Un viento de cola que aprovechan las multis

Los altos precios en los granos y alimentos empujan para cerrar en USD 85/90.000 millones las exportaciones del año (récord histórico) por encima de los USD 83.000 millones de 2011. El crecimiento en los saldos exportables del agro, hidrocarburos y automotores conforman el 60% del total esperado en el año. Aun así, con el grado de dependencia que registra el sistema productivo local, los dólares no alcanzan para acumular reservas y cumplir con el FMI, comprometidos USD 15.000 millones en 3 años. Las exportaciones son la única fuente genuina de divisas, mayormente sin valor agregado. Las importaciones alteradas por los precios de insumos y productos, por el pago de deudas e intereses, por gastos de turismo y pese a las restricciones del cepo, achican el saldo favorable y ponen un freno en los pronósticos reactivadores del gobierno.      

Bajo esas condiciones se dan los viajes del presidente y su mano abierta con occidente, incluido el G7 en estos días. Peligroso desde el ángulo de la docilidad y las condiciones ofrecidas principalmente al mundo europeo: los alimentos en primer lugar, pero los hidrocarburos y megaminería como inversiones intensas y de largo plazo también. La coronación del acuerdo con China en el avance de las represas en Santa Cruz, cuya reactivación se registrará sobre el final de este año, responde más allá de las demoras ocasionadas al proceso de inversión ya avanzado y también a la disputa interimperialista abierta en todos los planos. En el mismo sentido la conformidad, desde enero, para la construcción de la IV Central Atómica de aguas livianas en Atucha, al impulso de los referentes kirchneristas principalmente y pese a los frenos de los Beliz, Chodos, Massa, de mayor cercanía con EEUU. 

Es en el orden local donde mayor registro experimentan las inversiones energéticas al impulso de las ya existentes en Vaca Muerta. Guzmán otorgó suculentas facilidades a las petroleras, premiadas con la libre disponibilidad de divisas para envíos a sus casas matrices, hasta un porcentaje de 20% en el crudo y un 30% en gas para el excedente que se obtenga sobre la producción obtenida en 2021. Esta flexibilización del cepo en beneficio de las petroleras pese a la escasez de los dólares les otorga la libre disponibilidad de las divisas a precio internacionales, que no bajan hoy de los 113 dólares por barril. En el mercado doméstico los costos internos y de extracción se han reducido bastante en Vaca Muerta y los U$S 70 por barril fijados oficialmente son muy rentables. De allí la conformidad de los principales grupos Eurnekian, Funes de Rioja, Manzano, entre los cuales sobresale Techint de Paolo Rocca con fuertes intereses en Neuquén, dueños de Tecpetrol y consolidada como la mayor productora de shale gas con el 16% de la producción nacional. Que especulen con los precios internacionales reduciendo el abastecimiento interno o condicionando los precios en las naftas es parte del juego especulativo de las petroleras donde YPF talla como una empresa menor. Por lo tanto, las reglas siguen determinadas por las más concentradas. Llamativa la conducta de Vista de Galuccio, ex presidente de YPF entre 2012/15 -de buen vínculo con Cristina-, una de las petroleras con mayor tendencia a exportar antes que abastecer el mercado interno. Los consensos se obtienen pero siempre sobre las bases de las condiciones impuestas por las petroleras, con aumentos casi bimestrales en los combustibles al consumidor. 

Va en el mismo sentido de suplir la escasez de dólares y el parate que pueda sobrevenir en la producción local, el acuerdo que favorece a las automotrices para que puedan anticipar y financiar a sus proveedores autopartistas. Se terminó de firmar en acuerdo con Adefa, las empresas y el gremio Smata. Otra forma de sortear el cepo en beneficio de los monopolios y en perjuicio de las pymes o autopartistas menores.     

Andrés Zamponi