación provincial que también es alta.

Salud y educación, dos pilares de la lucha en la provincia

El pasado 26 de noviembre, al inaugurar obras de una escuela de Resistencia, Ivanoff junto al ministro de Educación Sergio Soto, anunció que las clases finalizarían antes de lo previsto, ya que según él se “cumplieron las metas”. Clara contradicción de un gobierno que cuestionó las huelgas docentes por la pérdida de días de clases, descontó salarios y dictó una resolución para remplazar con suplentes a quienes hacían paro.
La decisión se debe a los problemas que surgirían de que los chicos terminen las clases bien adentrado diciembre y los docentes tengan actividades hasta antes de noche buena. El sistema energético colapsaría por los calores y las escuelas no tendrían luz ni agua y se suspenderían las clases de todas formas, desnudando así la falta de inversión en infraestructura escolar. Sin ir más lejos el establecimiento que inauguraba esa mañana no contaba con aires acondicionados.
Los profesionales de la salud también profundizan las medidas de fuerzas. La gremial médica hospitalaria exige aumento en el pago de las horas de guardia, a la vez que rechaza el impuesto a las ganancias ya que quita lo percibido por horas extra (guardia) y son cada vez menos los médicos que hacen guardia porque no ven remuneración a esa tarea. Los sueldos están por abajo de la media nacional y muchos profesionales de planta tienen ingresos inferiores al salario mínimo vital y móvil.
La ausencia de médicos en las guardias, la reducción de la atención de terapia intensiva al 50% por equipo de salud insuficiente, la reprogramación de cirugías para los primeros meses de 2015, la falta de inversión en infraestructura, el equipamiento y los recursos humanos profesionales y no profesionales que no alcanzan; todo ello abona una situación que lejos está de encontrar la paz.
El gobierno intenta ahogar todo aquello que produzca una escalada del conflicto social, por eso los aumentos del 30% del servicio de luz y transporte los aplicará en enero y no gusta en nada de la idea de que los empleados públicos persistan con las protestas el 24 y 31, como prometieron desde las conducciones sindicales a las bases, si no hay respuesta a los reclamos.

Profundizar el camino de la Multisectorial

La Multisectorial hace unos años viene teniendo la capacidad de unificar planes de lucha de estatales, docentes y movimientos sociales, constituyéndose en la herramienta de los trabajadores para enfrentar al ajuste, como cabalmente lo ha demostrado este año, pues la conforman los sectores más rebeldes que por el camino de los cortes de calles, puentes y rutas han decidido que la crisis la paguen los que la generaron.
Ahora el trabajador que fue parte de esta lucha deberá analizar por qué el grito Fuera Ivanoff no se llevó puesto a este fascista que le toca gobernar y con él lograr arrancar en parte los reclamos.
Parte de la respuesta subyace en la influencia que aun tienen las direcciones que no creen en dar la lucha a fondo, y solo apuestan a que se ejerza presión para conseguir respuestas parciales y no la victoria de los trabajadores. Solo se apuran preocupados en no perder legitimidad ante sus representados en tiempos que demandan mayor batalla, pero que no aportarán a que el cuestionamiento de los trabajadores apunte al régimen político. Hasta querrán brincar de la lucha a medirse electoralmente.
La responsabilidad recae entonces en los que luchan consecuentemente por fortalecer el espacio multisectorial cada día más y en cada lucha, convocando al resto de los trabajadores, como perspectiva para el año que sigue. Ante la agenda electoral ajena a los intereses del pueblo, se debe imponer la rebelión, ya que cuanto más sean los que abracen esta salida más se avanzará hacia la derrota del ajuste y más provechosa será la experiencia para las necesidades actuales de la clase obrera y el pueblo en Argentina.

Sergio Fontana