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Córdoba | Todo el apoyo a la lucha de los trabajadores de UTA
La lucha que llevan adelante los trabajadores del transporte automotor de Córdoba se sostiene con firmeza, pese a las numerosas y variadas presiones a las que viene siendo sometida desde su inicio.
El reclamo va por dos carriles diferentes, aunque íntimamente vinculados. Por un lado el rechazo al acuerdo paritario firmado por la UTA nacional, conducida por Roberto Fernández, que implica un 21,6% de aumento a pagar en tres cuotas. Este acuerdo no solo es a la baja en relación a la inflación en curso, sino que, al aplicarse los descuentos se reduce sensiblemente. El planteo es que el aumento no sea en cuotas, y que se aplique sobre el porcentual de la cifra nominal, con lo cual ascendería a un 32,5%, algo acorde con la elevación del costo de vida en el período. En lo inmediato, según el acuerdo a la paritaria vigente firmada por la conducción de la UTA, el aumento sería de un miserable 8%.
Por otro lado, esta paritaria ha sido firmada por la gente de Fernández, ya no solo sin consulta a las bases en general, sino que, en el caso de los trabajadores de Córdoba, no ha habido siquiera la participación de un representante local en las negociaciones, dado que el gremio en la provincia está bajo intervención de la UTA central desde septiembre del año pasado. Dada esta situación, la otra pata del reclamo es la inmediata normalización del gremio, lo que implica la remoción del interventor Luis Arcando (personaje que no solo se niega a hablar con los delegados sino que apoya abiertamente la persecución de los empresarios y funcionarios del Estado a los trabajadores), y la convocatoria a elecciones libres.
Las medidas de fuerza comenzaron el viernes pasado, 2 de junio, con asambleas en las puntas de línea, y continúan desde el lunes 5 con la suspensión total del servicio, junto a una vigilia en la puerta de la sede del gremio y constantes cortes y movilizaciones en el centro, con la participación de los trabajadores y trabajadoras de todas las líneas urbanas. Ni la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, ni la declaración de ilegalidad del paro, han doblegado la voluntad de lucha de los choferes, que han tomado en la práctica la manija del gremio, desconociendo los llamamientos del interventor a acatar las disposiciones del Ministerio.
Simultáneamente, la cruzada antiobrera reúne actores de peso. El Ministro de Trabajo de la provincia, Omar Sereno (que recientemente fuera grabado mientras explicaba cómo “el sistema de transporte está en manos de la mafia de empresarios y la mafia de funcionarios públicos”), ha montado una serie de provocaciones contra los trabajadores en lucha, buscando sembrar divisiones y desgastar la decisión de sostener los reclamos. El intendente Ramón Mestre (cuya familia es copropietaria de una de las empresas involucradas en el conflicto -ERSA-) y sus principales funcionarios, encabezan la ofensiva contra los huelguistas con ataques diarios buscando deslegitimar la lucha. Los principales medios de comunicación, enrolados en una campaña furiosa para volcar la opinión pública contra el “paro salvaje”, y lógicamente los empresarios de la FETAP, principales afectados por la lucha que, sólo en el caso de Coniferal, implica un promedio de 12 millones de pesos diarios de recaudación vacante. En síntesis, las mafias que reconoce el Ministro Salerno, expresan el nerviosismo reinante frente a la firmeza de los laburantes.
Los ataques a los asalariados ya habían empezado hace algunas semanas, con una campaña contra los empleados de EPEC y luego contra los Municipales, divulgando datos personales y recibos de sueldo de trabajadores de ambos sectores públicos, y recientemente con la imputación a Rubén Daniele (Sec. Gral. del Suoem). Ahora, la mira está puesta en los delegados de UTA que han paralizado la ciudad. Desconocidas las herramientas legales de la conciliación obligatoria y la ilegalización de la lucha, fracasados los intentos por sabotear el paro y por deslegitimar a los delegados, las empresas han empezado a mandar telegramas de intimaciones y es cuestión de tiempo hasta que prueben con telegramas de despido. Todo esto, dada la convicción de sostener la lucha por parte de los trabajadores, no hace más que agregar leña al fuego.
Este es el momento en que el apoyo y la solidaridad de los usuarios y organizaciones sindicales, sociales y políticas tienen que expresarse en la calle junto a los choferes. El boleto más caro del país, junto con la pésima frecuencia y estado de los coches, son parte de la situación del transporte público. El enemigo que enfrentan estos compañeros y compañeras es el mismo que ajusta, precariza y persigue a los luchadores. La coordinación de todos los sectores en lucha, en torno al ejemplo de democracia sindical, práctica antiburocrática y combativismo que expresan los trabajadores del transporte, es la clave sobre la cual avanzar en dirección a sepultar la política de ajuste, entrega y represión.
PRML – Córdoba
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