Estatales | Si hay paritaria a la baja que haya lucha

El gobierno de Macri y las cúpulas sindicales de UPCN cerraron el acuerdo paritario para los empleados de la administración pública nacional. Este acuerdo sellado a espaldas de los trabajadores fue, tal como en Provincia de Buenos Aires y en la CABA, un vergonzoso aumento del 20% en 3 cuotas (5% junio, 5% julio y 10% agosto) con cláusula gatillo a reverse en diciembre, al cual le sumaron “dos premios estimulo”: presentismo y productividad. Respecto del primero empezaría a aplicarse en junio si se cuenta con asistencia perfecta; se trata de un plus de $1300 por mes a cobrarse cada cuatro meses. En relación al de productividad será percibido en 2018 según las metas de 2017. En resumen: la dirección traidora de UPCN, con Andrés Rodríguez a la cabeza, fue garante de que el gobierno imponga el techo salarial para los estatales sin demasiada conflictividad, y como si fuera poco, retomar las recetas de flexibilización laboral que atentan contra los trabajadores. Nada que nos extrañe de las direcciones de UPCN que transaron con todos los gobiernos de turno, sean del color que sean.
El acuerdo paritario es un mentiroso 20% contemplando que será en tres cómodas cuotas, porcentaje que ignora la pérdida del poder adquisitivo en el 2016, que para los estatales fue de aproximadamente 10% (ya que la inflación superó el 40%), así como vienen ignorándose las pérdidas del poder adquisitivo de años anteriores lo que viene afectando directamente el bolsillo de los trabajadores. Por otro lado el porcentaje responde a una proyección inflacionaria del 20%, cuando para este año los propios CEOs amigos del gobierno estiman una inflación del 25%: la cláusula gatillo respecto de este punto no es más que una falsa ilusión si recordamos que el gobierno de Cambiemos ignoró todas estas cláusulas en los acuerdos paritarios de 2016. A pesar de este vergonzoso acuerdo, Andrés Rodríguez salió a festejarlo como si fuera un verdadero triunfo con la frase “quien promete fantasías, no concreta realidades. En los hechos siempre UPCN”. Un acuerdo que no sólo redundará en una nueva pérdida del poder adquisitivo sino en mayor flexibilización para los empleados públicos. Los premios por productividad, que con suerte se aplicarán en el 2018, no está claro qué representan. El presentismo implica asistencia perfecta, lo que atenta contra los derechos adquiridos por los trabajadores. Sólo se respeta la licencia ordinaria por vacaciones y un porcentaje de los días de estudios establecidos por convenio colectivo de trabajo: es decir que las licencias por enfermedad, familiar enfermo, por fallecimiento, por la totalidad de los días de estudios según convenio, por motivos personales, o por hacer paro, redundarán en no percibir el plus por presentismo. Con este acuerdo, además de todo, la dirección de UPCN termina siendo garante de la paz social al macrismo.
En el 2016 los estatales protagonizaron importantes luchas contra los despidos. Esta política del macrismo continuó con despidos en el Ministerio de Hacienda, de Trabajo, el INDEC y recientemente en el INCAA. La respuesta de los trabajadores fue organizarse y dar la pelea por las reincorporaciones, porque las reservas de lucha están impregnadas en el pueblo. ¿Qué pretende el gobierno con las iniciativas de flexibilización laboral? El disciplinamiento y ataque a los trabajadores, mientras en paralelo anuncian la reestructuración del Estado post elecciones de octubre para disminuir el gasto público, es decir más despidos. La dirección de UPCN no concretó ninguna realidad: transó con el gobierno macrista la flexibilización laboral en el Estado a costa de los derechos de los trabajadores.
En este contexto las direcciones de ATE Capital y ATE Nacional volvieron a mostrar los límites propios de quienes no apuestan a profundizar la lucha para torcerle el brazo al gobierno. Dejaron pasar la firma paritaria el jueves 18/5 y convocaron a una jornada de rechazo a la misma recién para el 24/5, definida por las cúpulas sin consulta alguna, con convocatorias fragmentadas y por Ministerio. De esta forma no apuntaron a los verdaderos responsables y dividieron a los trabajadores, ignorando las discusiones en asambleas de sector que exigían movilizar el mismo 18/5 al Ministerio de Trabajo donde se firmaría el acuerdo. Las peleas de las fracciones de ATE buscando acumular sólo para sus proyectos electorales, combinado con este tipo de medidas testimoniales no hacen más que paralizar a los estatales.
En marzo, abril y mayo los trabajadores y el pueblo demostramos con movilización en las calles que estamos dispuestos a luchar. El gobierno de Cambiemos tuvo que recular con el 2x1, incluso hace un par de meses que el gobierno de la provincia de Buenos Aires intenta cerrar la paritaria docente y después de todo este tiempo aún no ha podido; esto se debe más a la voluntad de lucha de los docentes que a las direcciones sindicales. Mucho se dijo de esta "paritaria testigo", pero lo que hemos aprendido hasta acá es que a una propuesta salarial miserable se responde en la calle con paro, movilización y profundizando los planes de lucha. Vale la pena agregar a esto que el porcentaje que escandalizó a los docentes es el mismo que aceptó Rodríguez sin ningún tipo de titubeo. En este sentido es necesario apostar al protagonismo de los trabajadores, es necesario avanzar en la construcción de la unidad en la acción de las agrupaciones, juntas internas, delegados y activistas combativos para desbordar a las direcciones sindicales e imponer un plan de lucha que permita dar la pelea por las reincorporaciones y la reapertura de la paritaria.

Ema Díaz