Un año de ataques al pueblo trabajador

Miércoles, 18. Diciembre 2024
Un año de ataques al pueblo trabajador

Festejo para pocos

El gobierno termina exultante su primer año de gobierno. Exagera sus éxitos macroeconómicos, destacando la reducción del déficit, la estabilidad del dólar y la baja de la inflación, montado sobre una oposición del régimen a la que le puso un eje, neutralizándola en el Congreso y dividiéndola entre colaboracionistas totales, otros parciales y denunciadores para la tribuna. Las oscilaciones de la lucha contra el ajuste encuentran a la pelea popular en un momento de dispersión, luego de picos muy importantes en distintas partes del año. Con todo esto Milei y su casta presentan su brutal ataque a las masas como un camino ascendente.

Ese optimismo es un reflejo fiel de la algarabía que reina entre los ganadores de este plan: el gran capital financiero, los dueños del agronegocio y del complejo exportador y las multinacionales del extractivismo. Todos estos sectores del gran empresariado ganaron a costa de los trabajadores, los jubilados, los desocupados, los estudiantes y la pequeña empresa. El último ataque al acceso de medicamentos de PAMI resume la línea que aplicó durante todo el año, que es acompañada de mentiras alevosas como el del aumento de las jubilaciones en dólares, cuando nuestros viejos y viejas son cada vez más pobres. Dicen que los salarios están recuperando poder adquisitivo, cuando solo algunos trabajadores privados le están empatando a la inflación, eso sin contar la pérdida por el zarpazo de diciembre del año pasado. Dicen que baja la pobreza, presentando la correlación entre ingresos e inflación, tecnicismo que elude las condiciones tremendas en la que viven los más humildes, al tiempo que se le sigue retaceando la comida a los comedores. Si bien el piso de la recesión pudo haber hecho que algunos sectores puntuales reboten, el consumo no levanta luego de la bomba atómica que ellos mismos tiraron.

El festejo del gobierno por su primer año de gestión es una verdadera fiesta para pocos. Luego del descontrol que fue el último tramo del gobierno de Alberto Fernández, la baja de la inflación todavía siembra confusión en algunos sectores del pueblo que guardan cierta expectativa en el plan actual. Por eso puede Milei anunciar por cadena nacional una profundización del ajuste sin que el país estalle. A esta insólita preocupación masiva por “la macro”, el gobierno le llama pomposamente “batalla cultural”. Pero antes que culturales, las batallas son reales, y en el principal eje que instaló el gobierno hay un talón de Aquiles: con inflación de un dígito, llegar a fin de mes es cada vez más difícil. Y no es algo que se vaya a revertir a corto plazo. Más temprano que tarde la realidad se va a imponer.

¿Quién robó y lo agarraron?

El senador Kueider se hizo viral por haber tratado de ingresar a Paraguay con una importantísima suma de dólares que no pudo justificar. A partir de aquí se hizo masivo lo que saben quienes siguen cotidianamente la política: que se trata de un legislador electo por el Frente de Todos que luego se pasó a las filas libertarias, y que su voto fue clave para la aprobación de la Ley Bases. Y si bien no fue el único, sí fue el primero al que agarraron con un fangote de guita en la frontera. 

A quienes quisieron plantear la cosa como un problema del peronismo, les salió un Ritondo. Según la investigación que publicó elDiarioAR, Romina Diago, la esposa del diputado del PRO está vinculada a una empresa off shore, siendo beneficiaria de propiedades el Florida (EE.UU.) por unos USD 2,6 millones. Ante esto, su marido guardó discreto silencio: se trata del jefe de la bancada del espacio político que se indignó cuando no fue aprobado el proyecto de “ficha limpia”. 

Una pequeña muestra de lo que es el Congreso hoy. Pases de un equipo a otro, cambios abruptos de posición, prebendas a cambio de votos, situaciones patrimoniales difíciles de explicar. Cuando se debatía la expulsión de Kueider, uno de los temas que saltaba era que su reemplazante integra La Cámpora. Para qué se harán tanto problema, si el Congreso le fue absolutamente funcional al gobierno en todas las cuestiones clave.

Pero además de mostrar la miseria de la política del régimen, estos escándalos muestras la agudeza de algunas disputas por arriba. Temas como el de Kueider o el de Ritondo no se hacen masivos sin operaciones. De la misma forma, es inexplicable desde lo técnico que se hayan activado la misma semana tres causas contra Cristina Kirchner. Es especialmente sensible la del memorando con Irán. No tanto por su sustento legal: la acusación del finado fiscal Nisman es insostenible. Pero interrumpe el coqueteo novelesco entre Cristina y Milei de cara a las legislativas del año que viene, metiendo en el medio el eje de la relación con Israel, de quien el actual presidente es fiel servidor.

Son inocultables las internas entre Milei y Villarruel, así como entre el actual presidente y Mauricio Macri. Todos tocan resortes de poder y se tiran con de todo. Son situaciones asimilables en la medida en que el frente económico esté ordenado; de lo contrario, pueden ser factores que favorezcan una crisis. Se trata de otro elemento de fragilidad para prestarle atención. 

Unir la lucha del pueblo

La lucha popular tuvo momentos de alza y de repliegue. Abarcó a muchos sectores -tantos como fueron atacados por el gobierno- y tuvo episodios de notoria masividad. La relativa tranquilidad con la que promedia diciembre no debe eclipsar el rechazo a la Ley Bases; la rebelión de la docencia en Misiones; las dos grandes movilizaciones universitarias, la última de ellas con su continuidad en las tomas; la pelea de los jubilados; el inmenso 24 de Marzo; los tres paros generales que hubo en el año, por mencionar lo más saliente. Estamos a días de un nuevo aniversario del 20 de Diciembre, primera movilización con la que el movimiento piquetero desafió la prepotencia de Milei y Bullrich, conducta por la que está siendo duramente perseguido. 

Destrabar la dispersión que afecta a las luchas es una tarea de primer orden. Para esto hay que enfrentar con resolución tanto el sectarismo autoproclamatorio de algunos sectores de la vanguardia, como las ilusiones de que un nuevo agrupamiento electoral “de todo el mundo” es la solución para este momento. 

Hay que empujar la confluencia. La brutalidad de este gobierno está apoyada sobre pies de barro; el gobierno libertario va a tener su traspié y cuando eso pase hay que golpearlo con la mayor contundencia posible. Para que eso sea factible hay que unificar a la mayor parte del arco anti Milei, luchando porque sea el combativismo quien dirija esa unidad, planteando que se tienen que ir para terminar con el ataque al pueblo.

El PRML cierra el año luchando por ocupar un puesto de avanzada en esta pelea. Venimos de la realización exitosa de las 5tas Jornadas Antiimperialistas y Revolucionarias (JAR) en Rosario, en donde debatimos con distintos representantes políticos, sindicales, de los Derechos Humanos, del feminismo y la intelectualidad. Junto con ello relanzamos el Capítulo Argentina de la Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos (ILPS). Se trata de experiencias que van en dirección a la unidad antimonopólica, antiimperialista, patriótica y popular, en el marco de un proyecto internacionalista. Encaramos estas tareas con el impulso de nuestro XIV Congreso, en donde ratificamos nuestra vocación de luchar por la Liberación, la Revolución y el Socialismo. 

Agustín Damaso

Miércoles, Diciembre 18, 2024 - 19:30

Notas relacionadas