Un compromiso de siempre con los derechos humanos y las libertades de nuestro pueblo

La defensa de las libertades políticas, democráticas, sindicales y de respeto a los derechos humanos de nuestro pueblo estuvo presente en la práctica de nuestro partido a lo largo de su historia.
Esta historia es posible registrarla en el impulso, organización y participación en diversas organizaciones a lo largo de sus cincuenta años.
Así encontraremos al partido, durante la dictadura de Onganía- Lanusse en los años 60/70, motorizando junto a otros compañeros la defensa de los presos políticos a través de la Organización de solidaridad con los presos políticos, estudiantiles y gremiales (O.S.P.P.E.G), encargándose de la asistencia legal de los compa-ñeros, denunciando su situación y promoviendo la solidaridad del pueblo en innumerables acciones políticas y culturales.
La llegada de la dictadura genocida de 1976 encontró nuevamente al partido, desde la resistencia y la clandestinidad, organizando la solidaridad con las víctimas de la represión y sus familiares. De ello da cuenta la activa participación en la gestación de la primera solicitada con el reclamo por la aparición con vida de los compañeros detenidos desaparecidos y denunciando los crímenes de la dictadura. Esta actividad puso a familiares y compañeros en la línea de tiro de la represión. Los intentos militares por desbaratar la iniciativa quedaron reflejados en el golpe represivo sobre la Iglesia de la Santa Cruz, lugar de reunión de familiares y compañeros, en diciembre de 1977. Allí se produjeron los secuestros de tres madres del grupo inicial de las Madres de Plaza de Mayo: Azucena Villaflor de De Vincenti, Esther Balestrino de Cariaga y María Eugenia Ponce de Bianco. También fueron llevados las monjas francesas Alice Domon y Leónie Duquet, los activistas Remo Berardo y José Julio Fondeville y nuestros camaradas Ángela Aguad de Genovés, Raquel Bulit, Patricia Oviedo, Gabriel Eduardo Horane y Horacio Elbert. La presencia de nuestros cinco compañeros habla del fuerte compromiso del partido con la solidaridad y de enfrentamiento a la dictadura.
En setiembre de 1979 nuestro partido organizó a los familiares de 19 camaradas desaparecidos entre julio y septiembre del 78 en el Vesubio y realizó la primer presentación conjunta, con sobrevivientes, efectuada ante la delegación de la CIDH (Comisión Interamericana de DDHH) llegada al país.
Con la retirada de la dictadura y el regreso del orden constitucional en 1983, la lucha por el castigo a los crímenes del terrorismo estado, contra su impunidad y por el destino de los desaparecidos se puso a la orden del día.
Desde el inicio, en diciembre del 83, se denunció la localización del campo del Vesubio. Ante los intentos del gobierno radical de limitar los alcances del castigo a los genocidas comienzó a madurar una organización independiente de los reclamos. En una entrevista de no transar, así lo relató al camarada Guillermo Lorusso: “Mario Geller estaba en onda con esta idea de crear un organismo de DDHH específico de desaparecidos. En las discusiones del tema, aparecía si tenía que tener este nombre, que podía ser peligroso, porque una cosa es ser familiar y otra es ser ex detenido desaparecido. Él lo que nos recomienda es contactar a más personas para motorizar al futuro organismo. Y es así como se contacta a Adriana Calvo, y después se va contactando a otros compañeros. Algunos venían del partido...una cantidad de gente se suma y se funda la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. Esto es más o menos para octubre del 84. Empezamos a funcionar en la casa de Antonia, la madre de Roberto Cristina.”
Con el correr de los años la Asociación de Ex-Detenidos Desaparecidos aportará de manera significativa en el desenmascaramiento de los crímenes del terrorismo y en la obtención de pruebas y testimonios necesarios para llevar adelante los juicios. Tampoco ha sido menor su contribución en la construcción del Encuentro Memoria Verdad y Justicia (EMVJ), espacio unitario de los luchadores y organizaciones políticas y sociales contra la impunidad con independencia de los gobiernos de turno.
Este breve resumen revela, en definitiva, un compromiso de siempre de nuestro Partido con la defensa de los derechos del pueblo y que hoy se expresa en nuestra presencia en la AEDD y en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, así como en el impulso con compañeros independientes de la Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo (CADeP), y en nuestra permanente solidaridad con los luchadores perseguidos y contra la impunidad a los crímenes contra el pueblo de hoy.