Tarifazo y cimbronazos de un ministro

Miércoles, 15. Junio 2016

Los trascendidos acerca de la renuncia del ministro de Energía, no alcanzan para ocultar el verdadero fracaso de la política macrista en el tema. La responsabilidad oficial no se limpia con un reconocimiento del error por parte de Aranguren o la marcha atrás luego con la rectificación de los porcentajes. No se trata solo del ajuste en las tarifas sino también de conseguir el abastecimiento frente a la crisis que arrastra, desde hace varios años,  la producción local.  

Se importa gas de Bolivia y se agrega ahora Chile que provee, sin ser país productor,  por el gasoducto construido en su momento para venderle a ellos. Aranguren está cuestionado por los altos precios del gas chileno y porque la intermediación en la provisión también intervino Shell, corporación de la cual es accionista actualmente y además fue director durante 30 años. Bajo estos considerandos fue imputado recientemente por el fiscal Stornelli. Macri salió a respaldar para evitar su primera baja en el gabinete y también arremetió con la denuncia por corrupción sobre De Vido y Kicillof por la importación de gas licuado por barcos en un monto total de U$S 15.000 millones. Frente a la escasez y baja en la producción local, principalmente en los últimos años de Cristina, se transportaron 530 buques pagando sobreprecios por encima del valor de mercado en un 20%, lo que hizo un diferencial de casi U$S 3.000 millones en perjuicio del estado y a favor de aquellos, según informe ante la Auditoría General de la Nación (AGN). Más allá de la disputa política con el kirchnerismo y de pretender exculparse del fracaso actual de Aranguren, lo que está en juego como trasfondo es también la disputa intermonopólica por el control de las fuentes energéticas, sobre todo en petróleo y gas. La designación de Ricardo Darré como nuevo CEO en YPF, proveniente de la petrolera francesa Total, abre otras prioridades más allá de la relación actual con Chevron y hasta con el futuro de YPF cuyo endeudamiento actual se considera por encima de su valor de mercado. Conviene recordar, a los distraídos, que Vaca Muerta bajo control operativo de YPF, es el segundo yacimiento del mundo en potencial no convencional de gas y cuarto en combustible y que, por encima del valor de un mercado manejado por los trust petroleros lo que vale es el sentido estratégico que tiene para el país y su pueblo, siempre que sea al servicio  de una  política de estado independiente y contenido popular, sin CEOs y opuesta a su vez a los intereses monopólicos.

A la provisión de gas se agrega la energía eléctrica también importada desde Uruguay Paraguay y Brasil, en compensación del faltante nacional. Con la compra de un 32% más en gas y 9% en electricidad se completa el abastecimiento local. Siempre relativo por cierto, en la medida que las bajas temperaturas implican un mayor consumo de la red domiciliaria y obligan, como sucede,  a cortar el suministro a la industria. La paralización de algunas ramas productivas o el sobrecosto derivado del uso intensivo de energía eléctrica agrava el cuadro recesivo en la actividad, eleva los precios y profundiza el desempleo.


A.Z.

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Miércoles, Junio 15, 2016 - 00:30

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