Un camino que refuerza la dependencia

Jueves, 14. Mayo 2015

En los últimos meses el gobierno nacional realizó sendos viajes hacia Rusia y China para firmar acuerdos comerciales, políticos e incluso militares. En todos los casos viajaron dentro de la delegación oficial varios empresarios nativos con el objetivo de monitorear las negociaciones que derivaron en los acuerdos binacionales con estos dos países.

Los acuerdos con este nuevo eje de negocios e inversiones internacionales son, como todo acuerdo entre una (o dos) potencias imperialistas y un país capitalista dependiente, asimétricos en los que subyace una relación de tipo semicolonial, donde la potencia exporta manufacturas y el dependiente materias primas de escaso valor agregado. Pero como para muestra basta un botón, mientras China construirá en la Argentina la central nuclear Atucha III, una inversión varias veces millonaria en dólares, el país podrá exportar alfalfa a China. No sólo importan los aspectos económicos puros y duros que, indudablemente refuerzan la dependencia, sino que revela un viraje por parte de un sector de la gran burguesía renegociadora en su alineamiento político internacional. Una puerta que se abrió con fuerza desde el “embargo” que intentaron imponerle Estados Unidos y la Comunidad Europea a Rusia por su intervención en Crimea. Una puerta que permitiría exportar los productos agrícolas y agro-industriales a Rusia con una menor competencia internacional, y por ende una simpatía mayor de China para realizar inversiones en una región que históricamente fue considerada el ‘patio trasero’ del imperialismo yanqui. Este giro provoca resistencias al interior del conjunto de la burguesía nativa, agitadas por los sectores con ligazones con Estados Unidos en general pero fuertes en el sector financiero y también petrolero.
Que la disputa inter-imperialista en el país en particular y a nivel mundial está en pleno desarrollo nadie lo duda. Sucedió en torno a los oscuros avatares de la firma del memorándum con Irán y en la acción carroñera de los fondos buitres aun irresuelta, para citar algunos ejemplos de manifestación abierta de esa disputa en nuestro país.
En la historia de la Argentina dependiente han existido alternativas de este tipo, cuando EE.UU. desplazó a Gran Bretaña como potencia dominante. La historia en todo caso es aleccionadora acerca de adónde conducen estas políticas capituladoras o renegociadoras de la gran burguesía. La batalla por la liberación nacional, contra todo tipo de dependencia, sigue siendo una bandera en manos de los trabajadores y los sectores populares.

Rafael Vassir

Publicado en: 
Jueves, Mayo 14, 2015 - 23:45

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